"Acariciando el golpe", documental sobre el mítico batero Martín Carrizo
Fernando Dachdje es documentalista, director junto a su hermano Diego de Acariciando el golpe, trabajo que recorre la vida de Martín Carrizo, el mítico músico que supo tocar tanto con Gustavo Cerati como con el Indio Solari.
Agencia Paco Urondo: conocés a Martín siendo parte de la producción del Indio.
Fernando Dachje: Lo conocimos trabajando yo como fotógrafo y Diego como camarógrafo. Nos hicimos amigos ahí, en los shows del Indio.
APU: Si bien el documental es un regalo para Martín ¿hubo que convencerlo para hacerlo?
F.D.: En realidad, salió un poco de casualidad. Fui a su casa a grabar otra cosa y me estaba contando anécdotas de sus giras por Latinoamérica, con Cerati, y eran cosas tan interesantes que yo le dije “vamos a grabarlas”. Lo que pensé iba a ser una grabación de cinco, 10 minutos, pasó a ser una grabación de dos horas contándome toda su vida, desde que agarró por primera vez un palillo hasta su último recital.
APU: Uno podía ver, cuando daba notas en los medios, a un tipo que sabía muchísimo del mundo de la música, pero también muy amable, muy diáfano ¿Era tan así?
F.D.: Lo conocí a Martín la primera vez que laburé con el Indio, que fue en el estadio Martiarena, de Salta, creo que 2009. Era mi primer show de Solari trabajando, siempre había estado como espectador. A los 5 minutos de que terminó el recital se larga a llover y los músicos se van todos. Y Martín se quedó, mirando como desarmaban. En un momento se me acerca y me da un abrazo y me dice “gracias”. Yo pensando que se había equivocado de persona, le dije “yo soy el fotógrafo”. “Sí, ya lo sé”, me dice, “esto lo hacemos entre todos”. Así empezó la relación con Martín, de esa manera, para que te des cuenta un poco el tipo de persona que era. Llegaba al recital y abrazaba a todos, los saludaba con una sonrisa. Muy amable, respetuoso, profesional, una persona increíble.
APU: El sentido de lo colectivo, desde el Indio Solari que era la figura convocante, hasta el que estaba en la trinchera, para él eran todos importantes.
F.D.: Aparte un tipo muy apasionado, más allá de que fue un enfermo con la técnica. Llegaba temprano y se iba tarde, se quedaba mirando cómo armaban, cómo desarmar, le encantaba todo lo que pasaba adentro de un show.
APU: ¿Cómo llegás al universo del Indio?
F.D.: La productora es de La Plata, al igual que nosotros. Tenían otro fotógrafo y yo quería entrar, hacía mucho que estaba dando vueltas alrededor y sucedió por un show, no del Indio sino de Las Pelotas, que también lo producían ellos. El fotógrafo estaba sacando fotos en ese show y parece que las sacó y no volvió nunca más. Yo les había dado mi tarjeta, por las dudas, y me llaman para ver si tenía las fotos de ese recital. Vinieron a mi estudio, charlando les dije que contaran conmigo para lo que quisieran, me preguntaron si podía ir al próximo recital del Indio y ahí arrancó. Tuve suerte. Estuve 12, 13 años trabajando en la productora, cubriendo esos recitales.
APU: ¿Hasta donde pudo compartir con ustedes, Martín, el proceso de la película?
F.D.: El proceso lo acompañó bastante. Cuando vuelvo de la casa de Martín se lo muestro a mi hermano, le digo “tengo este material que está buenísimo digamos, no tiene técnicamente todos los recursos (fue grabado sin micrófono, con la luz del ambiente del lugar), pero es tremendo lo que cuenta, tenemos que hacer algo para regalárselo”.
La idea original fue hacer algo chiquito, recién empezaba su enfermedad, todavía no se sabía que era ELA. Cuando el me cuenta lo que tiene, propongo hacer un documental chiquito, cortito, con amigos y músicos que cuenten anécdotas. Empezamos a hacerlo sin que sepa hasta que Martín empezó a empeorar bastante. En un momento no me aguanté, le conté lo que estábamos haciendo y él es de esas personas que se mete de lleno en todo y dijo “yo los quiero ayudar, tengo cosas para darles”. Al estilo Martín, nos mandaba mensajes todos los días con cosas que se le ocurrían, disparatadas, otras que estaban buenísimas. Las entrevistas, la mayoría, fueron en pandemia, era un lío. Estaba el que aceptaba y el que no, respetar las distancias. Algunas la hicimos vía teléfono. Hasta que en un momento voy a la casa, en plena pandemia, y me dice “tengo algo para vos”. En una caja habría unos 200 cassettes, mini dvd, VHS. “Fíjate lo que hay, hay de todo, ni yo lo vi”, me dice.
Así que me vine, se lo di a mi hermano que sabe más de edición. Me empezó a bombardear con vídeos, eran todas las giras de ANIMAL y de Cerati grabadas por Martín. En el hotel, en la salidas de noche, las intimidades de todos, había horas y horas de material inédito, inclusive hasta para él. Ahí hubo un clic y pensamos en armarlo de otra manera. Arrancamos de vuelta con todo a hacerlo. Martín participó un montón, de hecho falleció casi 10 días antes de la presentación del documental.
APU: ¿En el Teatro del Globo fue la presentación oficial?
F.D.: La primera fue en el Roxy
APU: Estuve en el Globo, una cantidad de gente impresionante y recuerdo que era a cambio de un alimento no perecedero.
