Jorge Costigliolo: "'De bichos y flores' es un disco fundacional del rock uruguayo posdictadura"

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Jorge Costigliolo: "'De bichos y flores' es un disco fundacional del rock uruguayo posdictadura"

15 Enero 2023

En diálogo con AGENCIA PACO URONDO el periodista y escritor uruguayo Jorge Costigliolo se refirió al libro que escribió sobre De bichos y flores (2001), el celebrado segundo disco de La Vela Puerca. En la nota, el autor destacó el rol de Gustavo Santaolalla como productor del álbum, de cómo el grupo, que también tiene una numerosa legión de seguidores en Argentina, masificó el rock al otro lado del Río de La Plata y la envergadura de letrista y compositor del Enano Teysera, líder y uno de los cantantes de la banda, entre otros temas. “Sin duda, el Enano es uno de los grandes compositores del siglo XXI y que, probablemente cuando se escriba la gran historia de la cultura uruguaya, tenga un capítulo propio, lo que sería justo”, remarcó.

Agencia Paco Urondo: Tenés un vínculo muy estrecho con La Vela Puerca desde sus comienzos ¿Cómo conociste a la banda?

Jorge Costigliolo: Con los chicos de La Vela Puerca somos de la misma generación. Los conozco prácticamente desde que empezaron, si bien no los vi en su ya famoso primer concierto del Bar El Tigre. Sí asistí a varias de sus primeras apariciones. En ese momento estaba en una radio comunitaria, me acerqué, pegamos onda y partir de ahí seguí en contacto muy estrecho con la banda. Lo cual me hizo ser testigo desde muy cerca de ese gran crecimiento que tuvieron desde los tiempos del under, donde cada vez convocaban a más gente, a grabar de manera independiente por el sello Obligado Records Deskarado (1998), después de ganar unas horas de grabación en un concurso.

APU: ¿Y la idea del libro como surgió?

J.C.: Cuando aparece la colección Discos de la editorial Estuario, aquí en Uruguay, a semejanza de 33 1/3, aquella célebre inglesa de libros sobre álbumes, de manos de un autor. Los primeros trabajos que se hicieron fueron sobre Los Estómagos, Cuarteto de Nos, Jaime Ross y la novela de Carolina Bello sobre Oktubre (1986), el segundo disco de Los Redondos. Entonces, yo quise hacer mi trabajo sobre De bichos y flores (2001), porque si bien no creo que sea la mejor placa de La Vela Puerca, sí estoy convencido que es el más emblemático. Se lo pedí al director del proyecto, Gustavo Berdecio, y me dijo que le dé para adelante. Y así fue que empecé a trabajar en este material sabiendo muy bien que el rock uruguayo con trompetas, aquí, es más bien visto casi con desprecio. Por eso, durante mucho tiempo, La Vela fue resistida por la prensa y buena parte del público, también, aunque a ellos les iba bien.

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APU: ¿Tardaste mucho en terminarlo?

J.C.: Fue un proceso largo que duró unos cuatro años debido a temas personales que se sumaron al proceso de investigación y escritura. Claro que no fue el único motivo de la demora, otro fue porque tanto el Enano Teysera como el Cebolla, los cantantes del grupo, viven en las afueras de la capital, giran mucho, y cuando no están de viaje se van de vacaciones para poder disfrutar a sus familias. Y en ese tiempo entiendo perfectamente que no tengan la disponibilidad de sentarse a conversar con un periodista, aunque tengo que decir que jamás me negaron una entrevista. Y otro tema fue dar con la figurita difícil para el libro que fue Gustavo Santaolalla, productor de De bichos y flores, que me llevó un año el poder contactarlo. Finalmente lo pude presentar de manera oficial en la primera mitad del 2022, en un evento organizado en el Cabildo de Montevideo, con la presencia del Enano y el Mandril. Lo cual fue un gran espaldarazo para el libro.

APU: Otro punto interesante que, me parece, aborda De bichos y flores, es que en su lírica está muy presente el clima de época. Donde se preanuncia el descalabro social y la crisis que se va a profundizar en Uruguay al año siguiente de la salida del disco.

J.C.: Justamente esa es una de las hipótesis que de alguna manera trabajo en el libro. Y que junto con otro álbum que me gusta y al cual le tengo muchísimo cariño que es Caída libre (2002), de La Trampa, son los que mejor describen el ánimo que vivían fundamentalmente los jóvenes a principio de este siglo. Pensemos que De bichos y flores llegó a Europa antes que la banda vaya de gira por primera vez, y eso se dio porque lo llevaban entre sus cosas los gurises que todas las semanas se iban del país a causa de la crisis. Por eso es que tanto este disco de La Vela como el mencionado más arriba de La Trampa contenían la rabia de contar cómo estaban haciendo mierda todo lo que se había construido hasta aquí, en Uruguay. En una democracia muy joven de la que solo habíamos transitado 15 años desde el final de la dictadura.

APU: Alguna vez, Indio Solari describió a muchos de los personajes que inundan sus letras como “desangelados”. Y una de las canciones más emblemáticas de De bichos y flores es “El viejo”, la historia de un homeless que era parte real de ese contexto de crisis social del que hablábamos antes.

