Francisco Taiana: "En un mundo multipolar y un poco más caótico las ventajas comparativas de Argentina van a ser cada vez más valoradas"
El historiador y director de la Cooperación Internacional del Ministerio de Cultura, Francisco Taiana, dialogo con APU EN VIVO sobre su próximo libro a editar en donde desarrolla un profundo estudio sobre las relaciones bilaterales diplomáticas entre China y Argentina.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo comienzan las relaciones entre Argentina y China?
Francisco Taiana: Los primeros acercamientos entre Argentina y China se dan en un momento muy crucial que van a terminar estructurando el resto de las relaciones entre ambos países, que es justamente a finales de la segunda guerra mundial en 1945, donde el orden mundial que ha preponderado desde ese momento y hasta el presente se encuentra consolidándose. En ese contexto pasan dos cosas: por un lado se reconfigura esa originaria división internacional del trabajo alrededor de la cual Argentina se había desarrollado y formado desde el modelo agroexportador en adelante y ese relativo declive de Europa y ascenso de Estados Unidos. Además, el orden bipolar durante la guerra fría severamente limita las capacidades de Argentina.
Allí es donde el país busca actores nuevos con quien poder asociarse y explorar otra manera de inserción en el mundo. Al mismo tiempo China estaba participando de la segunda guerra de una manera muy destacada, de hecho, fue el segundo país con mayor cantidad de víctimas fatales. Hacia 1945 va a tener un lugar asegurado no solo en Naciones Unidas sino también en el consejo de seguridad. Dentro de ese contexto se envía al primer embajador, José Arce, a China. Lo que van a pedir es que China apoye el ingreso de Argentina a las Naciones Unidas. Después de varios años de neutralidad durante la guerra, tanto Estados Unidos como la unión Soviética tenían una visión muy adversa de Argentina, entonces las posibilidades de quedarse afuera de Naciones Unidas no eran menores. En 1949 se instaura la República Popular China con la que Argentina no va a tener relaciones bilaterales hasta 1972.
APU: Mencionaste que las relaciones formales se reanudan en 1972, sin embargo se conocen cartas difundidas entre Perón y Mao Tse Tung. ¿Cómo fueron las relaciones entre Argentina y China en el primer gobierno de Juan Domingo Perón?
F.T: Durante el primer gobierno de Perón sucede que se estaba avanzando con la creación y consolidación de la República Popular China. Las relaciones eran buenas, pero durante el gobierno de Perón, ya consolidada la Republica Popular, es imposible establecer relaciones diplomáticas formales por el contexto internacional de la guerra fría. Pero a través de la embajada de Suiza se van estableciendo algunos canales de dialogo. Ese proceso se cierra cuando Perón es derrocado en 1955. A partir de allí y hasta 1972 hay una situación de alternancia en la cual los gobiernos democráticos o mayoritariamente democráticos van a hacer acercamientos a China mientras que los militares que los van reemplazando van a frenar esos avances. En relación a la carta de Perón a Mao es de 1965, ya con Perón en el exilio, donde establece relaciones con el gobierno oriental. Envía un grupo de personas para recibir entrenamiento militar en Beijing en 1965 pensando en el contexto de la diplomacia más revolucionaria china.
APU: ¿Quiénes fueron esas personas que fueron a recibir entrenamiento militar?
F.T: Fueron un grupo de siete u ocho personas. De distintos sectores del peronismo, algunos del sindicalismo y de organizaciones que se iban acercando a prácticas revolucionarias. Dos de los más destacados y que aún siguen vivos son Pancho Gaitán y Jorge Rulli.
APU: Uno de los problemas que presenta China es el idioma, o vas a tener que dominar el inglés y poder acceder a los medios oficiales. Vos tuviste la posibilidad de estudiar allá. ¿En qué año fuiste?
F.T: Yo estuve entre mediados del 2017 y mediados del 2019.
APU: ¿Y cómo fue tu experiencia para poder acceder al material para realizar tu libro, que era material diplomático, y muchas entrevistas que realizaste que narran esta historia entre Argentina y China, también usaste material propio de China?
F.T: En relación a las fuentes primarias de mi libro yo utilizo muchos tratados bilaterales que por suerte están en ambos idiomas, en Ingles y en chino.
APU: ¿Cómo fue tu experiencia viviendo en China?
F.T: A nivel personal muy agradable. China a nivel individual como país combinando cultura, modernidad y naturaleza quizás sea el país que más cosas tenga para ver. También encontré un pueblo con una inmensa diversidad cultural. Tiene desarrollo en tecnologías de punta que son realmente vertiginosos y a la vez se ve un proceso de desarrollo en transición con contradicciones entre su tradición y la modernidad.
APU: ¿Dónde ves por ejemplo esa contradicción entre lo milenario histórico y lo moderno casi occidental?
