“El macrismo tiene una propuesta académica que afecta las universidades”
Por Manuel Izraelson
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo tomaron la situación que ocurrió en la Facultad de Psicología de Rosario? Me refiero al ingreso de la Gendarmería.
Iván Pizarro: Lo que sucedió en Rosario es un tema gravísimo, se están violando las autonomías universitarias. Las universidades son entidades autónomas que forman sus propios gobiernos a través de claustros y son ellos los que toman las decisiones sobre las intervenciones de la universidad. Eso fue una conquista lograda hace más de cien años en la reforma universitaria. Cuando entra la policía a reprimir y se lleva a un estudiante se está violando esta autonomía.
Walter Báez: Esto empezó apenas asumió el gobierno, cuando ingresaron en la Universidad Nacional de Cuyo y se llevaron preso al presidente del Centro de Estudiantes. Están avanzando contra la militancia de base.
APU: ¿Cómo piensan que afecta al desarrollo del ámbito académico?
IP: Tenemos dos preocupaciones y una tranquilidad. La tranquilidad es que parte de la historia argentina y nuestra cultura como sociedad reivindica la universidad pública. Eso es una garantía de que los costos políticos de avanzar sobre la educación pública son mayores, cambien los gobiernos que cambien. Pero se empiezan a ver detalles en dichos avances, principalmente en la asignación de presupuesto, no solamente es menor que en años anteriores, sino que su distribución es bastante injusta y es utilizada como herramienta de control. A esta universidad le aprobaron un presupuesto que garantiza su funcionamiento, pero el problema es cómo lo transfieren, dosifican las cuotas mensuales y obligan a la universidad a tener una sub-ejecución del presupuesto aprobado. Esta cuestión no sale en los diarios, pero las universidades no pueden ejecutar el presupuesto aprobado porque no envían el dinero del que, por ley, deben disponer.
WB: También hay un disciplinamiento en cuanto a los contenidos que se pueden dictar en la universidad. Nosotros acompañamos la lucha que llevan a cabo la Universidad de las Madres, donde se dictan carreras con orientación en Derechos Humanos. A esa universidad, el gobierno nacional le quitó el 50% del presupuesto y nombró un interventor, hechos que generaron una crisis institucional muy fuerte. Muchos estudiantes de esa universidad se encontraron con la necesidad de sostener una toma de los establecimientos en condiciones muy difíciles. Esto evidencia que el ejercicio de los Derechos Humanos ya no es una política de Estado. Además de una propuesta económica, el macrismo tiene una propuesta académica que afecta a las universidades. Uno puede tener diferencias o no con el gobierno anterior, pero la libertad de pensamiento de las instituciones se defendió a rajatabla.
APU: Ya llevan un año gestionando el CEPyG. ¿Cuál es su balance?
IP: Positivo. Nuestras propuestas están pensadas para llevar adelante de manera conjunta, uno puede prometer muchas cosas pero el éxito se refleja cuando el cuerpo estudiantil te acompaña. Más allá que un grupo proponga mayor cantidad de aulas disponibles, la única manera de conseguirlas es con el apoyo de los estudiantes. El balance es que la mayoría de las iniciativas han sido apoyadas, con firmas y movilizaciones, y se ha logrado ejercer la presión necesaria para que se atiendan nuestros pedidos. Quedan cosas pendientes, pero nuestra visión es seguir apostando a la organización porque estamos en una época muy complicada. Durante el kirchnerismo, las universidades del Conurbano se vieron muy beneficiadas y la relación entre las universidades y el gobierno no tuvo la conflictividad de hoy. Ante la situación regresiva de la educación, más que nunca es necesario que las bases estemos organizadas. En última instancia esa organización será la garantía para que las conquistas alcanzadas durante el kirchnerismo, no sólo las de un centro de estudiantes, puedan sostenerse.
WB: Nosotros venimos desde un lugar donde se crearon universidades nacionales, se impulsó el desarrollo de muchas carreras y aumentó la población estudiantil, pero el Centro de Estudiantes se generó el año pasado. En este contexto, un ámbito de militancia ya es algo muy valorable. Estamos muy contentos de haber sido parte de esa gesta, en la cual se sumaron muchos estudiantes. Cuando uno piensa en el gobierno nacional piensa en la deuda pública, que es un tema de agenda, pero nosotros pensamos en la contención de los estudiantes de la UNSAM.
APU: Si los estudiantes los vuelven a elegir, ¿cuáles serás los ejes principales que van a trabajar?
IP: Se trabajó muy bien la temática de género y diversidad sexual, un tema rezagado en muchas universidades. Nos parece necesario impulsar una reforma para otorgarle a esas temáticas las jerarquías necesarias, si hay una Secretaria de Cultura y Deporte tiene que haber una Secretaría de Género. Por otro lado, es necesario un programa social que apunte a los más necesitados. Las carreras, por más que sean gratuitas, tienen un costo económico. Desde el Centro de Estudiantes queremos impulsar un programa de becas propio y llegar a donde la Universidad no llega.
WB: Nuestra línea de género es un proceso de formación constante. Por otro lado, la universidad viene proponiendo un esquema de investigación que, en lo personal, siento que está orientada a un sector que ya forma parte de un círculo académico. Nosotros proponemos una forma de entender la educación que también nazca de los estudiantes, que ellos le tomen amor a lo que vienen haciendo, le encuentren un sentido y generen mejores lazos de pertenencia con la universidad. Porque eso es lo que define si terminan la carrera. Por otro lado, la Escuela de Política y Gobierno no tiene un edificio propio. Es algo que será parte de nuestras prioridades. Esperemos que las elecciones se den con mucha participación ya que legítima más la elección.