Federico Zapata: “Necesitamos una industrialización anclada sobre las estructuras federales, con mayor integración”
Por Martín Massad
APU RADIO dialogó con Federico Zapata acerca de la situación que atraviesa la coalición de gobierno tras la asunción de Silvina Batakis frente al Palacio de Hacienda y el futuro de la oposición.
Agencia Paco Urondo: Finalmente, Alberto Fernández se comunicó con Cristina Fernández de Kirchner y acordaron nombrar a Silvina Batakis como nueva titular del Ministerio de Economía ¿Consideras que este gesto de acercamiento puedo imprimir una nueva dinámica dentro del Frente de Todos?
Federico Zapata: La situación es muy delicada. Estos gestos de conducción unificada son muy bienvenidos pero la pregunta que debemos hacernos es si no están llegando un poco tarde. Desde su nacimiento, el Frente de Todos ha experimentado tres dinámicas, una que tiene que ver con la idea de dividir el poder político, en segundo lugar, esto produce un quiebre en la cadena de mando dentro del Estado dificultando la implementación de políticas públicas y de un programa eficiente. Quizás, lo más evidente hasta ahora, hayan sido las dificultades para implementar la segmentación tarifaria, más allá de la multiplicidad de otros problemas que se van reproduciendo a lo largo de la cadena de mando en el Estado. La tercera cuestión tiene que ver que con un frente tan feudalizado en su funcionamiento es muy difícil generar patrones de acuerdo o acercamiento con la oposición o el sector privado porque nadie sabe bien donde realmente se llevan adelante los acuerdos. Estas dinámicas han estado presentes desde el inicio y que no se van a resolver con un cambio dentro del Ministerio de Economía. Hay que dar una respuesta estructural a estas dinámicas porque si no va a ser muy difícil poder reordenar el sistema general.
APU: ¿Crees que hay lugar para el acercamiento entre Alberto y Cristina o no hay retorno?
F.Z: En política nunca nada está roto y siempre se pueden acercar posiciones. Lo que sí está roto y no funciona más es el experimento del Frente de Todos tal como funcionó hasta ahora. Me parece que si el diagnostico va a ser hagamos algunos ajustes cosméticos para ver si con eso ordenamos las expectativas de la sociedad, del empresariado, incluso las internas del aparato estatal, van a darse contra una pared. Si después de estos dos años no hay un diagnóstico más radical y, por lo tanto, no hay una respuesta más radical me parece que no lo van a poder ordenar más allá de las buenas intenciones. Me parece que el problema de fondo es mucho más profundo que eso.
APU: En una nota tuya haces mención a que el peronismo debe ser revolucionario ¿Podríamos decir que no ves algo transformador dentro de la coalición de gobierno?
F.Z: Me da la impresión de que esta es una coalición que desde el punto de vista generacional y conceptual se está expresando como límite de una etapa que se abrió en 2003 y ahora se está cerrando. Esta es mi hipótesis principal y lo digo teniendo en cuenta todas las cosas buenas que puede haber tenido esa etapa en su momento histórico. En el mar de fondo de todo lo que estamos conversando subyace esta dinámica y, en ese marco, lo que se abre es el desafío de construir una herramienta diferente donde, probablemente, no exista un liderazgo tan claro y que, por lo tanto, haya una necesidad de mayores mecanismos de funcionamiento horizontal. También está la oportunidad de construir un nuevo cuerpo de ideas que pueda interpelar a la época de manera más eficiente y deje de estar anclado en una discusión sobre el pasado. Ese es el gran desafío.
APU: ¿Consideras que el discurso o la política por la que está atravesando actualmente el gobierno quedaron viejas?
F.Z: Esta viejo en todos los planos. Fijate la dificultad que ha tenido el Frente de Todos para generar un nuevo influjo de dirigentes nacionales y federales, siempre se ha tenido que recostar hacia personas que son muy valiosas, pero con mucha dificultad para encontrar nuevos cuadros. Galopando alrededor de eso, también esta viejo conceptualmente porque es un proyecto que sigue mirando el futuro con un espejo retrovisor, muy anclado en lo que fueron las ideas del siglo XX que son formatos muy anticuados para resolver los problemas que hoy enfrenta Argentina. Entonces, como de alguna manera, el marco conceptual sobre el que opera el Frente de Todos está muy desactualizado desde el punto de vista de la dinámica del sistema internacional, las respuestas que da tienden a ser frustrantes porque parten de un diagnostico que es muy difícil operativizar.
APU: En esa misma nota haces referencia a que el federalismo es una cuenta pendiente en nuestro país ¿Por qué crees esto?
F.Z: Yo creo que, si el peronismo logra una reconversión exitosa en los próximos años, esa reconversión necesita si o si afirmarse desde lo federal. Del 2003 en adelante, se terminó configurando un Partido de la Ciudad que es el macrismo mientras que el peronismo se transformó en un Partido de la Provincia de Buenos Aires, más que nada del tercer cordón. La salida de esa trampa tiene que ser con mucha diversidad y pluralismo, tanto desde el punto de vista político como desde el punto de vista económico. Si la industrialización por sustitución de importaciones funcionó de manera centralizada en los cordones del conurbano, ahora debemos generar un proceso de industrialización anclado sobre las estructuras federales que permita una mayor integración. Esta es la manera de salir de la trampa de que si las cosas no ocurren o están pensadas para el AMBA no tienen sustentabilidad política o electoral. Por eso, en mi opinión el peronismo que viene tiene que conseguir salir de esta trampa para recuperar un diferencial competitivo.
APU: ¿Cómo ves a la oposición, específicamente a Juntos por el Cambio, de cara a las elecciones de 2023?
F.Z: En general me da la impresión que la oposición está en una dinámica muy electoral sin discutir ideas de fondo. Eso realmente me preocupa y es algo bastante transversal a todo el sistema político. Creo que Juntos por el Cambio ingresó a una disputa de liderazgos muy temprana que le está generando tensiones importantes dentro del espacio y eso nos imposibilita una discusión más de fondo sobre cuál es la propuesta de país. La elección a la que vamos no es una elección de continuidad versus cambio sino de cambio versus cambio. Es decir, todos los espacios políticos van a tener que hablarle de frente a la sociedad y decirles por dónde y cómo se sale, ese es el gran faltante tanto en el oficialismo como en la oposición.
Hay una discusión muy superficial en torno al AMBA y muy suave de ideas dentro de Juntos por el Cambio. Creo que la llegada de Macri no los ayuda en ese sentido, su figura obtura el surgimiento de liderazgos, narrativas o programas económicos alternativos. En este sentido, creo que no están pudiendo resolver la transición de liderazgo dentro del espacio.
APU: Milei tuvo un encendido fuerte desde sus apariciones mediáticas hasta sus dichos públicos ¿qué opinas sobre su futuro político?
F.Z: Desde hace unos meses, en las mediciones mensuales que realizamos desde la consultora, es que su figura experimentó una caída estrepitosa de imagen positiva y un aumento de la negativa. Lo que hay es una crisis de su liderazgo, pero no hay una crisis de la sociología que él interpelo y eso es un dato muy importante que hay que tener presente. La caída de Milei reflejan aumentos del potencial votante a Patricia Bullrich, es decir, hay una sociología que no está disuelta y es sobre la que él hizo pie. Esa sociología va a buscar otro cauce o quedará vacante y eso, sin dudas, va a traer riesgo de inestabilidad del sistema porque tiene planteamientos muy radicalizados.