Marcia Amoroso: “El Condon Clú cruzaba el espíritu del rock, el erotismo y también una campaña por el sexo seguro”
Marcia Amoroso, creadora junto a Jorge Pizarro de las fiestas del Condon Clú, conversó con AGENCIA PACO URONDO sobre este mítico evento de los 90 que volvió a realizarse este año.
Agencia Paco Urondo: Regresó esta mítica fiesta que, cuando uno iba a ver a las bandas de rock en los 90, inevitablemente terminaba en el Condon Clú.
Marcia Amoroso: Eso pasó hace 30 años. Durante todos estos años, muchas veces me ofrecieron volver a hacer la fiesta, pero eran épocas donde se hacían otras cosas. Bueno, nosotros después hicimos Ave Porco, trabajamos mucho en gestión cultural, era como otro momento.
No sé si fue la situación política, el sentimiento y el estado de ánimo, que surgió un grupo de homenaje al Condon en las redes de Facebook y ahí, a nosotros se nos disparó algo, que también tiene que ver con lo que se disparó hace 30 años, que es un ámbito donde el rock and roll juega como pertenencia, donde se empieza a sentir esa rebeldía.
Tuvimos estos grandes aliados que son los chicos del C Art Media, que toda esta experiencia de los últimos años de hacer fiesta que nosotros no teníamos, ellos sí la tienen. Hicimos una muy buena síntesis entre todos. Cuando el primero de marzo se hizo la primera fiesta, nosotros pensamos que no iba a haber tanta gente de antes y había mucha gente de ese momento, la mística estaba intacta.
No lo podíamos creer, la gente se abrazaba, lloraba y nosotros tratamos de mantener prácticamente todos los iconos. Algunas cosas hubo que reformularlas, sobre todo el erotismo, porque estamos en una era completamente diferente. Esos son los desafíos que todavía tenemos.
APU: Decís que se recuperó la mística, pero hubo una primera vez, allá por el 4 de octubre del 91 ¿Cómo fue que la pensaron?
M.A.: En realidad, no pensamos nada. Jorge y yo éramos militantes universitarios, particularmente del peronismo. Cuando sucedió lo de Walter Bulacio, iniciamos junto a varios compañeros todos los recitales denunciando lo que había pasado. Eso en paralelo a la gran decepción como militantes que teníamos del menemismo, no entendíamos nada, medio que empezamos a ralearnos, a irnos de todos los ámbitos de militancia que uno tenía.
Nos preguntamos “¿y si hacemos una fiesta de rock?”, se empezaron a juntar algunas cabezas que en ese momento no eran ni genios ni nada, como Fabián Polosecki… Es increíble, ahora estoy en un bar ubicado en la esquina donde nació el Condón: Puan y Pedro Goyena. Yo iba Filosofía y Letras y ahí vivía Carlos Andino, que era músico y fue uno de los primeros DJ, además de que fue a quién se le ocurrió el nombre del Condon Clú.
Con el nombre, nosotros le queríamos dar una cosa un poco transgresora y erótica, pero a su vez corrían los años 90 donde recién empezaba a saberse qué era el SIDA en la Argentina y no había mucha conciencia. Los tratamientos no existían y las personas que tenían positivo eran bastante discriminadas, nos animamos a cruzarlo a este tema y empezamos a tratar de conseguir preservativos gratis. A veces lo eran, a veces los pagábamos.
Ahí se produjo este fenómeno de un poquito de resistencia porque cruzaba el espíritu del rock, el erotismo y también una campaña por un sexo seguro que era muy sorprendente. Así surgió y la ventaja fueron las redes. En ese momento no había redes sociales, pero sí había redes de compañeros en la Facultad que potenciaron, hicieron sinergia.
APU: Y las bandas ¿Cómo hicieron para que grupos como Las Pelotas, La Bersuit o Los Piojos se engancharan con la propuesta?
