No se puede ser cristiano y neoliberal
Rodolfo Viano es cura en la Parroquia San Francisco de Asís de Bahía Blanca, donde rompe las estructuras de la Iglesia bahiense, cuya autoridad máxima, el arzobispo Guillermo Garlatti, fue silenciosamente apartado de su cargo eclesiástico este año. Garlatti fue procesado por la Justicia Federal local por encubrimiento agravado y desobediencia, al considerarse acreditado que prestó asistencia al ex capellán del V Cuerpo de Ejército Aldo Vara, mientras estuvo prófugo imputado por crímenes de lesa humanidad y porque, además, ocultó información que podría haber permitido hallar al sacerdote.
Viano participó como moderador de una jornada de reflexión donde los vecinos se reunieron para intercambiar ideas sobre las propuestas de los candidatos, de cara al balotaje del próximo domingo. En consonancia con lo dicho por Miguel Hesayne, obispo emérito de Viedma, quien sostuvo en un escrito que “no se puede ser cristiano y neoliberal, Viano sostuvo, en diálogo con AGENCIA PACO URONDO, que “Jesús dijo que no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo”.
APU: ¿Cuál es la postura que ha tomado el grupo de curas en Opción por los Pobres de cara a la segunda vuelta electoral?
Rodolfo Viano: Se podría sintetizar en que nosotros vemos que hay dos proyectos de país en juego: uno que se viene desarrollando y otro que desarrolló nefastamente en otras épocas de nuestra historia.
Lo cierto es el proyecto que se ha venido desarrollando, con discontinuidad, desde (Hipólito) Yrigoyen, pasando por (Juan D.) Perón y esa pequeña primavera desde fines de los '60 principios de los '70; ahora se ha reeditado, en una nueva versión, a partir 2003, con Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Estamos totalmente convencidos que apostamos a que este proyecto se siga desarrollando y que no surja una nueva irrupción en perjuicio de todo nuestro pueblo.
Desde el punto de vista de la fe, se sintetiza en que este proyecto tiene mucho de reino. La palabra reino, es una palabra antigua. El reino, en los tiempos de Jesús, era lo que Jesús anunciaba como el reino de Dios. ¿Qué es el reino de Dios? La intervención de Dios en la historia; para el bien del ser humano, de todo ser humano.La intervención de Dios en la historia para el bien. Este proyecto tiene mucho de esto. Desde una mirada creyente, Dios está imprimiendo en la historia de nuestro pueblo a través de este proyecto. Por eso es que estamos preocupados y, decididamente a favor de este proyecto.
APU: ¿Cree que el Papa Francisco acompaña el posicionamiento que han adoptado en conjunto con sus compañeros?
RV: Creo que sustancialmente sí, ha de apoyarlo, más allá de la forma en la que nosotros nos expresamos. El Papa, desde su Ministerio, no haría bien en tomar un partido absolutamente decidido. No le haría bien a él y tampoco a la iglesia. Me resulta medio difícil responder esto porque, la verdad que no lo sé.
Acerca de lo que el Papa dijo, “ya saben lo que yo pienso; voten a conciencia”, se puede interpretar de dos maneras. O son dos frases que tienen que ver una con otra, en el sentido que los argentinos tienen que votar a conciencia; o son dos frases que no están vinculadas una con la otra. Es decir, por un lado, “ya saben lo que pienso”, porque mi origen es peronista y el peronismo tiene mucho de la doctrina social de la iglesia y ustedes saben cuál es mi alineación política. Y, por otro lado, respecto de que cada uno vote a conciencia porque no pretende influir con su pensamiento y con su postura en la de las personas.
Miguel Hesayne, obispo emérito de Viedma
APU: Uno de los referentes en salud de Cambiemos es Abel Albino, quien reafirmó su pertenencia al Opus Dei hace pocos días. ¿Qué opinión le merece el concepto que este médico tiene sobre los pobres?
RV: No lo conozco personalmente, pero sí he leído que lo iban a condecorar en la Universidad Católica de La Plata. Me parece que tiene un concepto de los pobres como objetos dignos de lástima, de atención. Aparecían algunas expresiones de él en relación a los pobres como ignorantes, sexualmente incontinentes; me parece una concepción muy negativa de los pobres.
Esto, a pesar de que la obra sea buena y de que haya una preocupación por la nutrición de la niñez y que ésta sea la principal finalidad de la organización que tiene. Pero me parece que la concepción de persona que tiene es de terror. Porque, justamente, esto hasta lo plantea Cáritas, que aunque tiene una ayuda pendiente porque siempre vamos atrás de lo que la gente necesita, hemos resaltado tres palabras: asistencia, promoción y transformación social.
En la asistencia podemos estar de acuerdo con el doctor Albino y con todo lo que expresa su finalidad ayudando en la contingencia a lo que esa persona en ése momento exacto está necesitando. Pero si ya entramos en el terreno de la promoción y la transformación social, ahí tenemos que ver qué grado de comprensión tenemos de las personas a las que en una etapa anterior hemos asistido. Y si la concepción que tenemos es que son una manga de ignorantes que no saben nada, que hay que enseñarles todo y que no aprovechan las oportunidades, me parece que es una concepción anticristiana de los seres humanos.
