¿Se producen drogas en Argentina?
Por Santiago Gómez
Las declaraciones del Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, respecto a que objetivamente en Argentina no se produce droga, le dieron letra a todos los medios de la oposición y a la población a quien más afecta el uso de drogas en sus familias, para decir que el gobierno niega lo que sucede. Es cierto que en Argentina no se produce cocaína, como bien señaló Berni, que tampoco existen extensas plantaciones de marihuana, pero el paco no es cocaína; se hace con un poco de cocaína, y eso sí se produce en el país. En la foto del sitio del Ministerio de Seguridad, se puede ver al Secretario de Seguridad luego de desbaratar una cocina de paco en la Ciudad no Autónoma de Buenos Aires.
A diferencia de lo que circula por el sentido común, el paco no es pasta base. Objetivamente, la pasta base es la hoja de coca pisada para ser luego procesada en los laboratorios para hacer con ella cocaína. La pasta base y el paco, son dos cosas diferentes. Al país ingresa la cocaína y acá lo que se hace es diluirla, o estirarla. Si país productor de droga se entiende por producir marihuana o cocaína, no, no lo somos. Ahora, el paco no es cocaína y eso si lo producimos y nos causa los problemas que ya sabemos.
Como señaló el Juez de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni, quien se puso al frente de un equipo para combatir el paco, y hacer una exhaustiva investigación para analizar su composición química, con un kilo de cocaína se producen un millón de dosis de paco y eso se puede hacer en cualquier casa, lo que dificulta poder encontrar a los productores, ya que no se precisa de una estructura edilicia de envergadura, difícil de trasladar inmediatamente, como sí es el caso de los laboratorios de cocaína. Para el Juez de la Corte, el país tampoco es considerado productor de drogas. Estas pequeñas diferencias "objetivas", como le gusta señalar a Berni, llevan su tiempo poder explicarlas a la hora de tener una conversación en un barrio donde sus habitantes están padeciendo el consumo de esa sustancia.
¿Cómo puede ir Agustín Rossi a Rosario a hacer campaña, diciendo que en el país no se produce droga, cuando Rosario vive una situación por la venta de drogas única en el país, con índices de asesinatos comparados a los de Brasil, Colombia y México? Rosario, además de ser la única que tiene el Monumento a la Bandera, también es la única que tiene bunkers de expendio: buzones hechos en ladrillo, en los que encierran 24 hs a niños para que vendan droga, a través del único agujero que tiene conacto con el exterior. Una muestra la inexistente presencia del Estado de la provincia de Santa Fe y de Rosario en los barrios, que permite que se levantan ese tipo de construcciones en el medio del barrio sin que exista una presencia estatal que lo impida.
Fortalecer a los defensores.
Es preciso fortalecer el proceso iniciado en el 2003, para que no deje la conducción del Estado en el 2015, y para eso se necesitan defensores. Se le hace complicada a la defensa jugar, y bien, cuando los atacantes intentan ganar la discusión diciendo "para ustedes en Argentina no se produce droga. ¿Y el páco qué es?". Con todos los que discutimos el índice de inflación, ahora les tenemos que reconocer que la inflación es otra. A los que le dijimos que a Clarín se le iba aplicar la adecuación de oficio, hoy les tenemos que decir que no es cierto que se les acabaron los privilegios, porque presentaron el plan fuera de término y se lo trata igual que a los que presentaron en tiempo y forma. ¿Podremos fortalecer la defensa?
Los cambios en el Gobierno Nacional después de las últimas elecciones, nos permiten decir que el gobierno escuchó, no sabemos bien qué. Pero aún sigue sin escuchar que es preciso cambiar la estrategia comunicacional, reconocer en qué andamos flojos y por qué. La batalla entre el poder financiero y el político, por la conducción del Estado, mientras se jugó en el campo de la política, el poder político ganó. Pero vimos, padecemos, que cuando esa batalla se dio en el campo del mercado, quedaron expuestos los límites del Estado. Y las palabras de los funcionarios exponen los límites de la comunicación kirchneristas, hasta el momento, una marca que nos caracteriza.