Frank O´Hara: una mirada incidental
Por Augusto Munaro
O´Hara (1926-1966) fue un notable poeta, músico, dramaturgo y crítico de arte estadounidense. En su breve vida dejó unas quinientas páginas de poemas en verso libre, elaborados a favor de cierto tono conversacional. En dicho corpus resulta esencial Nueva York y su relación con la ciudad. Por ello, junto con John Ashbery, Kenneth Koch, James Schuyler y Barbara Guest, se lo considera miembro clave de la primera promoción de la Escuela de Nueva York. Su vida fue algo atípica. Combatió en la Segunda Guerra Mundial, y una vez de regreso a su país estudió en la Universidad de Harvard. Poco después se instaló en 1951 en lo que sería la ciudad que tanto significó para él: Nueva York. Allí trabajó en el Museo de Arte Moderno y escribió para la prestigiosa Art News. Fueron estas, actividades decisivas que lo llevaron a tomar técnicas, temas y elementos del teatro, de la música, del cine, de las artes plásticas. Pues Frank encontraba allí lo que no veía en la tradición literaria. Como consecuencia, su poesía, dijimos es urbana, neoyorkina, pero, la verdadera esencia de sus poemas es el tema (la no permanencia, el dinámico fluir del momento). Un universo compuesto de situaciones y objetos cotidianos a los que, gracias a su maestría en el uso del lenguaje, confiere tonalidades poéticas de una sensibilidad muy particular. A diferencia de la de los beatniks (Ginsberg y compañía), la poesía de O’Hara no es una poesía comprometida con los acontecimientos políticos, públicos y civiles de la época.
La presente selección de sus poemas, son un ejemplo significativo de su talento en alcanzar un registro cotidiano, intertextual: único. En primer lugar, es un poeta que se manifiesta contra el formalismo de T. S. Eliot o Robert Frost; cada uno de sus poemas, ilustra ese deseo de alejarse del verso académico. “El saco de Joe”, “Tomar una coca con vos”, por ejemplo, son piezas que revelan su latente preocupación por el impulso del momento. Captar la emoción profunda del instante, el detalle significativo. Son siempre poemas autobiográficos. La escritura surge de su vida (aunque tenga poco de confecional). Así, O´Hara apuesta por la espontaneidad, la improvisación, y el lenguaje vernáculo. Su música nos recuerda un poco al “free jazz”. Mayúsculas casi inexistentes, volubles signos de puntuación… Ante esta dificultad interpretativa, el lector debe, entonces, recosntruir los límites de una frase. Son versos que tejen un espacio de ambigüedad muy rico y sugestivo.
Cine, música, pintura, todo se fuciona en versos personales producto de asociaciones libres vinculables, por momentos, a zonas del surrealismo más puro. La edición y notas, a cargo del traductor Dani Zelko, cuenta con un manifiesto inperdible (“Personismo”), donde O´Hara explicita las bases de su programa. Una peculiar estética incidental, semejante al flujo de la conciencia.
Traducción: Dani Zelko
Socios Fundadores
Bs. As., Argentina. 2019 (56 Págs.)