F.T: En cuanto a la modernidad occidental es mucho más superflua de lo que uno puede llegar a pensar. Están las tiendas más occidentales desde ya. En cuanto a la contradicción recordemos que entre la cultura tradicional y la modernidad hubo en el país una revolución socialista bajo el liderazgo de Mao Tse Tung que marco una profunda transformación económica, social y cultural del país, realmente muy profunda. En cuanto a la transformación tecnológica eso sucedió para las dos generaciones últimas nomas. Una sociedad en su conjunto no cambia radicalmente en tan poco tiempo. Hay diferentes generaciones que han atravesado diferentes etapas históricas y esas contradicciones son palpables.
APU: Y en esa transición que vos mencionas, este año se van a cumplir 50 años del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Argentina y China. Desde 1972 en adelante como caracterizas ese proceso de la relación, teniendo en cuenta que en la década del 80 hubo mucha migración de ciudadanos chinos hacia Argentina. ¿Eso tuvo que ver con esa relación diplomática?
F.T: En el medio siglo de restablecimiento de relaciones diplomático-formales vemos la siguiente paradoja, pensemos que desde 1972 hasta la actualidad Argentina vivió diferentes experiencias sociales y políticas, con variados gobiernos. Asimismo profundos cambios en la política internacional. Paralelamente China sufrió profundos cambios. Las relaciones diplomáticas entre ambos países siempre fueron creciendo a pesar de los cambios de gobierno. Y eso responde no tanto a una afinidad política sino una realidad geopolítica por la cual China es una economía inmensa en crecimiento y es un socio muy compatible con Argentina. Además, hay mucha cooperación científica, cultural, energética. Ambos países tienen un punto en común muy importante que es el apoyo reciproco que tienen por las Islas Malvinas y la Isla de Taiwán.
APU: ¿En la guerra de Malvinas cual fue la postura de China?
F.T: En la guerra de Malvinas se mantuvo neutral. No vetó en el consejo de seguridad, lo cual expreso su coherencia diplomática en Naciones Unidas. China solo va a vetar situaciones que la afecten directamente. Es algo común en los miembros permanentes del consejo de seguridad.
APU: ¿Cuáles serían las características de China cuando se relaciona con otros países potencialmente más pequeños?
F.T: Fundamentalmente una diferencia que tiene Argentina con otras potencias recientes, que han sido occidentales y eso tiene sus implicancias, es que China no tiene una mirada universalista de sus valores. Occidente intenta imponer valores universales, a lo largo de la historia desde los romanos en adelante. Occidente cree en la necesidad de expandir sus propios valores. China no piensa así, ellos no creen que haya un modelo chino, no creen en exportar su modelo de vida. La gobernabilidad política es muy importante dentro de la cosmovisión china.
APU: En el último tiempo China ha tenido una fuerte demanda de alimentos. América del Sur tiene en China uno de sus principales socios comerciales. Además de la particularidad de la compra de comodities, ¿Qué otras cosas le ha traído la relación diplomática de China a Argentina?
F.T: Tenemos cooperación en una amplia gama de escenarios, aeroespacial, científica, biotecnológica, cooperación en la campaña antártica, en cuestiones energéticas también. Con China compartimos varios espacios multilaterales, por ejemplo el G20. Argentina se ha sumado a la ruta de la seda, lo cual desbloquearía nuevas áreas de cooperación, actualmente estamos por ver la construcción de una central nuclear de uranio enriquecido en argentina, el primero de su tipo.
APU: ¿Podrías desarrollar de qué se trata ese proyecto de la nueva ruta de la seda y cuáles serían los beneficios para Argentina?
F.T: La iniciativa de la franja y la ruta de la seda es un gran paquete de proyectos de infraestructura originalmente pensados para reconfigurar la matriz comercial del continente euroasiático, una nueva manera de conectar a China con varios de sus principales mercados en Europa, Medio Oriente, Rusia, etc. Esto permitiría grandes construcciones como puentes, gasoductos, puertos, aeropuertos, oleoductos, que irían cambiando la dinámica del comercio internacional. Con respecto a nuestros beneficios, nos permitiría desbloquear un montón de proyectos de infraestructura que a China le interesaría desarrollar en Argentina.
APU: ¿Por dónde físicamente iría esa ruta, por donde circularían esas mercancías, que novedades traería? ¿Qué necesita de obras de infraestructura?
F.T: En términos globales lo que hace la iniciativa de la franja y la ruta es aliviar la dependencia existente del estrecho de Malaca, que es un pequeño estrecho de mar, enfrente de donde está actualmente Singapur, entre Tailandia y Malasia, que une al océano Indico y el océano Pacifico. Ese es uno de los corredores oceánicos con mayor cantidad de tránsito en el mundo, por el cual pasa una parte muy sustancial del comercio con China y una parte sustancial de todo el comercio mundial. La iniciativa de la franja y la ruta de la seda buscan desarrollar corredores alternativos terrestres y una serie de puertos alrededor del mundo que desbloquearía ese problema en teoría.
