Pacho O' Donnell: "No hay que vivir la vejez como una tragedia, sino como un desafío"

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LIBROS

Pacho O' Donnell: "No hay que vivir la vejez como una tragedia, sino como un desafío"

28 Diciembre 2023

El historiador, dramaturgo, médico psiquiatra, psicoanalista, exsecretario de Cultura en la Argentina Mario Ernesto O'Donnell, más conocido como “Pacho”, escribió un libro sobre la vejez titulado, justamente: La nueva vejez. Y se pregunta en la tapa del mismo si es “¿La mejor etapa de nuestras vidas?”.

En esta interesantísima charla con APU sostiene que la vejez es la etapa más larga de nuestras vidas, y reflexiona sobre el miedo de la sociedad a ser viejo, palabra que reivindica.

A sus 82 años el escritor que es furor en redes, muestra ahí como hace pesas y tiene una espalda envidiable, a los 63 años le diagnosticaron una insuficiencia cardíaca y le recomendaron hacer ejercicio. Pacho nos deja muy en claro que ser viejo no es nada malo, sino todo lo contrario, se puede vivir muchos años, hay que tener proyectos y sociabilizar. Y no cree en la vida eterna, eso no tiene sentido, dice.

APU: ¿Cómo surgió la idea de hacer el programa “Prócer” que se emitió por la TV Pública?

PO: Fue una muy buena idea, que no fue mía, el programa tenía dos escenas: la primera era el actor o actriz preguntándome características del prócer para poder representarlo, cómo era Juana Azurduy, cómo eran las relaciones amorosas de Roca, cómo era la personalidad de Belgrano. Y la otra escena era ya la entrevista, ó sea yo entrevistando al prócer y eso editado, daba un buen resultado. A mí me gustó mucho hacerlo. Fueron 6 capítulos, después vino el final de la gestión. Espero que a alguien se le ocurra retomarlo, porque quedaron algunos próceres maravillosos para interpretar.

APU: Programas como ese solo se pueden ver en la TV Pública o en canales de cable, ni por casualidad en los canales principales ni en horarios centrales. En esos canales solo se habla de la vida privada de los famosos…

PO: Desde una especulación conspirativa podría decir que hay un proyecto sistémico de aturdir, de estupidizar, a ese fenómeno del rating suponen que este tipo de programas no son atractivos, es una lástima, uno ve el decaimiento de la cultura.

Inclusive fíjese, que en los discursos políticos ya no hay citas, antes se extrapolaba una frase de Borges, de Ortega y Gasset, porque se suponía que la persona que hablaba tenía un nivel de cultura que le permitía citar, aunque sean frases arrancadas de algún libro de citas, ahora ya ni siquiera eso, ya ni vale alardear de tener un cierto nivel de cultura.

APU: Lo poco que se lee, creo que también tiene un poco que ver con eso.

PO: La extraordinaria pérdida de protagonismo que tiene el libro en este momento en la sociedad, ya gente ha dejado de leer, eso está muy claro. En vacaciones, en la playa la gente leía y se ponía al día de lo que no había podido leer durante el año. Creo que leer ayuda a pensar, a entender. Lo que pasa que leer requiere una actitud contemplativa, de concentración que hoy es muy difícil tener.

Yo tengo una actitud cuando escribo, yo escribo sabiendo que el lector se quiere ir rápido del libro en la primera de cambio, ósea que uno tiene que poder agarrarlo al lector y sostenerlo en la lectura, porque hay una cantidad de factores que lo van a ayudar a dejar el libro, se va a distraer, por eso es muy importante que el principio del libro sea atractivo.

APU: Refiriéndonos a su último libro “La nueva vejez” me gustaría saber: ¿Por qué hay tanto miedo a ser viejo?

PO: Hay una versión cultural muy oscura de la vejez, se supone que los viejos somos, depresivos, aburridos, solitarios, enfermos, y que decimos cosas que no interesan. En mi libro lo que propongo mostrar es que no tiene porque ser así; que es posible tener una buena vejez, una vejez activa, dinámica, erótica, creativa.

Por ejemplo yo tengo 82 años, si la vejez empieza a los 60 años, ya tengo 22 años de vejez, muchísimo tiempo. Donde se puede estudiar una carrera universitaria, como para cumplir muchos proyectos, muchos anhelos. Actualmente la vejez es la etapa más larga de nuestras vidas, cuando se tiene el privilegio de llegar a viejo, es más larga que la infancia, que la adolescencia, que la juventud, tanto o más larga que la adultez; entonces, eso crea la instancia de tener la disposición para aprovecharla. O sea no vivir la vejez como una tragedia sino como un desafío, eso es una clave.