M.A.: Fue de a poco eso, pero también hay una cuestión cronológica, de crecimiento de esas bandas. Nosotros no buscamos mainstream, sino aquellas que podían cortar 500 entradas. Nunca quisimos perder el concepto fiesta. No es un festival, no es un recital, es una fiesta en donde hay una banda invitada. Hubo muchísimas ediciones del Condon donde no hubo banda. Fueron fiestas temáticas sin bandas.
La primera que apareció no vino por el lado de la música, sino más bien por el lado del circo y las performance, que fueron Los triciclos Clos. Después empezamos un poquito a buscar, en un principio bandas más chicas. El hit del Condon que fueron Las Pelotas o Bersuit, eran bandas que estaban naciendo, fueron creciendo con nosotros. Fue un fenómeno de sinergia (con algunas bandas, no voy a presumir porque no fue con todas), hay bandas con las que el Condon hacía una combinación explosiva, nos potenciamos mutuamente. Las Pelotas, Los Piojos, La Renga tocó una sola vez, ya después disparó mucho. Los Auténticos Decadentes, Memphis, aunque Memphis ya estaba consolidado.
APU: Hubo algo muy triste y tremendo que afectó mucho a la escena del rock de los 90, que fue Cromañón ¿En qué crees que la conmovió y si particularmente alcanzó esa afectación a la fiesta del Condon?
M.A.: Nosotros terminamos antes las fiestas del Condon. Dejamos de hacerlas en el año 97 y previo aviso, pusimos otro formato, una discoteca que se llamaba Ave Porco que tenía otra estética, mucho más de música electrónica, moda, teatro under. Ya veníamos viendo una situación demasiado peligrosa en los últimos años de los 90, con la crisis del país. Estaba muy agresivo el público, se había complicado demasiado y las reglas no eran claras.
No eran claras con la Municipalidad, hacia adentro, con la policía, no eran claras con nadie. Fuimos muy cuidadosos, siempre, con el público, teníamos sistemas de círculos concéntricos de seguridad. Los pibes estaban cuidados por nuestros propios compañeros, después estaba la seguridad privada y por último la policía. Pero ya estaba complicado, habíamos pensado otro proyecto y viendo que éste estaba denso, dejamos de hacer las fiestas. Lo de Cromañón fue casi 5 años después.
Fue una tragedia en todo sentido, no solamente para el rock. Lo fue para la juventud argentina, para los emprendedores culturales que estuvieron en la Capital Federal sin reglas durante mucho tiempo o reglas esquizofrénicas, exigentes, era muy difícil generar cosas. Y pasó lo que pasa siempre: se monopolizó, porque había que tener tanta plata para tener todo habilitado que lo pudieron hacer nada más que los grandes boliches. Además de la desgracia, obviamente, de las vidas y de los pibes y de todo, pero creo que fue triste en la vida cultural.
APU: ¿Cómo nació la idea de Ave Porco, con todo ese bagaje under, en un tiempo donde preponderaba otro circuito que era el de discotecas un poco más chetas, como Pachá?
M.A.: Nosotros siempre fuimos lo anticostanera. El Condon, directamente fue el rock chabón, el rock barrial, siempre fue una fiesta nacional y popular en todo punto de vista y queremos que siga siéndolo. Por algo, a uno hoy le dan ganas de hacerlo, porque también se necesita un lugar para gritar algunas cosas.
En Ave Porco era un poquito más sofisticada, la propuesta. Fue interesantísimo lo que sucedió ahí, el under de los 90 en sus expresiones más avanzadas, desde Muscari que empezó ahí, prácticamente, pasando por Urdapilleta, Tortonese. Cris Miró venía todos los sábados cuando terminaba de trabajar. Ni hablar de alguien que hoy sigue en el Condon y seguirá de por vida porque es mi mejor amigo, Mosquito Sancineto, que estaba como Resident.
“Estamos en la búsqueda de por dónde pasa la transgresión y el erotismo, hoy, con tanta tecnología y tanta deconstrucción”.
