Escritoras y poetas se movilizan a favor de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo

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Escritoras y poetas se movilizan a favor de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo

14 Julio 2018

Por Claudia Sobico

La colectiva Poetas por el Aborto Legal nace a partir de una iniciativa de María Alicia Gutiérrez, socióloga, docente e investigadora de la Facultad de Sociales de la UBA, integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. María Alicia, quien también es poeta, le cuenta a Juana Roggero, una poeta amiga, unos días antes del comienzo del debate en la Cámara de Diputados, que se va a armar un escenario en torno al Congreso y están pensando en posibles acciones para participar activamente en apoyo a la ley. Se les ocurre organizar una lectura. No sabían si habría convocatoria pero se fueron sumando una poeta tras otra porque lo sintieron como un compromiso político que querían asumir. Tanto había por hacer que Juana se ofrece como coordinadora de esta lectura, que denominaron Martes Verde, y tan movilizador les resultó a todas ese primer encuentro que lo continuaron haciendo todos los martes hasta el día de la vigilia.  Juana cuenta que se convirtieron en un colectivo sin haberlo planeado y que no dejaban de sorprenderse, martes a martes, por la cantidad de mujeres que asistían a los encuentros. Abrieron una cuenta en Facebook y una en Instagram para poder hacer las convocatorias más abiertas e ir juntando registros audiovisuales.  Roggero asegura además que, salga o no salga la ley, piensan seguir trabajando para acompañar esta lucha que no se detiene de ninguna manera, porque  si sale consistirá en asegurarse de que se implemente en cada rincón del país, desde la educación sexual integral en las escuelas hasta en el sistema de salud.

“Yo apoyo la ley porque soy mujer, porque quiero que las personas con capacidad de gestar dejen de morir por abortos clandestinos, quiero que los cuerpos dejen de ser mutilados, recortados, vaciados o llenados sin nuestro consentimiento”, manifiesta Florencia Codagnone, una de las poetas que integra el colectivo. “Nuestros cuerpos son nuestros y sobre ellos debería primar sólo nuestra decisión. Nuestra lucha es para todas.  Para mí, la poesía es siempre un acto político y, a veces, también una herramienta de lucha”, agrega. Florencia da un taller de bordado y poesía a mujeres en situación de vulnerabilidad. “Una tarde, una de las chicas me increpó, qué pensaba de esto, de aquello, hasta que preguntó si estaba a favor del aborto. Le dije que estaba a favor de la legalización y ante su pregunta sobre si no me parecía mejor educar a las mujeres para que no queden embarazadas,  le mostré mi pañuelo verde. No lo conocía. Nunca había visto uno. Le hice notar que la ley contempla la educación sexual y que lo que yo quiero es que las mujeres dejen de morir. Ella nunca lo había pensado de ese modo”, nos cuenta.

La escritora Verónica Perez Arango reflexiona sobre la necesidad de sacar la palabra ABORTO del clóset para que deje de ser un tabú. Verónica ve, como docente en secundaria, que los mismos alumnos y alumnas piden hablar sobre el aborto, y si bien algunos docentes dan lugar al debate dentro del marco de la currícula escolar, por lo general hay resistencia desde la institución educativa, por más que la ESI (Programa Nacional de Educación Sexual Integral) sea obligatoria.

Verónica trabaja en un colegio católico y cuenta que con los años han ido aumentando los  alumnos y alumnas que cuestionan sus creencias personales para considerar los derechos de los más pobres: “Hace años en el aula no se sabía cuál era la diferencia entre legalización y despenalización, ni qué significaba aborto clandestino, sus implicancias a nivel penal, por ejemplo”. Verónica cree que la escuela tiene que hacerse cargo de este tema porque no puede bajo ningún punto de vista quedar aislada de lo que pasa en la sociedad, no es una burbuja para mantener a los chicos y chicas impolutos, tiene que ser un espacio que permita el debate, aunque sea un colegio religioso. “Tengo alumnas de formación católica y criadas con esos valores que llevan el pañuelo a la escuela. Yo como docente lo llevo como un signo de compromiso con lo que creo y milito”.

El colectivo está creciendo rápidamente, sumando también mujeres poetas de otras regiones del país y organizando más acciones con el deseo de llevar su militancia más allá del marco del escenario frente al Congreso. Ya se realizaron lecturas en Le Troquet, Espacio Salvo y el Tano Cabrón.

La próxima acción es la publicación de Martes Verdes, Poetas por el Aborto Legal, que incluye todas las lecturas que se hicieron desde el primer martes hasta el último encuentro, el día de la vigilia. Será una publicación colectiva en la que participarán distintas editoriales manejadas por mujeres. Aquí un poema que será parte de la antología:

Si la belleza es una forma de resistir, la osadía 

de salirse del plan oscuro de los pocos, 

vemos las marcas de su persistencia en cada esquirla, 

cada pacto para producir la dicha, el espesor 

de la mirada sobre las partes, los pequeños 

detalles de lo otro, las cúspides, los talones invisibles, 

el paño húmedo sobre la frente cuando 

ya no hay fiebre que pueda quebrar la realidad 

de los mandados y las penas a secas. 

