La Lealtad: historia de un poema que es parte de la mística militante
Por Marcos Bauzá
Aquellos que somos militantes tenemos recuerdos bien vívidos en nuestros corazones y mentes. Algunos, sin duda, forman un hermoso glosario de anécdotas. Permítanme relatarles una de tantas que sé va a conmoverlos por su contenido y por lo que implica en cada uno de los que llevamos adelante el proyecto nacional y popular, que pone como estandarte a la Patria en un lugar elevado de nuestro inconsciente colectivo.
Mi nombre es Marcos Bauzá. Mis amigos me dicen Marx. Soy artista visual, poeta y militante del proyecto nacional y popular. Me defino como un trabajador incansable de la cultura. A principios de octubre de 2015, mientras formaba parte del equipo de La Cámpora Comunicación con vistas a la intensa campaña electoral para visibilizar y dar a conocer a nuestros candidatos y candidatas con nuestras propuestas pasó lo siguiente. Un compañero a cargo del equipo recibió un recado especial de nuestra organización a nivel nacional. Teníamos que preparar un spot publicitario para YouTube y demás redes sociales de nuestro espacio político referido al 17 de octubre: día de la lealtad. Inmediatamente, esta persona puso su mano en mi hombro y me dijo: compañero, necesitamos tus dotes poéticas y tu arte porque este es un pedido muy importante y tiene que salir algo hermoso y que agite los latidos del pueblo. No dudé ni un minuto. Le dije que tendría un guion al día siguiente. Sin embargo, mientras volvía a mi casa de Las Talitas, en el colectivo esa noche, sentí unas irrefrenables ganas de escribir. Lo hice de un sólo tirón y al llegar a mi casa me acosté con un gran fulgor en mi pecho y me dediqué a terminar el poema que titulé La Lealtad. Lo revisé. Le corregí algunas cuestiones gramaticales y de forma. Lo pulí con amor e inmediatamente terminado se lo envié por WhatsApp a mi compañero. Puso un Emoji sonriente, unos dedos en v y un corazón. Lo leo bien y mañana conversamos. Al día siguiente, me dijo en persona que estaba tremendo, que le encantaba pero que por cuestiones relacionadas con la estructura audiovisual quizás habría que recortarlo un poco. No hay problema, cumpa. Todo bien, le dije. Lo importante es que la esencia se mantenga y le llegue a la gente. Tras algunos días, el compañero me dijo: “Nos dieron el ok. Les fascinó el poema. Creen que puede salir algo muy hermoso de él”. En ese momento, estaba muy emocionado. Con el resto del equipo, conformado por editores de video y fotógrafos, nos pusimos a la tarea de representar los valores y sentimientos que expresa el poema, con guiños sutiles a nuestra construcción política y los sueños que habitan detrás de cada uno de nuestros pensamientos, sentimientos y actos cada vez que nos ponemos a militar.
De este equipo fueron parte también José Luis "Coyuyo" Barrionuevo, Nicolás Núñez, Gastón "Deprez" Pérez Cabral, Marcelo Lencina, Checha "Mono" Paz y Jorge "Giorgio" Rivero. Para la voz en off, conseguimos un locutor que le dió un toque maravilloso a la pieza y el resultado fue exhibido en un multitudinario acto de Axel Kicillof como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. ¡Vaya! ¡Ese dato no lo tenía! Para mí fue una gran sorpresa. Me conmoví aún más cuando me dijeron que el video fue estrenado en pantalla gigante para miles de personas en un estadio. Me sentí uno más en la multitud. ¡No lo podía creer! Me imaginé siendo Ringo Bonavena subiendo al ring del Luna Park, con la música de la película de Rocky Balboa. Un flash muy hermoso, claro. Al final del discurso de Axel cayeron papelitos, sonó un carnavalito pop y los candidatos junto a las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo se fundieron en abrazos con Axel, en el escenario. Hebe de Bonafini estaba allí y se la veía muy feliz. Los que estuvieron allí seguro asistieron a un momento místico cargado con toda la magia de quién siente el peronismo fluir por sus venas. Hay un video del discurso de Axel contra el neoliberalismo, hablando de los buitres que revolotean siempre sobre la patria junto al FMI. En él, Andrés Cuervo Larroque asiente con su cabeza a cada línea, como dándole énfasis a todo lo que allí se dice. Y no es el único, somos muchos los que pensamos y sentimos lo mismo.
El spot del día de la lealtad puede verse en la cuenta oficial de La Cámpora en YouTube pero aquel día fue visto por más de diez mil personas, en vivo. Mis ojos se llenan de orgullo y emoción cada vez que lo veo. No sólo por mí sino por el inmenso trabajo colectivo que hay detrás, tanto de mis compañeros en La Cámpora Comunicación de Tucumán como el de cada uno de los que cree en estos ideales.
Pasaron las elecciones, ganamos algunas bancas y perdimos la presidencia. Fue un momento duro e intenso para todos. Al tiempo, mis compañeros de la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer sugirieron que produzca un fanzine de poesía para alegrar el espíritu de la alicaída militancia, durante los albores del macrismo. Con mucho esfuerzo y pasión me entregué a esa tarea y configuré el conjunto. Seleccioné los poemas, maqueté y diseñé el libro en formato fanzine porque como se imaginarán es muy difícil para un poeta del interior conseguir editorial y todo eso. Quedó una pieza icónica de 28 poemas que en la tapa tiene una obra de Banksy arrojando un ramo de flores con furia. Todos son poemas militantes. Todos estuvieron en la lucha junto al pueblo mientras el neoliberalismo desguazaba todo y dejaba tierra arrasada. Allí, en las páginas 22 y 23 se encuentra el que es ahora todo un clásico de mi producción: La Lealtad.