APU: Recuerdo los últimos años de vida de mi padre, antes de fallecer, que ya no podía hacer las cosas que solían hacer, y decía que se sentía un”inútil”…

PO Eso pasa porque muchas veces las personas mayores nos dejamos atrapar en el prejuicio de la vejez y entonces no se logra superar esa especie de decreto de que ser viejo es: jubilarse y después morirse. Creo que hay que tener la actitud, por supuesto cuando las circunstancias están a favor, cuando uno es una persona mayor en la pobreza o en la miseria, mucho no puede hacer más que tratar de sobrevivir. Si las circunstancias se dan un poco más favorablemente hay que tener una actitud de saber que la vejez es una etapa que seguramente presenta dificultades. No es fácil ser viejo, habrá problemas de salud, la vejez enfrenta perdidas; la vejez es sinónimo de perder cosas, amigos, relaciones, perder trabajos, eso es de alguna manera lo que hay que enfrentar y sacar el mejor provecho de esa cantidad de años que uno vive como viejo.

APU: Hay cierto temor a usar la palabra viejo, ¿no?

PO: Yo uso la palabra “viejo”, que es una palabra muy incómoda, justamente por el prejuicio de la vejez, se supone que no se puede decir viejo o vieja, y no, hay que reivindicar esa palabra. De hecho la palabra viejo es la que más sinónimos tiene en el diccionario español, mucha más que niño, que joven, es como que le esquivamos: Tercera edad, abuelo, abuelito….

APU: Ud. habla mucho de tener proyectos en la vejez.

PO: Sí, yo dijo que la vejez mala empieza cuando los proyectos son derrotados por los recuerdos, es muy importante tener proyectos, es clave. Cuando yo digo estas cosas no es en abstracto, sino que está científicamente demostrado que prolonga la vida, una persona mayor que tiene proyectos vive cuatro o cinco años más que una persona que no los tiene, una persona mayor que socializa, es decir que no se encierra en la soledad, el viejo en el fondo de la casa, por ejemplo, sino que va a centros culturales, que se incorpora a grupos de ajedrez, de cocina, de arte, es bueno que la persona mayor se sienta parte de un grupo donde se lo necesita y se lo espera eso es fundamental para una abuela o abuelo, y eso los familiares lo deben saber. A veces no se trata de sacar a pasear al “abuelito” un domingo de vez en cuando, sino ayudarlo a incorporarse a actividades grupales.

APU: El Covid sin dudas hizo estragos con los viejos.

PO: El Covid tuvo en las personas mayores a su cliente principal, porque muchas personas mayores aceptan que la vejez es sinónimo de decadencia, entonces la soledad, la falta de ejercicio físico, etc., etc. Y eso disminuye el aparato inmunológico, entonces el Covid encontró muchos sistemas inmunológicos decaídos. Es importante que nosotros las personas mayores no obedezcamos la imposición cultural que dice que los viejos tenemos que ser de determinada manera.

APU: Pasa en ciertos bancos donde la mayoría de sus clientes son gente grande y les mandar a hacer todos los trámites por la web…

PO: Claro, porque también ahí aparece ese de que los viejos no sabemos usar las redes, y muchos viejos aceptan eso. Recuerdo una publicidad de ANSES donde se decía que el nieto debía ayudarlo, no, los viejos estamos en perfectas condiciones de manejar las redes, es cuestión de que nos convenzamos de que podemos hacerlo. No hay que aceptar que las redes sociales son solo de los jóvenes.

A veces los viejos no tenemos la capacidad de subirnos a un colectivo para ir a juntarnos, por eso es bueno formar partes de grupos de whatsApp para poder enviar mensajes y tener una relación activa con alguien donde va y viene la charla, es muy importante para el esquema de sociabilización aunque sea a distancia, es muy importante que los viejos se manejen con redes sociales.

APU: Veía el otro día en la televisión a Silvio Soldán, ya no hay lugar para él, también pienso que hay que darle lugar a las nuevas generaciones. ¿Hay como una ambigüedad en eso tema?