 

Valeria Cervero

 

Los martes verdes siguen adelante y las lecturas de poesía también; están armando un proyecto de registro audiovisual de todos los encuentros.

Nosotras Proponemos Literatura (nP Literatura) se formó en febrero de este año y es una Asamblea Permanente de Trabajadoras Feministas del Campo Cultural, Literario e Intelectual. Tiene como objetivo buscar la igualdad de espacios y la visibilidad de la mujer en estos campos. Agrupa escritoras, periodistas y académicas. Algunas de sus integrantes fundadoras son Florencia Abbate, Cecilia Szperling, María Inés Krimer, Fedra Spinelli, Valentina Vidal, Luciana de Leone, Gabriela Luzzi, Claudia Aboaf, Estefanía Papescu, Alexandra Jamieson y Debora Mundani, entre otras. 

Las escritoras nos cuentan que cuando comenzaron a reunirse para pensar en la redacción de un compromiso que las representara, el armado de comisiones de trabajo y posibles acciones, se encontraron con la discusión de esta ley entrando a la Cámara de Diputados y les cambió la agenda. Todas estuvieron de acuerdo en atender la urgencia y participar activamente apoyando la ley, juntas, como colectiva, poniendo la palabra, la voz, el tiempo y por sobre todo el cuerpo. El punto número 9 del Compromiso redactado, ya con más de 350 adhesiones, dice:

"Nosotras proponemos literatura apoya las causas y participa de las luchas del movimiento de mujeres en Argentina y de los feminismos aquí y en todo el mundo. En esta coyuntura, en particular, le reclamamos con énfasis al Congreso la despenalización y legalización del aborto seguro y gratuito". 

Como primera acción marcharon juntas el 8M y días después se encontraron en un gran acto que reunió alrededor de 200 escritoras en MU donde firmaron una Carta Abierta de Escritoras Argentinas destinada a diputadas y diputados de la Nación con la finalidad de pedirles su voto a favor del proyecto por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Algunas de las escritoras que se hicieron presentes para adherir a esa carta fueron María Moreno, Gabriela Cabezón Cámara, Silvia Hopenhayn, Claudia Masin y Selva Almada.

La escritora Cecilia Szperling sostiene que la idea de mantener el aborto clandestino es también un guiño de aceptación de la doble moral. De darle apoyo a quienes necesitan ocultar el aborto, porque no ven bien que se sepa, o porque esconden alguna trama siniestra de violaciones o trata que el aborto legal en el hospital pueda poner al descubierto.

Agrega además que es necesario salir de la trampa del lenguaje en la que nos encierran a las y los que apoyamos la ley: ”No somos Abortistas, ni Aborteras, ni Promotoras del Aborto. Estamos a favor de la vida y como el riesgo de vida que propone la clandestinidad es alto, queremos detenerlo: ni una mujer muerta más por abortos ilegales”.

nP, además de militar la causa desde las redes sociales, realizó lecturas dentro de las Carpas de la Campaña el día de la vigilia, lecturas que planean seguir organizando con las ganas y el compromiso de traer también las voces de las que ya no están, las más potentes, como el poema de Hilda Rais, escritora argentina:

 

Les habla una cocinera

que como toda mujer
hubo oficios de aprender:
hortelana y niñera,
madre, nodriza, partera
y, como todas, aquí,
por las leyes maltratada,
pretendo sea respetada
nuestra forma de vivir,
por ello os he de decir:
Un Papa nos extramura,
un rey de turno obedece
y ordena a sus feligreses
ficción de ley con premura:
disfrazar la dictadura.

El marqués José Vicente
sostiene razón prudente:
fetismo no es humanismo.
Hombre que piensa lo mismo
que mujer, es un valiente.
Entonces, pues, aclaremos
esta fiera confusión
este apriete, esta opresión
por si alguna vez dudamos;
puede que sí pues estamos
en tierra tan singular
que penaliza abortar
cuando la experiencia enseña
que la mujer es la dueña
de no desear maternar.
Sueña la iglesia que sabe, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando
y a todo mundo prohibe
discutir lo que prescribe:
qué delicia es permitida,
cuál querra es una Cruzada,
qué gente es la inadecuada y
–vaticana y protegida–
cuándo comienza la vida.
¿De qué vida conversamos?
Flores, pájaros, verduras,
animales de pastura,
son vida y no nos culpamos
cuando esa vida acabamos.
No se tome esto a broma:
una pluma no es paloma,
la semilla no es zapallo
y simiente no es caballo.
Hablemos, pues, de persona.
La idealización no evita
conocer algo profundo:
persona se es en el mundo
–aunque sea pequeñita–
si en otro cuerpo NO habita.

¿Es lo humano una ilusión,
una sombra, una ficción?
¿La raicilla, es rabanito?
¿Es la yema un pollito?
¿Tiene un huevito razón?
¿Es la masa un pan horneado?
¿Un poroto, es un guisado?
¿Es un choclo carbonada
o la aceituna empanada?
¿La escama, es un pescado?
Tanto ejemplo no es en vano,
el semen no es un enano,
el óvulo no es doncella,
cigoto no es vida bella,
EMBRIÓN NO ES SER HUMANO