Anticristiana porque, el mismo Jesús ha dicho en una página célebre del Evangelio, que es Mateo XXV en el Juicio Final que él se identifica con los más pobres. Entonces, hay que respetar la dignidad de la presencia de Jesús en los más pobres, que también tienen voz. En eso, la Iglesia ha hecho un camino desde los 60 o los 70, donde se decía que teníamos que ser la voz de los que no tienen voz. Hoy, me parece a mí, que lo que plantea la Iglesia es que tenemos que reconocer la voz de los que, hasta ahora, no hemos escuchado, no han tenido voz porque se la hemos negado.
APU: Una de las estrategias de marketing utilizadas por Cambiemos ha sido la de construir que quienes se oponen a su proyecto intentan generar una campaña de miedo. ¿Qué cree usted de esto?
RV: Estuve leyendo la declaración del Centro Nueva Tierra, donde dicen que es muy comprensible un miedo colectivo. Porque ellos se cuestionan cómo diferenciar el miedo de la preocupación. Diría que hay algunas diferencias. Más que miedo, creo que lo que hemos expresado de cara al balotaje es una preocupación. Una preocupación que, por momentos y porque nos ganan los sentimientos, se pueden llegar a transformar en un miedo colectivo. Pero, fundamentalmente, es preocupación.
La diferencia que veo en este momento es que el miedo paraliza, aterra; la preocupación, más bien, nos predispone a ver la realidad y a actuar frente a la realidad que se está dando. Y, en realidad, no es miedo, sino memoria. Es tener memoria de cómo un proyecto contrario a los intereses y al bien común de nuestros pueblos, que fue haciendo caminos en otras épocas, a través de golpes cívico-eclesiásticos-militares y, en esta época, se apunta a los golpes, por parte de la corporación judicial, por ejemplo.
Es tener memoria de cómo se han venido dando estas interrupciones a los proyectos que apuntan al bien de nuestros pueblos. Y se trata de estar con el alma en vilo porque podría interrumpirse otra vez este proyecto que se viene desarrollando.
APU: En relación a cómo se cambian los discursos políticos según las coyunturas: ¿Qué es la mentira?
RV: En lo personal, creo en la mentira piadosa; cuando uno no quiere perjudicar al otro. En lo institucional, cuando tengo una responsabilidad pública o, en este caso, en relación a los candidatos, no creo en la mentira piadosa. Evidentemente, la mentira es un pecado porque uno tiene mala intención de perjudicar al otro.
(Mauricio) Macri no puede decir ahora que está de acuerdo con la Asignación Universal por Hijo, con la estatización de YPF o Aerolíneas Argentinas, cuando ya mostró la hilacha en el momento en que se votaron esas leyes. Está mintiendo y no para defenderse él. En el campo de una responsabilidad pública, social, cuando se miente para defenderse a sí mismo, se está perjudicando a otro también.
APU: El martes pasado participó de una jornada de reflexión de cara al domingo, con los vecinos. ¿En qué consistió?
RV: Fue una convocatoria que hizo la Sociedad de Fomento del Barrio Villa Loreto (en Bahía Blanca), donde se proponía hacer un ejercicio colectivo de escucha y de expresión con el fundamental ingrediente del respeto mutuo a la diversidad de opinión. Fue un ejercicio de escucha y de expresión.
Participaron 70 personas aproximadamente, de distintas edades, de las cuales en el transcurso de dos horas se expresaron más o menos veinte. La idea era que los que participaran de este encuentro tuvieran más fundamentos escuchando aquellos que coincidían en la elección, en el voto. O, también, no sólo fundamentarlo mejor o darle más sentido todavía compartiendo el sentimiento de los que votan lo mismo que uno; sino, también, relativizar el voto en el sentido de escuchar al otro que va a votar distinto, que quizá algo de razón o algo están aportando. Fundamentar mejor al voto decidido y, a la vez, relativizarlo para no caer en fundamentalismo.
Lo único que lamento es que de las personas que se expresaron sólo una fundamentó porqué vota a Macri. Me resultó insuficiente escuchar la experiencia de vida de una sola persona. Me hace pensar que la gente que va a votar a Macri o no estuvo en la reunión o no le interesa, al menos en este momento, ni expresarse ni escuchar a otro. Cosa que, justamente, va a contramano de lo que Macri plantea en la campaña, que sostiene que va a dialogar y hablar con el que piensa distinto.
Pero me quedo tranquilo porque algunas personas se acercaron a decir que les había servido para definir su voto. Hubo un grado de argumentación lindo en la mayoría de los que se expresaron a favor del voto a (Daniel) Scioli. Veo un clima de apasionamiento político y en buena hora que exista esa pasión.
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