“EEUU financia el terrorismo”
Por Walter Goobar
Mientras arrecian los bombardeos rusos contra el Estado Islámico en Siria, el escritor, analista y ex agente de contraespionaje de la FSB (agencia que sustituyó al KGB tras la desaparición de la URSS) Daniel Estulin, que se hizo conocido por haber revelado al mundo la existencia del Grupo Bilderberg, un club de todopoderosos que decide los destinos del planeta, vuelve a la actualidad con su último y controvertido libro, Fuera de control (Planeta). Un volumen en el que apunta a Estados Unidos y a sus socios, Reino Unido, Arabia Saudita e Israel, como promotores y financistas del terrorismo islamista con el objetivo de desestabilizar Medio Oriente y el norte de África, desde Siria, Irak, Líbano, Yemen, hasta Libia.
“Los anglo-estadounidenses, en connivencia con los ricos países petroleros árabes liderados por Arabia Saudita, han creado un ejército del Califato con los yihadistas que han salido de la guerra de Siria… algo que los yihadistas nunca habrían logrado por sí solos”, afirma Estulin en esta entrevista realizada junto con la colega Cynthia García en los micrófonos de Radio Nacional.
–Por qué Rusia en este momento se ha convertido en una suerte de “brazo ejecutor” de la lucha contra el ISIS, cuando es una creación anglo-estadounidense?
–Los rusos son los únicos que realmente están luchando contra el Estado Islámico. Ni EE.UU., ni Gran Bretaña, ni Arabia Saudita han tenido ninguna intención de luchar contra el Estado Islámico. Han usado la supuesta guerra contra el ISIS para minar y destruir el régimen de Bashar al Assad, y destruir Siria como Estado-Nación para poder producir un cambio de régimen para poner a alguien más amable con los intereses anglo-estadounidenses. En ese sentido, los rusos están demostrando que esta retórica norteamericana y británica de luchar contra el terror es una mentira, una quimera, porque –al fin y al cabo– los rusos están demostrando lo mucho que se puede hacer en poco tiempo si hay un verdadero deseo de acabar con el terrorismo islámico.
Estulin, nominado al Premio Pulitzer 2014 por su libro The Coming Age Of Human Deconstruction, asegura que la lucha contra el terrorismo es una quimera, una cortina de hymo. Para explicar su afirmación se retrotrae a 2008. Cuando Bradley Birkenfeld, un analista y banquero estadounidense que trabajaba para el banco suizo UBS, “descubrió 19.000 cuentas secretas en dicha entidad, que acumulaban 54.000 millones de dólares”. Unas cuentas que “compartían el gobierno de EE.UU., el británico, Arabia Saudita y los terroristas”.
Con toda esta información, Birkenfeld “se dirigió al Departamento de Justicia de Estados Unidos para declarar sobre este asunto. El gobierno le permitió testificar en la sesión cerrada del Senado de EE.UU., en la que estaba presente el entonces senador Barack Obama. Cuando años después, ya como presidente, Obama declara que no entiende de dónde sacan el dinero los terroristas, yo sé que hay mucho idiotas pero no todos los somos”, enfatiza.
Después de aquello, recuerda que el gobierno estadounidense, en lugar de premiar a Birkenfeld, “lo metió en la cárcel, y a muchos otros que trabajaron para la empresa Booz Allen Hamilton Inc, en la que estuvo Edward Snowden y que era experta en la financiación del terrorismo, cuya historia está vinculada con todo esto”, señala Estulin. Entre las personas encarceladas por EE.UU. por conocer sus vínculos con el terrorismo islamista señala también a Scott Bennett y a varios agentes de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos). “Por eso Snowden huyó del país, porque sabía que iba a correr la misma suerte”.
“Bennett y Birkenfeld coincidieron en la cárcel y compararon sus notas y completaron la información que les faltaba para armar el rompecabezas. Cuando Bradley salió de prisión amenazó al gobierno con sacar a la luz esta información, y para taparle la boca le pagaron 104 millones de dólares supuestamente por haber descubierto cuentas de americanos en UBS que no pagaban impuestos. Mentira”.
Sobre el Reino Unido, el antiguo espía destaca que es el “centro del terrorismo, pues diez de sus grupos tienen su sede en Londres porque la Corona y el MI6 (servicios secretos) lo permiten” y añade que “siete lugartenientes de Bin Laden operan desde allí”, entre los que cita a Abu Doha, Abu Abdalá y Abu Qataba, quien trabaja para los servicios secretos según el diario The Times.
“Cuando Brad Birkenfeld descubre estas cuentas bancarias, también descubre como se financia el terrorismo. No es que uno les da una tarjeta Visa para que puedan sacar dinero de un cajero automático. El dinero se canalizaba a traves de una fundación que se llama Optimus. La Fundación tenía como uno de sus grandes testaferros a Abdullah Aziz, que era prestanombres de Osama Bin Laden y Al Qaeda, quien –a traves de la Optimus Fundation– financió en 2008 la campaña presidencial del senador Barack Obama, por medio del consejero de UBS para las Américas, Robert Wolf”, afirma.
Pero, ¿cuáles son los fines que persiguen EE.UU. y Reino Unido con la financiación de estos grupos? Desestabilizar determinados países para obtener “el control del mundo. Es una guerra por la supervivencia por los recursos naturales”. Un plan trazado ya en los años ’70 del siglo pasado. “Entonces el analista Bernard Lewis hablaba del arco de crisis. Si se miran los dos mapas que incluyo en el libro se puede ver que los terroristas están en los centros neurálgicos de cambios de régimen. Y no es porque sean buenos o malos. Los estadounidenses, los rusos, cualquiera… apoyan a quien les apoya a su vez”.
Fuente: Miradas al Sur