"Más allá de las paritarias, hacen falta políticas de ingreso urgentes"
Por Martín Massad
AGENCIA PACO URONDO RADIO (FM La Patriada, domingos de 10 a 12) dialogó con el politólogo y analista económico Martín Epstein, con el foco puesto en la inflación.
APU: El ministro Martín Guzmán suele hablar de la necesidad de apoyo político para bajar la inflación. ¿Cuál es su opinión al respecto?
ME: No sé bien a qué se refiere, pero sí creo que hace falta una serie de medidas de corto plazo para revertir la dinámica inflacionaria que se viene arrastrando y sobre todo cuando empezás a ver los números de los últimos meses. Si te ponés a analizar algunos de los rubros como los que mencionaban recién, hasta te diría medidas de shock, pero que potencien la capacidad de ingreso, que no se pierda la capacidad de compra ni el poder adquisitivo del salario que es justo lo que viene pasando. Más allá de las paritarias, hacen falta medidas drásticas urgentes y no podemos esperar los plazos de paritarias porque los aumentos ya están corriendo.
APU: ¿No puede haber un riesgo de que esos incrementos terminen en mayor inflación?
ME: Hay que encontrar un camino para que esos aumentos no generen inflación. Porque lo que vos tenés es un ajuste inflacionario sostenido en el tiempo. Arrancó en el gobierno de Macri y no se pudo revertir en los últimos dos años.
APU: En el gobierno hay un debate sobre el aumento de retenciones, que genera diferentes visiones en el Frente de Todos.
ME: Uno de los grandes hallazgos del acuerdo con el FMI es que los organismos internacionales finalmente reconocen que en Argentina la problemática inflacionaria es multicausal. Hoy, lo vemos más que nunca. Tenés inercia inflacionaria, más expectativas sobre los dólares no oficiales, más el intento de sectores de acaparar ganancias luego de la caída económica por la pandemia. Lo vemos en los sectores alimenticios y textiles. A ese aumento complejo a nivel interno tenés que agregarle dos cuestiones: inflación internacional y efectos de la guerra Ucrania-Rusia. Eso está pegando en los precios de alimentos.
APU: ¿Las retenciones podrían ser una herramienta para atacar una de las puntas del problema, es decir, desacoplando precios internacionales?
ME: Tenés que hacer todo lo que puedas, tomar todos los recursos que tengas para poner un freno a la suba de precios internos y de ahí puede ser desde los fideicomisos cruzados como para poder cobrar ese 2% que se está cobrando a los derivados de soja - para sostener el precio del trigo. Hay que buscar el formato más adecuado, pero tenés que pensar que la guerra está generando ganancias extraordinarias en sectores agroexportadores y a pesar de ser una generación de divisas extraordinarias para el Estado estás generando un golpe interno muy fuerte.
APU: Decías que la inflación es multicausal: ¿Cómo impactan las expectativas?
ME: Tenés muchas variables para analizar. Sobre las expectativas, me gusta plantear dos ejemplos claros: cuando vos ves en la tapa de un diario de que aumenta el dólar paralelo, que no es oficial y que no debería afectar la economía, que se mueve al dólar oficial. Sin embargo, cuando se dan esos saltos, hay remarcaciones, que buscan anticipar un posible salto devaluatorio. Después del acuerdo, el blue cayó pero eso no significó que caigan los precios. Por eso, es necesario que si van a haber ingresos extraordinarios, como el bono que se anunció en los últimos días, se controle a los reguladores y generadores de precio, porque puede haber una tendencia a aumentar sus precios
APU: ¿Vos creés en los controles de precios?
ME: Lo plantearía al revés: en este escenario inflacionario tan complejo, si no tuvieras acuerdos de precio, sería peor. El sentido de las canastas de precio es tratar de poner algún precio de referencia para el bien que queremos comprar. Hay mucha distorsión de precios en nuestra economía. Los controles no van a resolver la inflación.
APU: Se habló de la posibilidad de crear una empresa estatal de producción de alimentos. ¿Cómo lo ves?
ME: Un primer intento fue el de Vicentín. Fue una oportunidad desaprovechada, que te hubiera permitido tener una incidencia fuerte en el mercado. Para fijar precios y meterte en las cadenas de comercialización. A partir de eso, se pensó en la posibilidad de crear una empresa estatal de alimentos. Fue muy atacada, por supuesto. Pero hay muchos países en América y Europa que tienen empresas así. Pasa en Bolivia, México y en España, por ejemplo. Una de las cosas, por ejemplo, tiene que ver con que los productores más chicos puedan acceder a comercializar sus productos. Porque muchas veces pasa que quedan a merced de actores muy fuertes de las cadenas de comercialización. Los tamberos, por ejemplo, que tienen que vender su leche a Mastellone o Sancor, que le imponen sus condiciones y no pueden hacer nada. Después la leche sigue aumentando todos los meses en el supermercado.