En el caso de América Latina puntualmente hay muchos proyectos de infraestructura que desde hace años China ha querido hacer en esta región. Querían construir un segundo canal de Panamá, en Nicaragua esta la idea de construir un corredor biooceánico que atraviese Brasil, Bolivia y Perú. Potencialmente, a medida que se sumen más países, tendría sentido que esos proyectos de infraestructura se vayan acoplando. Eso nos permitiría pensar en una integración Latinoamericana, no tanto desde lo institucional y político, sino en términos concretos y físicos. Una integración latinoamericana que signifique puentes, túneles, ferrocarriles, autopistas, rutas, etc.
APU: ¿Esta esa posibilidad de que haya transferencia tecnológica para que Argentina no quede simplemente como una relación comercial, es decir, que solo exportemos productos primarios con poco valor agregado? ¿En esos posibles proyectos de infraestructura como ves eso como potencialidad de desarrollo industrial y tecnológico para nuestro país?
F.T: Las posibilidades están, pero tendríamos que referirnos y preguntarnos porque China pudo dar esos grandes saltos y pudo hacer todo ese desarrollo. Que las multinacionales se instalaron en China es parcialmente cierto, en el sentido que una empresa extranjera no es dueña de empresas allí. Toda empresa que se afinca en China tiene capitales extranjeros pero el control siempre va estar en un 51% en manos chinas. Puede ser del Estado o de capitales chinos privados. China aún mantiene un sistema marxista-leninista, han hecho reformas de mercado pero no deja de tener un sistema comunista. Lo cual implica una planificación estratégica, diferente a lo que conocemos en una democracia liberal occidental.
En relación al tema de la transferencia de tecnología es un tema bastante complejo, en cuanto a esa transferencia tiene que haber una voluntad de ambas partes y en ese caso tendría que existir una firme voluntad de Argentina. Eso requiere de una claridad de nuestras prioridades estratégicas a largo plazo. Actualmente no son muy preponderantes en nuestro país.
APU: ¿Cómo se explica la migración de población china que hubo en Argentina en las últimas décadas y cual consideras que fue el aporte de dicha migración desde el punto de vista cultural?
F.T: El proceso migratorio chino vino en oleadas, empezó en la década del 80 pero en términos cuantitativos el grueso llegó después. A principio de los 80 había una importante comunidad taiwanesa que llegó al país y desde los 90 en adelante llegó el grueso de la comunidad china actual que viene del sur del país asiático. Son de Fut Chang, una provincia costera con una gran tradición comercial. En lo cultural suelen tener una identidad más fuerte y sin presencia de mestizaje. Es una comunidad en la cual las relaciones interpersonales y familiares son muy fuertes. Los impactos más importantes que puede tener China en nuestro país van a ser de relación entre Estados y no a través de la comunidad migrante.
APU: ¿Y en esas relaciones a futuro entre Estados que podemos esperar en el corto plazo de acuerdos o de obras para hacer con China?
F.T: Hay que seguir de cerca la actual cumbre del G20 en Indonesia, en la cual Alberto Fernández va a tener una reunión bilateral con el presidente chino. Hay que ver los resultados de eso. Un proyecto que se está analizando es el ingreso de Argentina al llamado BRIC Plus, que son un grupo de países cercanos al BRIC. Ese sería el salto diplomático más importante en lo cercano.
APU: ¿Qué tema que no hayamos abordado te gustaría mencionar?
F.T: Estamos ante una nueva coyuntura histórica, aquellos pilares de la posguerra se están reconfigurando. En un mundo multipolar y un poco más caótico las ventajas comparativas de Argentina van a ser cada vez más valoradas. Es un país con amplísimos recursos, productor de alimentos, energía, petróleo no convencional, gas, litio. Somos un país que puede explotar energías eólicas y solares. Tenemos un alto índice de desarrollo humano, es una de las regiones geopolíticas más estables en cuanto a conflictos internos e interestatales y eso repercute para otros países a la hora de invertir. Vamos a ver una creciente inestabilidad a nivel global. Se veía venir desde antes, pero la pandemia del COVID y la guerra en Ucrania han acelerado mucho esos procesos y se va a ver un deterioro significativo de la realidad de muchos países en diversas regiones alrededor del mundo. En ese contexto, Argentina tiene una posibilidad de insertarse de otra manera en el escenario internacional.
APU: ¿Cuándo se lanza tu libro?
F.T: En noviembre saldrá mi libro, la fecha exacta no la tengo pero seguro a fines de noviembre o principios de diciembre. El nombre del libro es “Argentina, China y el mundo 1945-2022”y va a ser editado por la editorial de la Universidad Nacional de Quilmes. Lo voy a estar presentando en diversos lugares de CABA y el resto del país.