Ese poema fue leído innumerables veces: en un acto por la memoria de Néstor Kirchner donde también colaboré pintando un mural, en un café literario en el Partido Justicialista de Tucumán, en diversas actividades con los pibes y pibas de la Juventud Peronista, en algún evento con las Madres de Plaza de Mayo de Tucumán en la Plaza Independencia, en ciclos de poesía, en ocasiones culturales de todo tipo, en la inauguración del monumento dedicado a Evita que hizo mi amigo Gabriel Bazán en la rotonda del pie del cerro en Yerba Buena y también en la presentación del libro como tal, que tuvo lugar tres años después de ser lanzado al mundo, en mi barrio, en mi ciudad Las Talitas que es la más joven de mi provincia junto a Connie Sagripanti otra poeta y militante por los derechos de las mujeres. Aquí Eugenia Valoy García y Romi Carrizo abrieron un centro cultural, a sólo siete cuadras de mi casa, que se llama Tu Punto de Encuentro. Titulamos al evento como La calma que antecede al huracán, como dice una balada de Los Auténticos Decadentes. Fue mágico. Fue hermoso.
El poema se volvió popular y no había choripaneada o locro patriótico sin él. En el libro hay otros poemas preciosos, pero a este le guardo un cariño muy especial, por toda su historia y proceso creativo. Estamos hablando de un poema. ¿Se dieron cuenta? Es un poema cuya fuerza y discurso me exceden como escritor. Es un poema que pertenece al pueblo.
La noche que vino Axel Kicillof a Tucumán fui a verlo al Club Central Córdoba y luego por cortesía de un compañero logré caer en una choripaneada hermosa del sindicato de empleados de correos, a metros del estadio de Atlético Tucumán. En mi mochila llevaba el libro de él que había comprado recientemente y un ejemplar de Los ideales y las flores. Me acerqué con una lapicera magenta y le pedí que me firmase el libro. Fue muy amable. Sonrió. Me preguntó mi nombre. Marx Bauzá, le dije. Estampó su dedicatoria y aproveché para regalarle mi libro autografiado. Re humilde mi libro: un fanzine con tapas celestes de cartulina. Una belleza. A Cristina Fernández de Kirchner intenté acercarle dos veces el libro. A ella también le escribí otros poemas, pero esa ya es otra historia.
La Lealtad
La lealtad es una pasión que ruge en los latidos.
La lealtad es entrega y compromiso.
La lealtad es construir con los compañeros y compañeras, ese país que merecemos.
La lealtad es creer que esta es nuestra hora, la de los valientes y justos.
La lealtad es despertar y seguir soñando, juntos con las transformaciones urgentes.
La lealtad es hacer realidad eso que sentimos y pensamos.
La lealtad es abrir caminos y transitar la vía del progreso colectivo. Esa que nos lleva lejos, bien lejos y nos acerca.
La lealtad es volar con orgullo y sostener las banderas soberanas de nuestra patria en lo alto, lo más alto. Arriba, allá arriba. ¿Ves? Como un barrilete cósmico, como una saeta, como un gol de media cancha.
La lealtad es el combustible que mueve los corazones de cada argentino en cada pueblo, en cada ciudad, en cada barrio, en cada abrazo, en cada emoción.
La lealtad es encender el fuego que habita en cada ser humano que necesita de vos y de mí.
La lealtad es iluminar las calles del olvido y la penumbra.
La lealtad es el brillo en los ojos.
La lealtad es estar dispuestos a todo, a amar sin recelos ni rencores.
La lealtad es vencer al odio, dando la batalla cultural, la que nos incluye a todos y todas.
La lealtad es un carnaval, una fiesta del pueblo, nuestras voces unidas en la más maravillosa música.
La lealtad es pintar esta vida con hermosos colores y agitarlos al viento, convencidos que lo mejor somos las personas, los que hacemos día a día, los que amasamos el cotidiano, los que sabemos que esto es irreversible, los que trabajamos sin pedir nada a cambio más que una sonrisa, los que sabemos que la patria es
el otro y que esto no fue magia.
La lealtad es algo que no tiene precio.
La lealtad es cuidar lo que tenemos y apostar a eso, convencidos de la derrota de la tristeza.
La lealtad es alegría y virtud.
La lealtad tiene siete letras como cada color del arco iris.
La lealtad es un poema que nace al alba de las causas nobles, justas y lindas.
La lealtad sos vos, él y ella, somos nosotros. Todos juntos dando lo mejor, lo más precioso,
nuestras vidas acompañando este hermoso sentimiento, estas ideas, estas palabras, esta libertad, estos sueños.
La lealtad es construir esta Patria Grande, encantadora y diversa, libre, igualitaria y llena de gloria y suspiros.
Eso. Eso es la lealtad.
*Marcos Bauzá: militante del proyecto nacional y popular, artista visual, poeta.