El Papa y el "perdón" del aborto: una bomba para la derecha
Por Luciana Sánchez
No soy católica y ya aborté lo que tenía que abortar, pero aun así no me considero fuera del impacto político de los dichos de Bergoglio en su rol Papal. No porque me arrepienta de nada, sino por el mutismo total en que ha quedado la derecha más reaccionaria.
El corrimiento que conlleva la frase “El Papa perdona el Aborto”, el desplazamiento que deja afuera a todos los médicos objetores de conciencia, a todos los médicos delatores, a todos los curas castigadores, a todos los rugbiers de colegio secundario que se paran frente a la catedral en los encuentros nacionales de mujeres. Los deja en off side.
Qué van a hacer ahora el frente joven, grávida, el portal de Belén. Eso me pregunto mientras mis deditos ávidos googlean Seprin, el martillo judicial, y todas esas páginas que durante años nos han hostigado llamándonos asesinas y que ardamos en hogueras más o menos reales.
Googleo también los diarios chilenos, país muy católico donde Bachelet está tratando de legalizar el aborto terapéutico y es sistemáticamente atacada en nombre del Papa. Y para mi sorpresa, no encuentro nada. ¡Nada!. Como mucho, reproducen las notas de Télam. ¡De Télam!
En dónde se van a refugiar los Clarín, los La Nación, y todos los que viven del aborto clandestino. Y, lo más importante para mi, por qué es el Papa el que pone en agenda el tema, hablando claramente de aborto, y no en un lenguaje impopular eufemístico, incomprensible como ile, ive, ilves, alsg, y otros maquillajes para no decir aborto, que se emplean desde quienes ahora resultan quedar más papistas que el Papa... ¡ja!
Podemos decir, y lo diremos, que no nos arrepentimos de nada, que no nos interesa el perdón eclesial, pero no todas las que abortamos somos feministas, y a muchas les interesará que las perdonen y otras tendrán un genuino o falso temor al infierno. Por suerte el feminismo es respetar a cada una en sus decisiones y no es bajarle línea sobre lo que tiene que sentir o hacer.
Con las compañeras y compañeros de la Línea aborto más información, menos riesgos, hace años que escuchamos en el teléfono todo tipo de situaciones y de abortos, de pres y posabortos, desprejuiciados, felices, deseosos, y otros lacrimógenos y victimizantes.
Con sus palabras el Papa, ojalá, llegue a que las católicas que abortan y sienten que tienen que ir a pedir perdón a la iglesia, puedan hacerlo. Que no haya curas que aprovechen esta apertura para continuar con su disciplinamiento feroz, perverso; dependerá en gran medida de quienes están dentro de la iglesia y se consideran ejecutores de la palabra bergogliana. Si las palabras del Papa son desestigmatizantes, bienvenidas sean.
Es muy importante que el Papa Bergoglio, para referirse al aborto y su perdón, haya dejado de hablar del feto y se concentre en las mujeres. También es muy importante lo siguiente: el Papa no dio a los curas objeción de conciencia, no dijo que hay curas que pueden no perdonar los abortos, todos están obligados a perdonar. Qué importante lección para el Estado y la comunidad médica. A qué conciencia se están refiriendo ahora.