Di Lello cambió su postura y ahora cree que Macri no debe estar procesado

Por Nicolás Adet Larcher

En apenas una semana, el fiscal Jorge Di Lello tomó la decisión de pedir el sobreseimiento de Mauricio Macri en la causa por las escuchas ilegales que investiga una red de espionaje bajo el ala del gobierno de la Ciudad. El presidente electo está procesado desde el 2010 y el jueves pasado sus abogados defensores presentaron un pedido ante el juez Sebastián Casanello para que quede sobreseído definitivamente.

En los últimos días, Casanello había corrido vista al fiscal Di Lello y a las querellas para un pronunciamiento respecto a si correspondía elevar a juicio oral la situación de Macri o si lo más factible era el sobreseimiento por falta de pruebas. Casanello había cerrado el período de instrucción ante una negativa de Estados Unidos de aportar documentación necesaria para seguir investigando a fondo la causa y la responsabilidad de Macri.

El fiscal Di Lello dijo ahora que no había pruebas para llevar a Macri a juicio oral. Sin embargo en el año 2012 opinaba lo contrario cuando pidió que efectivamente la causa fuera llevada a esa instancia. “Al jefe de Gobierno le cupo una intervención determinante”, dijo Di Lello en aquel entonces. Y agregó: “Es muy difícil sostener que no estaba al tanto de la tarea que en materia de seguridad le había encomendado a Palacios. Y fue el jefe de Gobierno el que insertó a James por medio de la influencia de Palacios en la administración a su cargo. ¿Qué haría un experto en inteligencia en una institución como la Metropolitana que tenía prohibido hacerla? Fue el jefe de Gobierno el que designó a Palacios al frente de la Metropolitana.”

Di Lello argumentó que cambió su postura en base a testimonios de Guillermo Montenegro y el ex comisario Adrián Pelachi que están en la causa. Montenegro afirmó en abril de 2014 que el comisario Jorge “Fino” Palacios (procesado en la causa y camino a juicio oral) había sido propuesto por él para ocupar la jefatura de la Metropolitana y que Macri no había tenido nada que ver. Pero esto no explica el cambio de opinión ya que en el escrito de 2012, Di Lello hacía mención a que Macri “designó a Palacios” y no a recomendaciones.

No aclares que oscurece

El propio Macri desmiente a Montenegro. En el año 2010, en una charla organizada por la Sociedad Hebraica Argentina y la Agencia Judía de noticias, Macri se refirió a Palacios y su designación. Afirmó que había pedido asesoramiento de parte de agencias de inteligencia como la CIA y el MOSSAD, y contó una versión distinta a la de Montenegro. En la versión de Macri, el presidente electo relató: “Lo llamé a Burzaco y le pregunté ¿Qué hacemos? Aprovechemos y probémoslo a Palacios a ver qué tal es, y ahí lo conocí a Palacios”, dijo sobre la designación del ex agente ante la creación de la policía Metropolitana teniendo en cuenta la construcción de una fuerza de seguridad “desde cero” como soñaba el referente del PRO.

Al llegar al momento de designarlo frente a la Metropolitana, Macri afirmó “volví a consultar a la embajada de Israel y la de Estados Unidos, y me volvieron a recomendar a Palacios”. Ante esta respuesta de parte de las embajadas y los servicios de inteligencia, Mauricio Macri detalló “por eso lo nombré, nada más que por eso, por la coherencia de que para mí la mejor recomendación que tenía era esa”. Nada de lo planteado por el fiscal blanquea esta contradicción.

Por otro lado, uno de los primeros en plantear una objeción por la designación de Palacios fue el fiscal Alberto Nisman quién había acusado al jefe de la Metropolitana por encubrimiento en la causa AMIA y había solicitado el procesamiento de Macri.

En este nuevo episodio, Di Lello afirmó en su escrito "corresponde desvincular de la presente investigación al ingeniero Mauricio Macri y hacer lugar al pedido de sobreseimiento solicitado por la defensa".

Ante este escenario, lo más factible es que el juez Casanello termine dictando el sobreseimiento de Macri. El juez afirmó que Macri es responsable político del espionaje realizado, porque tuvo lugar bajo la órbita del gobierno porteño. Bajo este mando, se desempeñaban con total libertad Jorge “El Fino” Palacios y el espía Ciro James. Pero el detalle, es que para Casanello hace falta prueba directa para completar el rompecabezas que pueda determinar indudablemente que sucedió, por este motivo había solicitado pruebas a Estados Unidos.

Por otro lado, la causa tiene otras pruebas y datos que son irrefutables. Un cabo suelto recae sobre los dos jueces de misiones que armaron causas falsas para dar justificativos para efectuar tareas de espionaje sobre Sergio Burstein y otros, quienes denunciaron la asociación ilícita encabezada por el jefe de gobierno porteño.

Como afirma Burstein, querellante en la causa, Casanello fue quién redactó la confirmación del procesamiento de Macri cuando se desempeñaba como secretario de la Cámara Federal: “Estaba todo bien entonces porque Macri no se perfilaba tan fuerte. Asume como juez y resulta que para todos alcanza (los demás procesados en la causa) pero a Macri le falta algo (para el juicio oral)”.

Todavía falta la presentación de Néstor Leonardo, ex cuñado de Macri, ante el juez Casanello. Leonardo tiene tiempo hasta el 9 de diciembre, por lo que los tiempos alcanzan efectivamente para que Mauricio Macri asuma como el primer presidente procesado de la historia.