Un vecino de Palermo asesinó a un joven grafitero
Por Leo Olivera y Santiago Asorey
Al joven colombiano Cristian Felipe (17) le gustaba pintar graffitis con sus amigos. Su tag era "Teur", el tag es la forma más básica del graffiti, y por lo general representa la firma o el nombre del grafitero, hecho con su propio diseño y estilo. Esto era precisamente lo que había pintado Felipe antes de ser asesinado a disparos por un vecino de Palermo, CABA, en la madrugada del martes 31 de julio.
Según trascendió a la prensa Cristian Felipe estuvo acompañado por sus amigos esa noche. Se encontraron en la esquina de Lavalle y Gascón para empezar a pintar. En ese contexto, Cristian Felipe subió por una construcción abandonada al edificio ubicado justo en la esquina de esa intersección mientras sus dos amigos se quedaron abajo, grabándolo con sus celulares.
Pasadas las cuatro de la madrugada del martes pasado, Cristian Felipe le hizo señas a sus amigos, indicando que había terminado y se disponía a bajar. "Cuando él se estaba bajando cruzó el patio de la casa, se subió al alero del aire acondicionado y se sentó ahí. Yo entonces veo que un señor entre canoso o rubio, robusto, con una camiseta clara, dispara con el brazo derecho un arma plateada", narraron sus amigos a C5N.
Después del primer disparo al aire, Cristian Felipe levanta sus manos mostrando que lo único que tenía era una lata de aerosol y gritando que no estaba haciendo nada, que era solo un grafitero. Es entonces cuando el homicida, identificado como Christian Jesús Arbaje, efectúa dos nuevos disparos, pero esta vez apuntando directamente al joven. Cristian Felipe se precipita al piso, sin entender del todo, ni él ni sus amigos, que era lo que había ocurrido. Poco después cuando la ambulancia se lo llevó, verificaron que tenía dos impactos de bala (uno de ellos en la yugular), que lo dejaron en estado crítico. A las 5:10 falleció en el hospital Durand.
El asesinato de Felipe ocurre en el marco de un clima de violencia creciente que incluye una serie de muertes de niños o jóvenes fusilados por las fuerzas de seguridad en todo el país. El 8 de marzo de 2018, Facundo Ferreira (12) fue asesinado por la espalda por los efectivos de la policía tucumana Nicolás González Montes de Oca y Mauro Gabriel Díaz Cáceres. El 8 de diciembre de 2017, el joven Juan Pablo Kukok (18) fue asesinado por el gatillo fácil del efectivo policial Luis Chocobar, en el barrio de La Boca. Ambos hechos contaron con el guiño y el respaldo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Ante la gravedad de la situación, AGENCIA PACO URONDO emitió un editorial en el cual se señaló: “El contexto nos obliga a replantearnos si todos estos hechos pueden englobarse en la categoría de violencia institucional. Ésta se vuelve insuficiente: se trata de algo mucho más grave, más profundo. Expresa una política de Estado que reivindica acciones que no son propias de un Estado de Derecho.”