Haydar, Trincado, Carla Tintoret, los DJ de los 90 pasaron por ahí, creo que el único que no pasó fue Cattaneo. Todo lo que era la moda, diseño de indumentaria, empezó a tener un lugar impresionante como ahora la gastronomía.
APU: Pienso en un Sergio de Loff.
M.A.: ¡Claro! Me estaba olvidando de Sergio que hizo toda la ambientación y la reforma. Sergio y Beto Bota. Ahí cruzamos mucho con el tema de la moda, con todos los diseñadores independientes que surgían. Después, los viernes hacíamos muchas bandas indie y el sábado la fiesta. Estoy muy orgullosa de lo que culturalmente hizo Ave Porco, fue muy disruptivo y cobijó expresiones de todo tipo.
APU: Es que Ave Porco se inscribe dentro del circuito cultural junto a Caniche, El Dorado, Morocco.
M.A.: Por supuesto. Es más, si te daba el cuero hacías todo ese circuito. Ahora no me daría ni para el primero (risas).
APU: ¿Qué extrañás de aquel Condon de los 90, otro mundo, otra historia, para esta etapa actual y qué de ésta te gustaría haber tenido en la anterior?
M.A.: Lo que me hubiese gustado es contar con todo el profesionalismo, la tecnología y un lugar tan hecho para el Condon como es el complejo Art Media. Nunca tuvimos un lugar tan armadito, prolijo, con tantos resguardos. Cuando Nacho Saavedra y Achu me invitaron a la inauguración, yo les decía “pero esto lo pensaron para el Condon”. Eso me hubiese gustado tenerlo, y ahora lo que me gustaría tener son más bandas en estado de rock and roll.
Más que rock and roll tradicional, bandas emergentes, me está costando encontrar esas bandas emergentes. El desafío hoy es ver si el Condon se aguanta o podemos utilizar bandas con otro perfil tipo Los Bándalos Chinos, Las Ligas Menores, El mató. Nos está faltando encontrar eso.
Otra cosa en la que estamos en la búsqueda es por dónde pasa la transgresión y el erotismo, hoy, con tanta tecnología, con tanto vídeo y por otro lado con tanta deconstrucción. No te olvides que el rock chabón es muy heteronormativo. Se te complica, no podés replicar lo que nosotros hacíamos hace 30 años, ni yo estoy de acuerdo ahora. Tengo dos hijos de 25 y 30 años, me matan si hago eso.
APU: Esto del erotismo, teniéndolo a Mosquito como anfitrión ¿Lo charlan con él, lo piensan juntos a la hora de encarar una perfomance?
M.A.: Gracias a Dios, Mosquito que está en el escenario todas las semanas, ayuda bastante. Tenemos una crew absolutamente diversa, con todos los personajes habidos y por haber. El problema está en las performance, pero vamos bien. En realidad no estoy preocupada, sino que vos me hiciste la pregunta de cuáles son las diferencias y es eso. Ahora queremos hacer como una especie de casita feliz, donde vos podés entrar y Mosquito te incentiva a que desarrolles tu fantasía erótica en una foto, con nuestros Sados y Hades.
APU: Cómo fue ese reencuentro con la marca Condon Clú?
M.A.: Fue una cosa increíble, la gente te reconoce más de lo que vos la reconocés, pero el amor, el entusiasmo y la locura que había era increíble. También hay cosas uno busca, por ejemplo Dany Buira, de La Chilinga. Siempre fue un amigo de toda la vida, aparte de tocar en Ritual, vino con La Chilinga. Primero iban a venir 20, al rato me dice “Marcia tengo que meter 70, porque todo lo que están en Villa Gessel, todos los profes quieren estar en el Condón”. Así que vinieron 70 tambores porque no había uno que se quisiera perder la fiesta. Pasan esas cosas que son muy emocionantes, muchos amigos productores que vinieron a bancar, vamos a ver qué pasa con las próximas.