Yanina Rosenberg: “Creo que la literatura debe llegar a las personas y entretener”
Yanina Rosenberg es farmacéutica y licenciada en Letras, acaba de publicar su primera novela, Momento Estocolmo, editada por Galerna, premiada por el Fondo Nacional de las Artes. Entre otras obras se encuentra La piel intrusa (Páginas de espuma, 2019).
Una mujer visita a su madre enferma en el hospital. Al salir de la habitación, se encuentra con un hombre que llora desconsolado. Maté a mi mujer, le confiesa. Pese al terror inicial, algo hace que la narradora no salga corriendo y se quede con aquel hombre misterioso, a solas en un pasillo oscuro. Arranca así una relación ambivalente entre ambos, de curiosidad, rechazo y deseo, que como un torbellino avanza página tras página.
Con una voz ágil y llena de humor negro, la narradora tratará de saber qué hay de verdad en esa confesión inicial, quién es aquel extraño y cuáles son los motivos por los que decide adentrarse en ese vínculo oscuro, pese a todas las señales de alarma. Una novela que ahonda en las pulsiones que nos empujan hacia el vacío, hacia relaciones torcidas, perturbadoras, monstruosas, lejos de lo políticamente deseable y correcto.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo surgió la idea de la novela?
Yanina Rosenberg: Aparece una noche en el hospital cuando estaba con mi mamá. Fue la semilla, desde ahí, la ficción se fue cerrando completamente. Me interesaba ver cómo, en una sola noche, pueden abrirse distintas posibilidades: desde encontrarse con alguien que te cambie la vida hasta recibir una noticia impactante. En una noche puede ocurrir todo. Me parecía interesante ver cómo dos personas pueden conectar en una situación similar, cómo logran comunicarse y entenderse mejor que dos personas que se conocen de toda la vida. Es como la película Antes del amanecer, donde dos personas conectan de inmediato, más allá de que, en este caso, uno de los personajes confiesa un crimen.
APU: Guillermo, uno de los protagonistas, le confiesa un crimen. ¿Eso es lo que conmueve al personaje o es un flechazo de amor a primera vista?
Y.R.: Son ambas cosas. Desde lo visual, le atrae porque le recuerda a su pasado; Kaufman lo tiene muy presente todo el tiempo. Luego, hay una conexión en el sentido de que la protagonista no rechaza la idea de estar con un asesino o no. Esto habla de las contradicciones propias de cada persona: ella debería estar huyendo, pero se queda. Muchas veces reaccionamos de manera contraria a lo que pensamos. A veces, lo que uno cree y lo que uno hace son dos cosas diferentes.
En la novela se explora esta forma de pensar de la protagonista. Podemos ver que está reflexionando sobre algo y luego actúa de manera opuesta, sin coherencia aparente. Todos tenemos, de algún modo, esta disyuntiva entre pensamiento y acción. Eso es lo que hace más humano al personaje.
APU: Hay un concepto en psicología que es el síndrome de Estocolmo, en donde una víctima de abuso crea vínculos con sus captores o abusadores. Se considera un mecanismo de defensa que ayuda a la víctima a sobrevivir. ¿Está relacionado?
Y.R.: Hasta el momento, los comentarios que he recibido mencionan que sienten mucha empatía por Guillermo. Me llama la atención y me pregunto: ¿por qué Guillermo y no la chica, que fue abusada cuando era menor de edad? No había pensado Momento Estocolmo desde ese punto de vista, pero, en la novela, el concepto también funciona como "la llamada de Estocolmo": el momento en que algo cambia la vida de una persona. Como los premios Nobel: hay científicos que viven esperando la llamada de Estocolmo. Todo lo que hacen, más allá de la ciencia, lo hacen esperando ese reconocimiento. Los personajes también esperan su Momento Estocolmo, pero no hacen nada para buscarlo. Esperan que algo cambie sin propiciar ese cambio.

APU: ¿Cómo es esperar a cambiar sin buscarlo?
Y.R.: Los dos personajes están perdidos y no encuentran la salida. Temen encontrar su Momento Estocolmo sin que haya una acción propia de por medio.
APU: ¿La protagonista de alguna forma es inocente con lo que le pasa?
Y.R.: La inocencia del personaje radica en creer que la persona que abusaba de ella era el amor de su vida. En ese sentido, lo veo parecido a Lolita, de Nabokov. Muchos creen que es una historia de amor, pero en realidad no lo es. Sin embargo, el lector siente empatía por el hombre.
APU: ¿Con respecto a Guillermo le pasa lo mismo?
Y.R.: Es una persona que también está perdida. Los dos personajes están en el mismo nivel de necesidad: encontrar a alguien con quien hablar y compartir el dolor que llevan dentro. Ambos están esperando su Momento Estocolmo sin saber cómo reaccionar cuando llegue. Necesitan un cambio de vida, salir del encierro en el que están atrapados: ella, sola con su madre, a punto de quedarse sin nadie en el mundo; él, también solo.
APU: ¿Cómo fue el proceso de escritura, corrección y edición?
Y.R.: Me guío mucho por la intuición. Hay frases que me vienen a la cabeza y, a partir de ahí, empiezo a escribir y a ver si puedo llegar a algo. Se van dando cosas mágicamente, aunque no siempre. Es un proceso de trabajo constante: escribir, quitar, agregar, cambiar.
APU: ¿Cómo te iniciaste en la escritura?
Y.R.: No tengo idea. Vengo de una familia trabajadora, farmacéutica. En mi casa no se leía porque no había tiempo; había que trabajar. Crecí en un entorno donde no se leía. Nadie en mi familia se ha dedicado a la escritura o a la lectura. Estudié farmacia, pero nunca dejé la literatura. Mi primer concurso literario lo gané. Nunca vi la literatura como una profesión, sino como una vía de escape, un sueño lejano.
APU: ¿Por qué escribir?
Y.R.: Es un escape, pero también me pregunto por qué escribo. No te podría responder con certeza. Así como respiro oxígeno, necesito las palabras para comunicarme. Es mi mejor forma de expresión. No tanto como legado, sino como una huella. Me permite mostrar mi mirada del mundo, encontrar esas cosas que los demás no ven. Me gusta ver los detalles que pasan desapercibidos.
APU: ¿Cómo describirías esta novela?
Y.R.: Me cuesta describirla. Suelo escribir género romántico, aunque no lo admito. Hay un encuentro entre dos personas que, en una noche, son mucho más que solo dos personas. También está el tema de Lolita: es una historia de amor que, en realidad, no es una historia de amor.
APU: ¿Qué diferencia hay entre tus cuentos La piel Intrusa y Momento Estocolmo?
Y.R.: Los cuentos que escribo tienen un componente fantástico, a veces con toques de ciencia ficción. Un fantástico ligado a lo real, que se abre desde lo cotidiano. En cambio, la novela es más realista. Me gusta analizar cada palabra y su contexto, entender por qué está ahí.
APU: Es una novela que a la vez entretiene…
Y.R.: No me sale escribir de forma complicada, aunque me gusta jugar con las palabras y los recursos literarios. Creo que la literatura debe llegar a las personas y entretener. No es necesario que te haga pensar usando palabras rebuscadas. Puede entretenerte y dejarte pensando al mismo tiempo.