"Es imprescindible pensar estrategias para visibilizar la violencia y desnaturalizar las prácticas violatorias de derechos"
Por Florencia Rey
La Comisión de Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte junto a SUTEBA San Isidro están organizando jornadas contra la violencia institucional, con una radio abierta y un festival de inauguración de la restauración del mural en honor a Mariano Witis, asesinado por la policía de la provincia de Buenos Aires en septiembre de 2000. En diálogo con Agencia Paco Urondo, Raquel Witis, madre de Mariano y Martín Ferguson, Secretario de Derechos Humanos de SUTEBA San Isidro, explicaron la importancia de estos espacios en la era de Macri.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo surge la iniciativa de estas jornadas?
Martín Ferguson: Desde la secretaría de DDHH de SUTEBA San Isidro venimos trabajando sobre distintos lugares emblemáticos de nuestro distrito relacionados con los principios de Memoria, Verdad y Justicia. En 2018 nos dedicamos al señalamiento de la esquina de Panamericana y Thames, lugar donde funcionó el Centro Clandestino del Servicio Inteligencia Naval. En este primer semestre de 2019 nos propusimos restaurar el mural dedicado a Mariano Witis, como símbolo y ejemplo de otro territorio de vulneración de derechos como es la violencia institucional. La intención es que estos lugares se conviertan en puntos de encuentro y de memoria activa y permanente. Fue así que convocamos a la familia Witis que acudieron llenos de entusiasmo militante junto al artista plástico que había hecho el mural hace varios años.
Raquel Witis: Nos sumamos rápidamente como familia y como Comisión Memoria Zona Norte. Es en memoria de Mariano Witis pero también por todas las víctimas de violencia institucional. La idea de restaurar se dejó de lado rápidamente. Como dijo Juan, el artista había servido en la época en que se realizó. Hoy el contexto es distinto, con un Estado más violento, represivo, más gendarme. Así surgió la nueva creación que se inaugurará el 11 de mayo a las 15, fecha muy significativa porque es el cumpleaños de Mariano. Además, mayo es el mes de lucha y visibilización de la violencia institucional: el 8 es el Día Nacional de Lucha Contra la Violencia institucional. Todo fue cerrando muy naturalmente.
APU: ¿Cuál fue el resultado de esa idea inicial de restauración?
MF: La idea inicial de restauración se convirtió en el desarrollo de cuatro jornadas de lucha contra la violencia institucional que venimos concretando todos los sábados desde el 20 de abril, con diversas actividades artísticas y de concientización. Una de ellas fue la charla que el sábado 27 brindó Paula Litvachky del CELS. Las mismas culminarán el 11 de mayo (día del cumpleaños de Mariano Witis) con la inauguración del nuevo mural y un festival. La idea es volver a repetir la experiencia el año que viene.
RW: Las jornadas transcurrieron con una radio abierta que permitió definir la violencia institucional, cuáles son nuestros derechos, cuáles son los límites que tiene el Estado en el uso de la fuerza, cuáles son sus obligaciones. Además, participaron jóvenes con lectura de poesías o textos para reflexionar y músicos para levantar el ánimo. Paula Litvachky del CELS participó para poder pensar juntos cómo abordar el tema en los barrios, hoy saturados de fuerzas de seguridad nacionales, bonaerenses, municipales; la necesidad de nombrar y registrar las prácticas violatorias de derechos en el territorio; còmo trabajar desde la escuela con nuestros jóvenes.
APU: Ante la notoria escalada represiva, ¿creen que estos espacios se han vuelto necesarios?
RW: Con un Estado que felicita y asciende a quienes disparan por la espalda, que incita a un uso desmedido de la fuerza con el objetivo de disciplinar, controlar, silenciar. Con medios concentrados de comunicación que alimentan el odio y la fragmentación, que naturalizan los abusos policiales, que estigmatizan, deslegitiman y descalifican al que reclama sus derechos. Con una administración de justicia ineficiente, con mirada corporativa y clasista, que no controla ni investiga las prácticas policiales, naturalizadas en la población, como el hostigamiento, los insultos, el verdugueo, las provocaciones, falsas imputaciones, los correctivos. Con actores judiciales que pregonan la independencia, pero sus acciones defienden los intereses del poder político, se hace imprescindible crear espacios de reflexión y de intercambio de experiencias y saberes. Organizarse, reunirse con los vecinos, con las organizaciones de derechos humanos, las organizaciones sociales y políticas y abordar esta temática tan compleja, que no es nueva, pero que esta gestión ha agravado. Miremos el barrio Zabaleta donde La Poderosa y los vecinos controlan el accionar de las fuerzas de seguridad en su territorio. Se hace imprescindible pensar juntos estrategias que nos lleven a visibilizar la violencia, a desnaturalizar las prácticas violatorias de derechos y hacer cumplir al estado el derecho de los pueblos a una vida digna.
MF: La propuesta de salir al espacio público a debatir estos temas, generando estas jornadas, está profundamente ligada a la escalada represiva. Entendemos que la forma en que la familia Witis enfrentó el dolor provocado por la violencia estatal, es en sí misma una propuesta superadora, un camino posible que nos permita tratar la problemática de la seguridad en el marco del respeto a los derechos humanos. Como somos docentes de la escuela pública vemos que el estudiantado es objeto en muchísimas ocasiones de la represión y el hostigamiento permanente por parte del aparato represivo estatal.
RW: Si una vez pudimos hablar y poner en agenda la seguridad democrática podremos hacerlo nuevamente. La única lucha que se pierde es la que se abandona.