Sol Bassa: “El contexto me genera mucha incertidumbre, pero también es el momento de militar aún más”
Sol Bassa, música y cantante, conversó con AGENCIA PACO URONDO sobre su disco nuevo y los proyectos que tiene para este 2024.
Agencia Paco Urondo: Seguís apostando al camino de la música independiente y estás con un disco nuevo, Tríada.
Sol Bassa: Tríada es un concepto que vengo trabajando, vinculando colores con diferentes campos artísticos como la fotografía, el arte textil, las listas de canciones. Por ejemplo, usé el amarillo en Errores coleccionables, del 2020. En 2021 saqué La última luz de la ciudad y Océano rojo en 2022. En 2023 estuve presentando diferentes EPS como una especie de juego y estrategia comunicacional de este nuevo disco, donde reúno esos tres colores y se forma la Tríada.
APU: Tu propuesta fue siempre muy ecléctica, pero me gustaría que hables un poco de tus comienzos, donde arrancaste bien blusera, vos sola con la guitarra.
S.B.: En el hogar donde vivía con mi mamá y mis hermanos, la radio siempre estaba prendida. Mi madre muy fan de The Beatles; Simón, uno de mis hermanos, muy fan del rock argentino, de bandas como Los Rodríguez, Valle de muñecas. Ellos fueron los pilares, las primeras influencias. Como un juego: agarrar un TDK y grabar las canciones de la radio, agarrar la paleta de la playa y hacer que tocaba la guitarra.
Siempre fui muy curiosa y apenas llega la guitarra me puse a estudiar, a ir ensayos de amigos para ver cómo lo hacían, a tener largas zapadas de blues. No es que vengo directamente de familia de músicos, pero siento que en casa, todo mi círculo íntimo me motivó un montón a hacer esto que tanto me apasiona. El blues y el rock and roll siempre están presentes, por más que haya otras búsquedas, que hoy trabaje con colegas que quizás no vienen de ese círculo, pero sí son grandes “escuchadores” de toda esa música. Me gusta esa mutación.
APU: ¿Quiénes fueron tus referentes en la guitarra? ¿Eras de tocar arriba de sus discos?
S.B.: De adolescente, Steve Ray Vaughan, B.B. King. De hecho, tuve la suerte de verlo, igual que a Jeff Beck. Se me ponía la piel de gallina. No era mucho de sacar los solos igual, pero si de tocar arriba. Me acuerdo que cuando arranqué no estaba Youtube y grababa bases de blues, estándar; cassete y todo el tiempo repetir y repetir. Ir a una zapada en Flores, a ensayar, a tocar, aprender, me subía a un escenario con esas ganas de aprender y esa curiosidad. Lo conecto con el hoy porque me encanta tocar en vivo y sigo sintiendo esa curiosidad por hacerlo.
APU: Siempre tuviste esa versatilidad, tocando invitada en algún lugar donde se curte rock and roll y blues, recuerdo especialmente la vez que abriste un concierto de Carca.
S.B.: Eso fue inolvidable, en el 2021. Con esto de que pasan los años y el agua bajo el puente, esas experiencias de abrir a Carca o de tener la posibilidad de colaborar en un disco con Los Auténticos Decadentes, tocar con Ciro Fogliatta, Cristina Dall, Andrea Álvarez, Dani Melingo, que para mí es un referente total, construir todos esos lazos me da la fuerza para expandir y federalizar. La verdad que nunca viajé tanto en mi vida como en estos tiempos. Tuve la posibilidad de llevar el proyecto dos veces a la Patagonia, dos veces a Córdoba, ir a La Paz, a Montevideo, de la mano de Santi Moraes, no sólo como guitarrista de Transeúntes sino con mi proyecto.
APU: Hablabas de lugares tan diferentes como la Patagonia y Bolivia ¿Cómo es el ida y vuelta con esos públicos tan dispares?
S.B.: No solo el público, sumaría el territorio, desde el momento que te bajas del colectivo, del avión o del medio de transporte al que tenemos posibilidad. Tengo la fortuna de planificar, gestionar y construir lazos donde me hallo mucho, que te dan un abrazo. A La Paz, es la primera vez que vamos, y te reciben sabiendo hasta en el contexto en el que está el país, saben por la dificultad que estamos pasando. Y cómo quieren al rock argentino. Siento que son muy curiosos, muy amorosos. Cuando pensás ir a latinoamericana, vamos a ser sinceros, a veces no es a un país que todos los artistas van.
Desde mi pequeño lugar, con las charlas que tuve, por ejemplo, con un amigo paseño que tiene una disquería y es un gran coleccionista de vinilos, como que abrazaba esas ganas de ir y conocer un territorio que me llama mucho la atención, por este vivir el día a día con lo ancestral no colonizado. Me gusta vivirlo, al fin y al cabo interpela a mi obra, es lo que voy tomando. Terminó conectando eso y siento que vuelvo de los viajes y vuelvo otra. Siempre pasa algo nuevo, te moviliza desde lo personal, lo afectivo hasta lo laboral. Y me doy cuenta que necesitaba salir de Buenos Aires.
