De los primeros Redondos a Esbrújulas: diálogo con la cantante Laura Hatton

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    Laura Hatton
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De los primeros Redondos a Esbrújulas: diálogo con la cantante Laura Hatton

10 Noviembre 2024

Laura Hatton nació en Nueva York, pero vive en Argentina desde los 5 años. Desde siempre tuvo muy marcada su vocación por la música y ya en 1976 entró en el grupo vocal Buenos Aires 8 hasta su disolución, en 1982. Al año siguiente comenzó a dar clases de canto, algo que no ha dejado de hacer, tanto en el Instituto Superior de Música Popular como en su propio estudio.

Coach, entrenadora vocal, profesora de técnica y repertorio popular, estudiante crónica de flauta traversa y amante de la música brasilera, es toda una leyenda como sesionista, grabó con más de 100 artistas de muy diversos géneros, como Mercedes Sosa, Los Fabulosos Cadillacs, Ángela Irene, Leonardo Favio, Marilina Ross, Alejandro Lerner, Chico Novarro, Los Linces, Los Moros, Cacho Castaña, Sandra Mihanovich, entre otros. Hizo coros a Los Redonditos de Ricota en el emblemático primer disco Gulp y cantó en la presentación del disco en “Cemento”.

Sobre este hito y su actualidad en Esbrújulas, el grupo familiar que nos regala deliciosas canciones de jazz, conversó con AGENCIA PACO URONDO.

“Esbrújulas nos junta todos los jueves. Hago un lindo almuerzo porque me gusta agasajarlas, a ellas y a Goro (Rodolfo Gorosito), entonces hago un rico almuerzo. Después ensayamos hasta las cuatro y media, cinco de la tarde. Todos lo respetamos  porque queremos seguir con esto, es muy gratificante subirme al escenario con mis dos hijas. Soñado. Además, cantar con ellas también. He cantado jazz toda la vida y me produce mucho placer, es algo que, como dice Goro, lo hago medio de taquito, ni tengo que leer ninguna letra ni nada, estar con esa soltura. Esbrújulas me obliga a seguir estudiando flauta, sigo siendo una estudiante crónica de flauta traversa”.

Estoy bastante fundamentalista con el ‘de qué lado estás’. Nosotros (con su familia) tenemos la suerte de estar juntos, amuchados, y trabajando mucho llegamos raspando a fin de mes. Tenemos mucho miedo cuando vienen las cuentas y todo eso, pero hasta ahora vamos sobreviviendo. Me amarga muchísimo cuando veo la gente en la calle, me quiebro”.

“Me cuesta mucho bancarme eso, ver que compañeros están en la lona, que no pueden casi comer, inclusive algunos periodistas amigos. He estado hablando con alguno que los han echado sin ningún miramiento y me produce mucha tristeza. Me recompongo porque la música es sanadora, te disimula todas las cosas malas. Me pongo a dar clases y los pibes, con las ganas que tienen de cantar, me reviven y ellos reviven. Paso muchas horas dedicándome a algo que me gusta mucho, que es la docencia”.

“No sabía si podía ser cantante. Es más, no creo tener una gran voz. Creo que estudié y que tengo mucha cancha, algo que me dieron tantos años de hacer esto, esa ductilidad que te da ser sesionista, por ejemplo. Siempre fui muy imitadora, me sale bien. Hoy en día, con la técnica, mucho es imitar y es prueba y error”.

“Resulta que hay una banda tributo de que se llamaba Gulp, y se dan cuenta que yo todavía puedo hacer ese tipo de gritos a pesar de de ser una mina grande, y se divierten mucho, entonces me convocan a sus shows como invitada especial. Es como un volver a vivir, la gente haciendo pogo ahí enfrente, que hasta me preocupo porque veo alguna nenita que no debe tener 16 años y desaparece en una montaña de gente que está saltando. De golpe aparece otra vez yo me alivio. Me mantiene joven hacer ese tipo de actividades”.

“En la grabación del disco Gulp, Claudia (Puyó) y yo éramos el coro oficial, digamos y andaba por ahí María (Calzada). Ellos le dijeron “dale, vení”, viste como son de hippies. María no era una cantante, igual la invitaron y cantó medio como de atrás. Fue muy divertido, todo. En la grabación se tomó Coca Cola con Fernet, así que para cuando llegamos a “Criminal mambo” ya teníamos un mambo que pegábamos unos gritos líricos. Empecé a joder con eso y Claudia me secundó y ahí, el Indio enseguida dijo ‘¡sí! metan esa sonoridad dramática’. Nos matábamos de la risa”.

“Me gustan muchísimo los estándares de jazz. Una vez que los transité, me gustan algunos compositores que son muy finos, delicados como Michelle Legrand. Thelonious Monk, Charles Mingus, que no son los estándares más tradicionales”.

El vocalesse es un solo de un instrumento melódico arriba de una armonía de jazz estándar que salió tan bueno que alguien decide ponerle letra. Así es como Joni Mitchell le puso la letra a varios temas de Charlie Mingus”.

“El otro día estaba hablando con Alejandra Suárez, una bailarina con quien compartimos Hola, Susana, de cómo se fueron pronto un montón de gente. Era la época del SIDA, hoy no se muere nadie de SIDA. Fax, para mí, fue una experiencia divina, muy linda y estresante en su momento, porque daba clases en el Sindicato de Músicos donde entraba a las dos de la tarde y a las cuatro tenía que estar en el canal. Reina (Reech) me retaba porque llegaba siempre 20 minutos tarde, pero como era la que tenía voz para ir arriba, se hacía la tonta”.

“Después, ensayábamos una hora la coreografía. Nosotras audicionamos como cantantes, pero Reina se dio cuenta que no éramos tan duras para bailar y nos empezó a exigir como si fuéramos bailarinas. Muchas veces creí que me iba a matar en vivo, era como sobrevivir a cada programa”.

“También tengo unas anécdotas divinas porque me he cruzado hasta con Indra Devi, una vez, yo disfrazada horrible, era muy fanática en ese momento porque siempre hice yoga. Ella era la invitada de Nico (Repetto), fue divino verla, pero no me animaba a acercarme: ella con su túnica de color naranja, nada de pintura, y yo con unas pestañas postizas, un postizo así, una trola parecía”.

“La esperé cerca de una puerta por la que ella tenía que salir del estudio, ella pasó en frente mío, iba a llegar a la puerta y se paró; se dio media vuelta, me miró y vino con los brazos abiertos y me abrazó. Yo me quedé dura, abrazándola. Nadie entendía nada, ni yo. Ella percibió que yo estaba ahí porque quería abrazarla, muy impresionante”. “Cruzarte con los invitados de Nico, con Fito, con el Carpo. Pappo diciéndole a un DJ ‘por qué no te buscas un laburo en serio’, y nosotros muertos de risa, diciendo ‘Grande, Carpo’.

Para ver la entrevista completa:  

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