Homenajes a Haroldo Conti en la Ex ESMA

El Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti cumple en mayo sus primeros 15 años y este mes también se recuerda el secuestro y desaparición del escritor argentino. Como no podía ser de otro modo, y como sucede en cada mayo, el espacio ofrece distintas posibilidades para acercarse a su vida y la invitación a conocer su valiosa obra.

El Conti está emplazado dentro del Espacio Memoria y Derechos Humanos de la Ex ESMA. Allí se puede disfrutar de una variada oferta cultural, que incluye obras de teatro, proyecciones, encuentros de poesía, presentaciones de libros, talleres y muchas otras actividades que realzan expresiones artísticas en clave de memoria.

Hay un taller presencial dictado en la biblioteca llamado “Vida, literatura y política: un encuentro con Haroldo Conti”, espacio de lectura y análisis de cuentos y fragmentos de novelas de Haroldo, ubicando su figura en el contexto histórico, social y político. Comenzó el 6 de mayo y se extenderá hasta el 2 de junio; promete ser un espacio de reflexión colectiva, memoria y homenaje, muy agradecido por los participantes.

Este mes también quedó inaugurada la muestra Impresiones sobre Sudeste, de Hernán Borches, compuesta por xilografías, aguafuertes, grabados y fotografías en diálogo con el libro Sudeste (1962). Se podrá visitar hasta julio. La directora del Centro Cultural, Lola Berthet, quien está transitando una gestión con frondosas propuestas, agradeció al autor y mencionó la importancia de la muestra que podrán disfrutar también los alumnos de escuelas porteñas y provinciales que semanalmente pasan por el Conti. Lola destacó también la presencia de los hijos de Haroldo, Marcelo y Ernesto, quienes agradecieron los homenajes y recuerdos a su padre.

La inauguración se cerró con las deliciosas canciones de Lidia Borda junto a Daniel Godfrid en piano, quien recorrió un variado repertorio de música popular de distintos géneros.

Además la revista Haroldo, publicación digital nacida hace cinco años, puso en manos de Hernán Ronsino, el artículo homenaje. El escritor sostiene: “La figura de Conti no es una figura olvidada dentro de la literatura argentina. Su obra se reedita periódicamente y hay una serie de instituciones y de políticas culturales que mantienen encendida su memoria. Mientras Conti vivía sus libros también eran reconocidos”. Por lo tanto, al momento de su desaparición en 1976 ya era un escritor consolidado. El texto hace un recorrido por su vida y repasa sus fuentes de inspiración: Chacabuco, su pueblo natal, que de alguna manera (real o ficticia) aparece en varios de sus cuentos, el río, deliciosamente reflejado en su novela Sudeste y que él descubre desde el aire, haciendo el curso de piloto y por eso decide mudarse al Delta. También la ciudad de Buenos Aires, sobre todo la costanera, los contrastes sociales, los personajes que mezclan sus vidas con una ciudad a la que padecen y a la vez reconocen como propia.

Resulta particularmente atractiva la construcción de los personajes sobre los cuales Ronsino acierta con su análisis: “El modelo que opera en su obra narrativa está atravesado más que por el vitalismo por la búsqueda existencial. El Boga, el viejo y Milo, la luz que atraviesa la ribera y el bajo de Buenos Aires en En vida, con esos personajes taciturnos; hay allí una profunda investigación existencial, donde los personajes están permanentemente tratando de romper con cierta presión cotidiana. El mundo cotidiano los aplasta y sueñan con mandarse a mudar. Con salir un buen día al camino pero no lo hacen plenamente. Esa es la gran tensión que aparece en la escritura de Conti”.

Los recorridos mencionados despiertan el deseo de asomarse al mundo de Conti, tanto del militante como del escritor. El entorno que crean el Centro Cultural y la ambientación de la muestra sobre Sudeste, proporcionan el marco ideal para hacerlo.