Muestra colectiva en el Rojas: ¿Podría haber sido diferente, en serio?

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    Diego Wisniacki muestra en el Rojas
    Foto: Diego Wisniacki
ENSAYO

Muestra colectiva en el Rojas: ¿Podría haber sido diferente, en serio?

07 Julio 2024

Una tensión atraviesa la muestra colectiva que hay en este momento en el Rojas, en el año de su 40 cumpleaños: ¿qué significa fotografiar? La muestra se llama: Podría haber sido diferente, y los fotógrafos que exponen son Sofía Ungar, Judith Rodríguez, José de Rocco, Diego Wisniacki y Christian Díaz.

Como sabe cualquiera que alguna vez pretendió comentar una foto, fotografiar es un cantar, escribir sobre ello es otro. Fotografiar en la era digital tampoco es lo mismo que haberlo hecho en el pasado analógico —de hecho, siempre me pregunto si no es un error conceptual seguir llamando fotografía a lo que se hace hoy, pues es una práctica totalmente diferente a lo que significaba fotografiar antes (salvo por la gestualidad).

Del momento que se consideró a la fotografía como una obra de arte, a hoy, que un niño o niña de dos años anda “fotografiando” o “registrando fotográficamente” el mundo como si nada, se produjo una inversión radical. Esto sucedió en el lapso de tiempo de una vida: en nuestra infancia la foto era un registro de eventos especiales, un rollo de 24 fotografías duraba un año o más, existía el “negativo”, existía una incertidumbre entre lo que uno “tomaba” y lo que quedaba “registrado” (nunca se sabía si en el momento del clic nuestra pose fotográfica nos traicionaba y terminábamos haciendo una mueca horrible). Hoy lo que “fotografiamos” lo chequeamos de inmediato y si no nos gusta, rearmamos la escena para volver a registrarlo.

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Foto de Jose De Rocco
Foto: José De Rocco

Si no es sencillo escribir sobre fotografía, mucho menos lo es sobre una muestra colectiva. El título es sugestivo, pues es verdad que todo podría haber sido diferente. Pero eso diferente es precisamente lo que la fotografía no puede registrar, pues ella se especializa en “eternizar” lo que es, lo que hay. La foto de una persona envuelta en algo durmiendo en la vereda, debajo de una ventana, enmarcada, colgada al lado de otra foto en la que se ve una mesa de jardín espejada que pareciera estar reflejando un cielo nublado. La fotografía de una lechuza hegeliana a punto de levantar vuelo al atardecer colgada debajo de un “cínico” farol encendido. Son algunas de las obras que eligió José De Rocco para mostrar en esta ocasión. Todo hubiera podido ser diferente. 

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Foto de Sofia Ungar muestra Rojas
Foto: Sofía Ungar

Las fotos de Sofía Ungar, principalmente la que ella colocó de manera vertical, cuando evidentemente es la foto de un desnudo de mujer acostada (o esa es mi impresión), también nos interpela con la consigna de que podría haber sido diferente. Pero ¿por qué? ¿O cómo?

Lo cierto es que yo me acerqué a esta muestra porque expone mi amigo Diego Wisniacki. Sus fotos yo ya las había visto, están en su libro Jufré (el video, la otra obra que él expone, lo conocía por fragmentos y verlo entero en una galería por suerte lo recontextualiza de otro modo: ya no es el video que alguien muestra de su familia). En el libro las fotos tienen el orden sucesivo que impone el medio: una o a lo sumo dos por página. Acá Diego eligió ponerlas una al lado de la otra, unas sobre otras, y armar una especie de aleph de su propia historia. Lo extraño, lo hermoso es que él elige contar fotográficamente su historia sin casi aparecer nunca en las fotos —según testimonios cercanos, tampoco estamos seguros de que él haya sido el encargado de sacar todas esas fotografías acumuladas por años, guardadas en alguna caja y reflotadas en ese momento de su vida en el que la física ya no alcanzaba para cubrir sus pulsiones artísticas.

¿Qué veo en este cuadro irregular en el que Diego eligió colocar sus fotos (es decir, las fotos de sus seres más queridos, sus padres, sus hijas)? Veo que por suerte, gracias a algún dios extraño (quizás el dios de los físicos), esta vida no fue diferente y esta vida fue lo mejor que una persona, él, pudo hacer. Es una vida de felicidad. No su felicidad, lo que sería mezquino y egocéntrico, sino la felicidad de los que él más ama.