PO: Bueno, porque la sociedad actual está muy basada en que lo bueno es “joven”, el criterio de belleza tiene que ver con la juventud, se supone que las personas mayores somos feas, eso tiene que ver con la sociedad de consumo, el problema que tenemos las personas mayores es que somos malos consumidores por nuestras jubilaciones bajísimas, porque la misma sociedad no nos deja hacernos de otras formas de recursos, y entonces las personas mayores pasamos a ser de descarte, ó sea no interesamos.

Fijate vos que hay pocos avisos televisivos de autos o electrodomésticos dirigido a viejos, más bien son sobre prótesis dentales, pañales de adultos, dolores de articulaciones…

APU: ¿Cómo ve el tema de la medicina para las personas mayores?

PO: Es muy importante tu pregunta, los viejos necesitamos de la medicina, porque padecemos de enfermedades naturales de nuestra edad, y es importante tener una asistencia médica adecuada. Hay que tener mucho cuidado con los malos diagnósticos, porque si me duele la rodilla no necesariamente es porque soy viejo. No, espera, por ahí tengo un cáncer…

APU: ¿Se imagina como será esta sociedad actual de viejo?

PO: Qué pregunta, que pasará con el Alzheimer y las demás enfermedades cognitivas, ¿será un mundo con muchos viejos con Alzheimer? Hay una novela de Saramago (José) que se llama “Las intermitencias de la muerte” (Editorial Caminho- 2005), donde la muerte se enoja y decide no trabajar más. Al principio es todo festejo, pero después es un gran problema porque hay un mundo lleno de viejos. Algunos hablan de que se puede llegar a la postergación indefinida de la muerte…

APU: ¿Y cómo lo ve, está bueno ser inmortal?

PO: Yo creo que no es bueno, creo la idea de que la vida de uno es finita, de que no es eterna, hace que uno le saque provecho a la vida, lo que le da sentido a la vida es la muerte.

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Bibliografía de O' Donnell

Cuentos

1975: La seducción de la hija del portero.

2012: Cuentos completos.

Novela

1973: Copsi [el título es una combinación de Coca y Pepsi].

1977: Las hormigas de Carlitos Chaplín.

1980: El tigrecito de Mompracén.

1981: Doña Leonor, los rusos y los yanquis.

2007: Las patrias lejanas.

No ficción

Ensayos e historia

1994: Juana Azurduy, la teniente coronela.

1992: El descubrimiento de Europa.

1995: Monteagudo, la pasión revolucionaria.

1997: El grito sagrado, hay versión en audiolibro con Alejandro Dolina

1998: El águila guerrera.

1999: "El gran transformador", prólogo al libro "Universos de mi tiempo" escrito por Carlos Menem

2000: El rey blanco.

2003: El prójimo.

2003: Juan Manuel de Rosas, el maldito de nuestra historia oficial.

2003: El Che.

2004: Los héroes malditos.

2004: Historia confidencial, con José Ignacio García Hamilton y Felipe Pigna.

2008: Caudillos federales.

2009: La sociedad de los miedos.

2010: Historias Argentinas: De la conquista al Proceso.

2010: La gran epopeya.

2012: Artigas, la versión popular de la Revolución de Mayo.

2013: Monteagudo, pionero y mártir de la Unión Americana.

2014: Breve historia argentina, de la Conquista a los Kirchner.

2015: 1815, la primera declaración de Independencia argentina.

Psicología

1975: Teoría y técnica de la psicoterapia grupal.

1977: La teoría de la transferencia en psicoterapia grupal.

1977: El juego – Técnicas lúdicas en psicoterapia (con E. Gili).

1984: Análisis freudiano de grupo.

Teatro

1976: Escarabajos.

1977: Lo frío y lo caliente.

1981: Lobo ¿estás?. Participación en la primera versión de Teatro Abierto.

1983: Vincent y los cuervos.

2004: El sable.

2005: Van Gogh.

2005: El encuentro de Guayaquil.

2007: La tentación.

2007: La tumba de Lorenzo.

2018: A la izquierda del roble.

2019: La decisión.

2019: Locura-en-trio.

2021: Cruzar Los Andes.

Premios

El rey Juan Carlos I lo nombró caballero de la Orden de Isabel la Católica.

Francia le otorgó las Palmas Académicas y también la Orden al Mérito.

La República de Chile lo honró con la Orden Bernardo O’Higgins.

La ciudad de Buenos Aires lo distinguió como ciudadano ilustre.