UNS: el Consejo Superior reclamó por inflación y atraso en partidas
Por Diego Kenis
El Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad Nacional del Sur (UNS) de Bahía Blanca resolvió por unanimidad de sus miembros dar curso favorable a un petitorio elevado por la gremial Asociación de Docentes de la UNS (ADUNS) el último 4 de abril, durante la jornada de paro y movilización del sector, y hacer suyos los reclamos al gobierno nacional por “la formalización de una oferta de incremento salarial satisfactoria dada la inflación verificada” y para que se “regularicen las transferencias de partidas presupuestarias” demoradas por la Revolución de la Alegría que encabeza Mauricio Macri.
La resolución, aprobada el último miércoles 13 y cuyo texto completo puede leerse en este enlace, se suma a la que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Pampa votó en marzo último a partir de una petición de su Asociación de Docentes Universitarios que, enfatizó el cuerpo colegiado santarroseño, “trasciende al mero pedido de un sector”. El reclamo que desde la capital pampeana llegó a los despachos porteños fue por fortalecer los programas vigentes y adelantar a marzo la paritaria de los docentes, un modo implícito de reconocer la contracción de salarios por la inflación. Cajas, bolsillos y calendarios informan que ninguno de los puntos tuvo respuesta favorable.
En similar sentido, la resolución aprobada en Bahía Blanca el miércoles último no sólo observa el petitorio elevado días antes por ADUNS sino que también reconoce, de primera mano, la situación salarial de los docentes universitarios y preuniversitarios y del personal no docente de las Universidades Nacionales, así como el retraso en los giros y la persistencia de la inflación.
Los considerandos que preceden al articulado explican que el último incremento salarial acordado a los docentes de las academias “ha sido largamente superado por la inflación verificada”, lo que se tradujo en “un importante deterioro en el salario real” y en la adopción de medidas de fuerza en el sector, que durante los meses finales del gobierno de Cristina Fernández había conquistado su histórico primer Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), que por primera vez otorgó estabilidad y garantías a un sector que carecía de ellas. La situación actual redundará mañana martes 19 en un nuevo paro de actividades, en que los universitarios coincidirán con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
“Es sumamente importante para nosotros el posicionamiento que ha tomado la UNS en pos de que se arbitren los medios para incrementar los salarios y el presupuesto y defender la universidad pública y gratuita”, dijo el secretario general del gremio docente, Sergio Zaninelli (foto 2, junto a CFK, al rubricar el CCT en julio último), al magazine Agenda Pública de la radio universitaria bahiense.
Los diagnósticos que la resolución plantea cobran mayor valor aún por haber recogido unanimidad entre las distintas bancadas y estamentos representados en el CSU y por ser la UNS una de las casas de estudio enroladas en el bloque filoradical Reformista del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que comparte con la UNLPAM: en ese espacio revistó hasta diciembre el actual secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Albor Cantard.
Similar relevancia cobra otra de las consideraciones de la resolución aprobada el miércoles en Bahía Blanca, que expresa que las condiciones presupuestarias “están en estrecha vinculación con la calidad académica de la Universidad pública”. La “calidad académica” resulta la principal bandera que para sí piensa la UNS, y un ítem en que se anota reconocimientos incluso internacionales. El retraso en envíos presupuestarios y la contracción en los salarios amenazan con su flameo a media asta.