F.D.: Todas las proyecciones que se hicieron, fueron entrada libre y gratuita. Si podíamos traccionar con algún lugar para aportar alimentos o ropa, lo hacíamos. La presentación oficial iba a ser en su casa. Iban a ir todos los músicos que tocaron con él, su familia, amigos, ya teníamos preparado una pantalla. Martín se va unos días antes y quedamos como medio que no lo podíamos creer. Cambió el rumbo y empezamos a proyectarlo para homenajearlo y seguir contando lo maravilloso que fue de su vida.
APU: Me imagino lo difícil que fue trabajar con las ganas de llegar a tiempo al mismo tiempo de lograr un producto que estuviera a la altura, sabiendo que esa enfermedad tiene un destino fatal.
F.D.: Esa parte fue la más compleja porque estábamos en pandemia, era muy difícil acceder a cualquiera, había como una un terror de que te acerques a la gente. Además, cuando los músicos empezaron a acceder, tenían una agenda muy completa y era muy difícil coordinar. Pero se logró y de hecho, esa velocidad nos llevó a decir tenemos que parar, hasta acá llegamos. Nos quedó gente importante afuera, a veces no es fácil llegar a músicos conocidos.
APU: La película es una historia de que los sueños son posibles, porque él parecía saber de antemano que su vida musical se iban a cruzar con la de Cerati y Solari y eso pasa.
F.D.: Nos pasó que mucha gente que la fue a ver no lo conocía a Martín y tampoco a su música. Venían y nos abrazaban a nosotros en las proyecciones, que llorando de emoción nos decían que a partir del documental iban a averiguar sobre él. La manera que tiene de contar toda su historia, es increíble. Mirá que lo he visto 20.000 veces y no me canso de hacerlo. Eso que la película es un fragmento cortito de todo lo grabado.
APU: ¿Hay alguna idea, en algún momento, de hacer algo con eso que quedó afuera?
F.D.: Creo que no, algunas cositas vamos poniendo en la página de la película, que no entraron. Parte de lo que fue toda la entrevista o material de esos cassettes que nos dio. Creo que hasta acá llegamos, fueron dos años de mover la película. Nosotros sentimos que con ella seguimos en contacto con Martín, trabajando juntos. Pero la idea es que el ciclo tenga un final. Y esperamos poder solucionar algunos temas burocráticos para poder subirla y que se pueda ver libremente.
APU: Justo te iba a preguntar por eso, tienen algunos problemas legales, entiendo que con las compañías.
F.D.: No tanto, es solamente con un músico. La verdad que se armó mucho revuelo y nunca fue la intención. No le dimos mucha más rosca al tema y estamos con la idea de que se solucione y buscarle la manera para que se pueda subir. Es que nos piden la película de muchos lados. Martín no fue conocido sólo en Argentina, con ANIMAL y con Cerati lo conoce mucho público latinoamericano. Poder subirlo a una plataforma y liberarla para que la puedan ver sería lo ideal.
APU: ¿Hubo algún contacto con el INCAA para exhibirla, por ejemplo, en el Goumont?
F.D.: No, justamente por todo este tema de los permisos. Digamos que teníamos el 99% de los permisos aprobados, pero que uno te trabe genera que no sea posible, entonces eso quedó en la nada.
APU: Pensaba que Martín supo y quiso borrar los límites entre las tribus, acercar los públicos, aportando a estilos completamente distintos y poder vivir y disfrutar de todos esos espacios.
F.D.: A las proyecciones vino gente de todos los palos. La manera que tenía de tocar también unía. Era fanático de Cerati y tocaba canciones de Soda Stereo con un ritmo acelerado en un riff de ANIMAL. Mi hermano fue siempre fanático de Soda Stereo, de chico, y yo era fanático de los Redondos: a nosotros también nos unió Martín.
APU: Ya que lo nombrás ¿cómo fue laburar con Diego y cómo se repartieron los roles en la construcción del documental?
F.D.: Con él laburo hace 20 años, tenemos una productora en La Plata que es 3 al cubo, y la verdad que siempre nos ha ido bien, con nuestras diferencias, pero la verdad que en eso nunca tuvimos ningún problema. Vengo del palo de la fotografía, él del video, del cine. Fui yo el que me metí un poco en su mundo, haciendo esto. Lo que pasa es que al documental lo arranqué y después se sumó Diego. De todas maneras, toda la parte técnica y cómo hacer un documental, el que más lo sabía era él, si bien yo venía grabando las entrevistas antes de empezarlo. Creo que repartimos bien las tareas, me encargué más de la parte de conseguir a los artistas y de las entrevistas, él de la parte más de producción donde yo no cazo un pomo. Es más, estamos con otros proyectos, ahora estamos justamente con un documental nuevo.
APU: ¿Cómo aparece Ale Taranto?
F.D.: Martín nos dice que hablemos con Ale. Lo llamamos y fue casi como automáticamente conseguir nuestro padrino de la película. Se prendió en todo, vino a La Plata a ver qué necesitábamos, nos llamó. Además es un groso, no sólo en el rock, sino también con los documentales, la tiene muy clara. La verdad que a nosotros nos dio una mano tremenda, nos ayudó un montón, nos sigue ayudando un montón, desinteresadamente. Como muchos más, gente muy grosa que la verdad que llamarnos por teléfono, decirnos venite a casa que te doy tal cosa. Alejandro fue casi parte del equipo, la música la hizo él.