Only murders in the building: ¿Quién dijo que resolver crímenes no puede ser divertido?

Situada en un edificio de apartamentos histórico de la ciudad de New York, Only murders in the building se nos presenta con una de las premisas más clásicas y exitosas del mundo de la ficción: uno de los inquilinos de un lujoso edificio de apartamentos fue asesinado y el culpable es uno de los vecinos. Todos son sospechosos y dependerá de un grupo de aficionados a los policiales descubrir quién es el culpable. Lo que en principio podría ser un capítulo tanto de CSI como de Scooby Doo adquiere sus propios condimentos, principalmente una actualización de la fórmula. Esta vez no será un grupo de entrometidos, aspirantes a detectives ni policías los que investiguen el crimen. 

Mabel (Selena Gomez), Charles (Steve Martin) y Oliver (Martin Short) tienen poco en común. Viven en el Arconia, un lujoso edificio de apartamentos de Manhattan y son víctimas de la fiebre del podcast, más precisamente de los que pertenecen al género true crime, donde se relatan crímenes y su investigación en tiempo real por parte de aficionados que siguen el caso y proponen sus propias hipótesis sobre lo ocurrido. Un asesinato en su edificio los reunirá con la idea de crear su propio podcast para investigar el hecho. Una propuesta original e interesante, que resultó bien ejecutada en su primera temporada, pero que despertaba dudas respecto a su extensión en el tiempo. La segunda temporada disipó esas dudas y ya hay confirmada una tercera.

El final de la primera entrega estableció lo que ahora forma parte de la estructura de la serie: cada temporada plantea un asesinato, una investigación y la realización de un podcast en paralelo donde discuten sus hipótesis y los avances del caso. La mezcla de producción de podcast con investigación policial, misterio y humor dio como resultado una serie original, tan atractiva como adictiva. Sus capítulos de media hora hacen que sea imposible ver sólo uno, ya que siempre queremos ver saber qué pasa después. El ritmo con el que avanza la historia y se desenvuelven los misterios también es el gran responsable de que sea tan llevadera y fácil de ver. Además, se aleja de los tonos más grises y las tramas más lentas e intrincadas donde muchas veces caen las series policiales o de misterio. 

Only murders in the building es alegre y divertida, pero además es trágica y profunda. Sabe desarrollar sus personajes tanto como sus tramas, sabe que tecla tocar para hacerte reír y cuál para hacerte emocionar. Nos propone no sólo investigar un asesinato, sino quiénes son los personajes involucrados, algo que estaba presente en la primera entrega pero que se profundizó en esta última.

Su segunda temporada construye sobre la base sólida de su debut, pero la expande hacia nuevos territorios y personajes. El podcast pasa a ser más un contexto esta vez, ya que la trama se enfoca en la investigación del caso por un lado y en explorar más a los personajes, no sólo del trío principal, sino también al resto del elenco, tanto dentro como fuera del Arconia, otro de los protagonistas de la serie. Con una tercera entrega ya en camino, todo parece indicar que nos alejamos definitivamente del edificio y quizá también de los podcast, para volcarnos de lleno a una serie de misterio con toques de humor. Especulaciones a un lado, por el momento sólo queda esperar al próximo asesinato que resolver por parte de esta banda que aprendimos a querer, cualquiera sea el formato.