J.C.: Absolutamente, hay muchos vasos comunicantes entre La Vela Puerca y Los Redondos en cuanto al tratamiento de los personajes. Aunque te digo que, lamentablemente, el panorama que describe “El viejo” es el mismo que se ve hoy en mi país, gobernado por Lacalle Pou. Porque cada vez que salgo a la calle veo más gente durmiendo a la intemperie y revolviendo los tachos de basura. En el caso del viejo Galeano del que habla el tema, fue un personaje emblemático que vivía en la calle por opción. Recuerdo que siempre lo podías encontrar en la placita de Williman, ubicada en Punta Carretas, donde La Vela tenía una salita de ensayo justo enfrente. Y si bien, como dijo el propio Mandril (autor de la letra), la canción no habla específicamente de Galeano, es un retrato de esas personas que también son parte de la cultura popular de países como Uruguay y Argentina.

APU: ¿Qué nos podés decir acerca del aporte como productor de Gustavo Santaolalla?

J.C.: Conversando en una oportunidad con él me dijo que para el disco en general no había tocado nada, que solo aportó algunos detalles. Y éste creo es el gran valor que tuvo y tiene Gustavo Santaolalla como productor. Un tipo que nunca va a hacer una obra propia a partir de la de los demás. intentando a su vez potenciar determinadas virtudes y valores que tiene un grupo de canciones para que suenen más y mejor. Por eso Gustavo, para De bichos y flores, sólo sugirió algunos arreglos participando incluso de alguna discusión sobre cosas puntuales que están en el libro. Como cuando, por ejemplo, le propuso al Enano que para “Por la ciudad”, tema que abre el álbum, cambie el final. Por lo cual el cantante se enojó, abandonó el estudio de grabación y después de pensarlo un poco se terminó dando cuenta que estaba bien la observación. Por otro lado, como Santaolalla también conoce sus puntos débiles, cuando hubo que trabajar ritmos de murga lo convocó a Alejandro Balbis, uno de los referentes del estilo acá en Uruguay y colaborador asiduo de Bersuit Vergarabat.

“De bichos y flores llegó a Europa antes que la banda vaya de gira por primera vez, y eso se dio porque lo llevaban entre sus cosas los gurises que todas las semanas se iban del país a causa de la crisis”.

APU: Me gustaría preguntarte también por el Enano como compositor. Porque tengo la sensación que, por lo menos en ambas orillas del Río de la Plata, no se dimensiona del todo el gran letrista que es. ¿Coincidís con esta apreciación?

J.C.: Creo que en buena parte del periodismo, los músicos y el público en general, más allá del fanático de La Vela, sí hay una conciencia que el Enano es uno de los grandes compositores del siglo XXI. Y que, probablemente, cuando se escriba la gran historia de la cultura uruguaya tenga un capítulo propio, lo que sería justo. Por otro lado y salvando las enormísimas distancias que hay de estilo, creo que Teysera, al igual que Jaime Ross y Alfredo Zitarrosa, traduce la cultura popular de su tiempo en un formato rock como nadie. Después, podemos discutir si gusta o no. Pero me parece súper original, auténtico y valioso lo que expresa en sus letras. Para terminar, y pensando en tu planteo, siempre me pasó de emparentar al cantante de La Vela Puerca con un autor e intérprete argentino fallecido hace muy poco, lamentablemente, y que para mi tiene mucha conexión en cuanto a la forma de escribir y los temas a tratar: Palo Pandolfo.

APU: ¿Cómo podrías explicar, si es que se puede, el ascenso tan vertiginoso de la banda cuya masividad, creo, alcanzó a todo el rock uruguayo?

J.C: La explicación que tengo a ese vertiginoso ascenso que se da a principios de los 2000 es que La Vela no era una banda de gueto, sino que nucleaba a tipos que dentro de sus limitaciones musicales intentaron hacer rock. Pero que además no le hicieron asco a los tambores, al teatro, ni al lenguaje cotidiano que, para cierta parte del público de rock que se creía ilustrado, era mala palabra. Por eso el grupo eligió hablarle a todo el mundo y ese crecimiento descomunal se dio en un contexto donde todavía no había internet, ni televisión por cable. Después, como vos decís, coincido en que hasta la irrupción de La Vela Puerca, el rock local no había tenido una avanzada tan masiva como la hubo a partir de ese momento. Solo estaba el antecedente de grupos como Níquel y Los Buitres que ya habían girado con cierta periodicidad por todo el territorio, abriendo muchísimas puertas. Por otra parte, la crisis económica a comienzos del nuevo milenio le impidió a los productores poder traer números internacionales, lo cual facilitó que bandas como La Vela, NTVG, Cursi, Plátano Macho y Peyote Asesino tuvieran más espacio para mostrar su música.

APU: Para terminar ¿Cómo creés que el grupo recuerda a De bichos y flores?

J.C.: Si bien lo recuerdan como algo destacado que hicieron y que es parte de su carrera, no lo dimensionan tanto en cuanto a la importancia que tiene ese disco, al menos es la sensación que yo tengo. Quizás por esa modestia que tienen los músicos o porque, como habitualmente dicen, el mejor disco es el que está por venir. De todas maneras, De bichos y flores es un álbum fundacional para el rock uruguayo posdictadura y un mojón en la música popular de mi país.