Daniela Vilar: "Sin dudas, Diego Maradona es el capitán de nuestras vidas"
Por Martín Massad
La diputada nacional Daniela Vilar dialogó con AGENCIA PACO URONDO RADIO (domingos de 10 a 12 horas, por FM La Patriada) sobre el barrio de Fiorito después de la partida de Diego Armando Maradona.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo lleva estos días tras la partida de Diego Maradona?
Daniela Vilar: Como para todos y todas, es complejo asumir el vacío, la pérdida y la ausencia de una persona que trascendió a la persona y al nombre. Diego es un símbolo, es lucha, es barrio, es Fiorito. Es el sinónimo de nuestro país, de Argentina. Se siente mucho, y como hablamos con muchos compañeros y compañeras, es un dolor y un pesar parecido a lo que se vivió en aquel 27 de octubre del 2010, a esa pérdida de quien habla por nosotros, de quien nos defiende, de quien es nuestra voz, la voz de la barriada, del pueblo, de los sectores populares. Todo eso es Diego.
APU: ¿Cómo se vivió este año en Fiorito?
D. V.: Realmente lo que se vivió en Fiorito fue maravilloso y se resignifica estos días. Si tuviéramos que definir lo que es la conciencia de clase, seguramente escribiríamos “Diego Maradona”. Eso es lo que sintieron los vecinos y vecinas de Fiorito este año, que fue tan duro porque, además de perder a Diego, el 2020 nos hizo atravesar una pandemia tremenda, con muchísima angustia y dolor. Obviamente, porque no podemos eludir la historia, pasó otra vez lo mismo y siempre los que peor la pasan son los sectores más vulnerables.
En este caso, Diego tuvo un gesto maravilloso. En agosto, a través de mi compañero y colega, el diputado Nicolás Rodríguez Saá, Diego nos hizo llegar una camiseta firmada por él para los vecinos y vecinas de Fiorito, para el Centro Cultural “Néstor Kirchner” del barrio, un espacio donde existe una organización de compañeros/as y vecinos/as a partir de la cual se pudo generar una red con comedores, merenderos e instituciones de asistencia alimentaria junto a clubes de barrio de la zona. Diego, además de la camiseta, envió un video con un saludo y a partir de eso convocó a que se lleven donaciones para poder ayudar. Dijo algo muy claro: “Pasar hambre es algo muy tremendo, muy triste y nadie se lo merece, entonces ayúdenme a que mis vecinos de Fiorito no pasen hambre”. A partir de ahí llegaron toneladas de donaciones, y obviamente todo esto estuvo coordinado con el municipio, con el Intendente Martin Insaurralde y todo su equipo. Llegaron donaciones de comida, ropa, insumos para la salud, barbijos. También se sumó la Cruz Roja, que hizo donaciones para los clubes de barrio. Todo esto generó una organización popular, un momento de unión en el barrio que solamente Diego podía generar.
Marta, que es la responsable del centro cultural, decía que Diego nos curó el alma, nos hizo olvidar de esta pandemia y generó un proceso de organización popular inédito, con las redes que se armaron y consolidaron a partir de su gesto. La verdad que es de otro planeta, no podemos pensarlo sin emocionarnos, no nos sale imaginarnos cómo seguir sin Diego. La única forma de calmar ese dolor es pensar que va a estar siempre y va a guiar a los pueblos con la conciencia de clase y del lugar al que pertenecemos.
Es tan fuerte lo que significa Maradona que construyó sentido con su propio existir. Y esto también se traslada al deporte argentino, del que él también es sinónimo. A mí me tocó poder representar a la Argentina en un mundial de handball y la verdad es que quienes somos deportistas argentinos debemos tener un determinado respeto por Maradona.
APU: ¿Cómo analiza la ausencia de homenaje a Diego Maradona de parte de los Pumas en el partido que jugaron contra los All Blacks, de Nueva Zelanda, quienes sí reconocieron la importancia de su figura?
D. V.: Es inconcebible e imperdonable, y además se perdieron la posibilidad de ese respeto que generan para la sociedad. La verdad es que cualquier deportista de cualquier disciplina cuenta con un respeto social gracias a Maradona.
APU: ¿Considera que la figura de Diego Maradona representa la reivindicación de los pobres?
D. V.: Maradona nos dio la posibilidad de pensar que, además de soñar, podemos cumplir los sueños. En los barrios parece que soñar es algo que tenemos permitido, pero después te levantas y ese sueño un poco queda en la almohada, porque tenés que afrontar el día, darle de comer a los pibes, parar la olla, ir a buscar el laburo, y parece que todo está vedado porque naces ahí y es lo que te tocó. Entonces, para los pibes y pibas de los barrios, Maradona representa la posibilidad de pensar que los sueños se pueden cumplir, y eso sin dejar de ser lo que sos, no transformándote en otra persona, sino queriendo y cuidando a tu familia y a tu barrio. A partir de ir tras el sueño, que se pude cumplir, porque Maradona lo demostró, entonces tenemos margen para trascender, tener ganas y progresar.
APU: ¿Cree que la vida de Diego Maradona es un ejemplo de meritocracia real?
D. V.: Sin dudas y, además, con un vínculo concreto y directo con el Estado. Las primeras fotos que vemos de Maradona cuando era cebollita son en el Campeonato Evita, por lo que podemos decir que lo conocimos a partir de un programa para pibes de los clubes de barrios del Estado, del Peronismo de los gobiernos populares. La presencia del Estado nos permitió bancar a los Maradona, a los pibes que jugaron con él, y a nosotros nos permitió conocerlo. Sabemos que nada es fácil, pero tuvimos a Maradona y entonces sabemos que se puede.
APU: Hay muchas iniciativas para renombrar calles y hacer de su casa de nacimiento un patrimonio nacional. ¿Qué puede contarnos al respecto?
D. V.: Cuando Diego cumplió 60 años, el 30 de octubre de este año, el Consejo Deliberante de Lomas de Zamora declaró como patrimonio histórico la casa de la infancia de Villa Fiorito, y el día de su fallecimiento los y las vecinos y vecinas pintaron un mural maravilloso en la fachada de la casa de Diego. Esto da indicios que va a ser un lugar cuidado por los vecinos y vecinas y también por el Estado.
Ese barrio lo vio nacer, crecer y jugar sus primeros picados en esas canchas. Para quienes no lo saben, toda la casa y la propia Villa Fiorito está rodeada de potreros, son canchas de clubes de barrios desde donde se organizan los compañeros y compañeras. Están “El paredón”, “La estrella roja”, donde jugaba Diego, los clubes de 8 de diciembre, los clubes de la Cava, todos siguen con esa línea que contuvo a Diego: la posibilidad de que las pibas y los pibes de barrio tengan dónde estar, dónde formarse en valores, para aprender lo que es formarse en equipo. Sin dudas Diego Maradona es el capitán de nuestras vidas. Dio ejemplo y cátedra de lo importante que es jugar en equipo, más allá de que el talento y todo lo bueno estuviera en él como persona, siempre habló del equipo, fue generoso y respetuoso. La verdad es que es imposible no pensar en Diego maravillándonos y abrazándolo para siempre.