Pospandemia y psicología: “La salud mental es el timón del barco”
Por Delfina Díaz*
¿Cómo afectó la pandemia la salud mental? ¿Cómo podemos prevenir sus afecciones? Victoria Franzoia Moretti es licenciada en Psicología, especializada en terapias cognitivo-conductual y sistémica. Trabaja con adolescentes y adultos, en trastornos de ansiedad, depresión y alteraciones de la personalidad.
Agencia Paco Urondo: ¿Cuáles son los trastornos más comunes derivados de la pandemia?
Victoria Franzoia Moretti: Posaislamiento es increíble la cantidad de sintomatologías que se han despertado. En primer lugar, los ataques de pánico. Después depresiones, y toda una gama de trastornos de ansiedad que exceden el pánico. Es muy importante lo que pasó cuando la gente empezó a salir, aparecieron las agorafobias. Personas que jamás tuvieron síntomas, por primera vez en su vida los experimentan. Hago una diferencia: nunca sólo un desencadenante del ambiente será el causante de un tipo de trastorno de ansiedad. Siempre hay una predisposición genética. Esto en la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) lo tenemos muy en cuenta. El desarrollo de una sintomatología no sólo tiene que ver con lo socio ambiental, sino también con una predisposición biológica.
Además, hay un incremento de fobias sociales, pacientes que han avanzado y retrocedido, trastornos de angustia, una sintomatología similar a los ataques de pánico, pero crónica. Fue un aislamiento largo y muchas personas no se trataron con psicólogos o psiquiatras. Desarrollaron síntomas que se transformaron en trastornos de angustia. Otros aspectos a tener en cuenta, tienen que ver con miedos, con naturalizar los síntomas y también con un tema económico.
APU: ¿Cómo se vieron afectados los vínculos entre las personas que se mantuvieron aisladas?
VFM: Es cada vez más complejo el tema pareja. Hubo muchas separaciones. Hay pocos espacios de privacidad e intimidad cuando compartís las 24hs del día con otras personas. El “otro” empieza a aparecer muy descarnado. El “otro” se vuelve invasivo. La mayoría de las personas no tiene herramientas para esto. Las técnicas de TCC y sistémica ayudan a trabajar cualquier vínculo. Es importante entrenarse en este tipo de psicoterapias que previenen la aparición de síntomas y hace que puedan desarrollarse muy bien los vínculos. Aprendemos a regular las emociones y esto es fundamental.
APU: ¿Hay un sector de la población que fue más vulnerable? ¿Niñxs? ¿Adolescentes? ¿Ancianxs?
VFM: Todos los sectores fueron y son vulnerables a la pandemia. Tal vez puede haber una diferencia en el grupo de niños y ancianos. No diría los más afectados, porque toda la población lo fue. Lo distinto son las herramientas que tenemos para lidiar con las secuelas. Hablo a nivel psicológico, que a su vez va a depender de la edad, el nivel socioeconómico y cultural. Los niños y ancianos comparten que la etapa de socialización es una etapa prioritaria para la formación de ese psiquismo. Con el aislamiento hay un corte de la socialización. Se recortan los vínculos y eso generó serias consecuencias en la formación del aparato psíquico. Hoy es frecuente ver niños que no controlan los esfínteres a la edad esperada, lo mismo con la lectoescritura. La población de adultos mayores tiene problemas para vincularse socialmente en general. No tiene la misma socialización que puede tener una persona de treinta años y son menos tocados, mirados y besados. Está demostrado en investigaciones que aquellos que socializan corren menos riesgo de tener deterioros cognitivos, van a tener una mejor calidad de vida.
APU: ¿Qué tratamientos consideras más adecuados para atender este tipo de problemáticas? ¿Qué es la terapia TCC?
VFM: El tratamiento más adecuado en primera instancia siempre va hacer la terapia cognitivo conductual, después la terapia sistémica. Actúa eficientemente y rápido. TCC está basada en entrenamientos de habilidades cognitivas, memoria, atención, percepción y habilidades como: efectividad interpersonal, regulación de las emociones, tolerancia al malestar, fortalecimiento yoico y habilidades básicas de conciencia. Me dedico a una rama específica que es la terapia dialéctica conductual creada por la Dra. Marsha Linehan.
Se trabaja en base a los movimientos que puede tener el psiquismo que está vivo. Es una terapia que tiene en cuenta el perfil psicológico de cada paciente. La historia, la reacción, cómo asimila las herramientas. Entre lo que es una tesis, una antítesis y una síntesis, desde muchas dimensiones. Al paciente se lo va apuntalando hasta que de a poquito se hace cada vez más autónomo.
La terapia sistémica la utilizo como un apoyo a TCC, para abordar todo lo que no TCC no alcanza, que son los vínculos. Esos roles donde nos metieron sin preguntarnos desde que nacemos y ahí hay que hacer todo un cambio. Primero darnos conciencia con TCC para saber cuántos roles estamos ocupando y no sabemos. Desde sistémica se le da las herramientas al paciente para que pueda ver cómo esos lugares lo están determinando en la problemática. Los roles pasan de generación en generación y si no hacemos algo se siguen repitiendo los inconvenientes en generaciones futuras. Como, por ejemplo, la idealización exacerbada a una hija, que trae serias consecuencias en la personalidad como la autoexigencia y el autocastigo.
APU: ¿Con qué otro tipo de trabajo crees conveniente abordar las crisis actuales?
VFM: Recomiendo otras alternativas como mindfulness, meditación y yoga. Es importante señalar que no sustituyen la terapia, sino que la complementan. Refuerzan los efectos de las psicoterapias breves. Son herramientas que profundizan la conciencia, la relajación y la focalización. Algo que trabajamos mucho en TCC es dirigir la atención de manera voluntaria a determinados focos. Es muy importante en estos momentos trabajar el cuerpo, la dieta y la salud mental.
Existen terapias que son dadas por personas que no están formadas, que no son psicoterapeutas. La biodecodificación y las constelaciones familiares no están aprobadas legalmente. Aunque sean psicólogos o no las personas que las ejecutan es importante difundirlo. El Colegio la considera prácticas ilegales a la profesión de psicología.
APU: ¿Qué definición le das a la salud mental?
VFM: Voy a tomar una metáfora que uso siempre: “la salud mental es el timón del barco”. Si ese timón está roto el barco se va para cualquier lado. Siempre desde este tipo de terapias decimos que la persona es una unidad, que mente y cuerpo están en resonancia, están conectadas permanentemente. La salud orgánica física determina la salud mental y viceversa.
Hay que trabajar las dos áreas permanentemente. Si tenemos un trabajo muy profundo de la salud mental, vamos a tener prevención en sintomatologías del cuerpo. Es muy importante poder entrenarse con herramientas que te den lugar a un equilibrio entre la mente emocional, que es la que está controlada por las emociones y la mente racional que está controlada por los pensamientos. Marsha Linehan, llama a esta mente: la mente sabia.
La mente sabia se construye en base a un entrenamiento con habilidades. Estas son un conjunto de conocimientos ejercidos de manera automática, prácticamente inconscientes: como saber andar en bicicleta, caminar, pero a nivel cognitivo. Aprender a regular las emociones sin que te des cuenta. Generar habilidades para poder desenvolverse con las emociones, con los pensamientos y con el entorno. Ese entorno donde entran las actividades que hacemos y los vínculos que tenemos. Es muy importante dedicarse a formar vínculos. Sin red social no va haber salud mental por más habilidades o por más entrenados que estemos en ellas.
*Periodista