APU: Cuando tocás, mostrás esa conexión, como que entrás y desplegás mantras con tu música que nos lleva a conectar con algo espiritual.
S.B.: Son las decisiones que vas tomando y los rumbos que vas caminando, eso habla desde el proyecto artístico. Me doy cuenta que necesito de mis amigos, mi familia, mi barrio, mi raíz. Y también de salir, expandir, federalizar, compartir esto que hago tan diferente, a otros artistas, a otros territorios. Después, necesito volver, no es que estoy diciendo chau, Buenos Aires.
“La creación está más al frente que nunca en mi proyecto artístico”.
Lo que me acaba de pasar en Montevideo: salir por primera vez del país como guitarrista de Transeúntes y volver a fin de año del 2023 para llevar mi repertorio es algo que abrazo y siento que pasa por algo. Me parece que Santiago ve estas ganas que tengo de expandir, de federalizar, de compartirlos en países tan hermanos. No es un detalle menor que vaya pasito a pasito, a países limítrofes y tan diferentes y en este contexto tan particular del país.
APU: Con respecto a eso, a este nuevo gobierno que recién empieza, pero con medidas que marcan un camino muy duro ¿Cómo lo ves, qué te preocupa como alguien cuya producción es completamente independiente?
S.B.: No solo eso, las letras de canciones como “Marta”, “El misterio de Negrita”, hablan de realidades sociales. Ver todo este contexto me da mucha incertidumbre, aunque es el momento de militar aún más, de seguir escribiendo canciones, que es nuestro trabajo. Esta situación nos interpela a todos como ciudadanos, hay que salir a la calle, a tocar y llevar para adelante estos proyectos por más difícil que sea. A veces, estas cosas me dan más fuerzas como para seguir adelante, o las trato de juntar.
APU: Se vino Tríada, pero también sacaste un vinilo.
S.B.: Un vinilo chiquitito, de 7 pulgadas, con “Marta” y “Fogones nocturnos”, son dos canciones que se desprenden de Océano ojo, de un disco de estudio de siete canciones inéditas, que se grabó en Ion. Eso fue el año pasado, y a principios de este año tuve la posibilidad de editar las dos canciones que más le gusta al público en un vinilo. Me gusta mucho el objeto de lo coleccionable, lo tangible. El póster, la remera, el vinilo, el CD. En Bolivia me sorprendió la cantidad de CDs que vendí, acá es medio raro. Siento que en algún momento va a volver esa venta.
APU: Así como volvió el vinilo ¿Por qué no esperar el regreso de un objeto tan noble como el CD?
S.B.: Soy una persona que en los años 90, con el boom del CD, lo tuvo superpresente en la casa. Lo veo y es la infancia.
APU: ¿Qué te motivó a sacar un disco en vivo?
S.B.: Me gustaba la crudeza y la naturalidad que tenemos en el vivo, el escenario me gusta, es donde más me hallo. Hay como una frescura. Obvio que jugué con el concepto de los colores, que me motiva a comunicar y a crear un universo. Tríada es parte de la presentación de Océano rojo, en septiembre del 2022. Grabamos esa presentación y quedaron algunas canciones de ese show, que es Tríada. En realidad, este disco recorre canciones desde el 2018. Necesitábamos este disco en vivo y es impresionante el trabajo de Hernán Azcóniga, el técnico que lo hace sonar espectacular.
También somos curiosos, nos gusta armar el concepto en la obra, vincular otras áreas como la fotografía, armar un equipo con Josefina Smith con quien vengo trabajando desde el 2019. La letra es algo que tanto en Tríada como en Océano rojo tiene mucha presencia y la tiene cada vez más.
Me nutre un montón ir a escuchar, de repente, a Fernando Noy o ir a ver cine argentino. Trato siempre de nutrirme de otros campos artísticos. Por ejemplo, este año fui un montón al teatro. Si voy mucho a recitales siento que nunca dejo de trabajar. La creación está más al frente que nunca en mi proyecto artístico.
APU: Me interesó lo del teatro ¿Qué anduviste viendo, circuito alternativo o mainstream?
S.B.: Circuito alternativo. En realidad, tengo una gran amiga que le gusta mucho ir, así que la acompañó.
APU: Estuviste tocando en Córboba.
S.B.: Es un territorio que, cuando empecé a federalizar, siempre me abrió las puertas. Un programa de Radio Universidad de Córdoba armó un equipo de producción y empecé a ir por diferentes zonas de Córdoba. Anduve mucho por la zona de Villa General Belgrano, Calamuchita y esta vez estuve por Traslasierra tocando con algunos músicos locales, entre ellos Martina Andrade. Un trabajo colectivo entre músicos del territorio, medio a lo Chuck Berry, una banda de ruta. Mi repertorio, al vincularse tanto con el blues y el rock clásico se presta mucho a eso.
APU: ¿Esos músicos los contactás desde acá hay alguien que te los presenta?
S.B.: Tengo un contacto desde acá, mando un repertorio, una lista de canciones, el cifrado, los acordes, nos juntamos una o dos veces antes para ensayar nueve canciones, aproximadamente, y toco con ellos. Después, también, hago un set sola y así vamos compartiendo música.