Ser mujer femenina: construcciones del mundo mediático
Por Julia Pascolini
Los discursos y formatos de los medios de comunicación cambiaron rotundamente en el último tiempo a partir de las exigencias sociales que despierta un contexto movilizado en términos de lucha de igualdad de géneros. Si bien los artículos ya no reflejan de forma explícita los esquemas machistas y hetero-normales, éstos se mantienen latentes a través de la construcción de la mujer como pasiva, sumisa e inferior en términos de intelectualidad. Los medios de comunicación y especialmente los dirigidos a un público femenino, no sólo respaldan los ideales de la femineidad, belleza y la identidad de los géneros sino que además aportan a su construcción y reproducción. Es el caso de las revistas adolescentes TKM y Para Teens.
La estructura de la revista y sus connotaciones
Las secciones de Para Teens en su plataforma digital son: Bombones, Beauty, referida a la belleza, test, celebrities, entre otras. Sus títulos y formatos reflejan a las claras cuál es el público al que apuntan y cuáles son los intereses a los que debiera aspirar el mismo.
“¿De qué color es tu príncipe?”, “¿Por qué no conseguís novio?”, “Soy tu héroe”. Tres disparadores que denotan la idea del varón como salvador y pilar necesario de la mujer. TKM agrega otros títulos igualmente sugerentes y que merecen grandes reflexiones; “7 consejos para reducir la grasa de la vagina”, “Pesadillas de las mujeres al depilarse las piernas”, “7 ilustraciones que muestran los dramas sin sentido que viven las mujeres” entre otros.
La revista TKM titula: Antes de su operación, More Rial cumple otro gran sueño. Morena Rial es la hija de Jorge Rial y tiene solo 17 años. Hablamos de un bypass gástrico. Se obvia, especialmente en los medios de espectáculo, que se trata de una intervención necesaria por sobrepeso y en pos de la salud, ¿qué tan fuerte es la incidencia del mundo mediático en la toma de una decisión semejante? ¿A qué exigencias sociales, en términos de belleza, responde una conducta tal? Podemos suponer el planteo de estas preguntas a partir de otros títulos como “¡NO MÁS ROLLITOS! Los ejercicios más divertidos para tener la panza chata”. No es fundamentalismo, es comprensión de los mensajes más allá de su explicitud. La sugerencia de que una vagina debiera ser más delgada, como insinúa la nota “7 consejos para reducir la grasa de la vagina”, no es casual ni carece de contenido simbólico. Así como tampoco lo hace la que festeja que María Eugenia Vidal haya bajado casi 20 kg en tres meses y, ¡ahora sí! se vea “de 10”.
Mientras existan estas columnas, dedicadas a dietas, maquillaje y conquista del género opuesto, no podremos decir que medios de comunicación como los que ahora analizamos hayan roto con los ideales de belleza y la construcción hegemónica del género femenino.
Estos continúan promoviendo y proyectando en las menores, los modelos de mujeres cubiertas de maquillaje para tapar las imperfecciones que les dicen tener y así evitar la inevitable llegada de los años acompañados por arrugas naturales; que mutilan partes de su cuerpo o tiran ferozmente de su piel en pos de la depilación. Lectoras aspirantes a la maternidad, puesto que hacerlo representa el auge de la mujer como tal y a la espera de varones que den vida a su vida, que comprendan los cambios hormonales en los días de menstruación, soporten el mal humor y otros conflictos que hacen al imaginario de la mujer histérica. Amor heteronormal. Dramas que giran en torno a discusiones socialmente adjudicadas a la banalidad.
Conceptos como "dejarlo hablar" -al varón- "o parecer más grande" -para poder conquistarlo- despiertan merecidas polémicas. Los medios de comunicación buscan modelar con estos mensajes, adolescentes vulnerables y sumisas a partir del silencio. La irresponsabilidad que reflejan tales construcciones avalan el sometimiento de un género sobre otro. Son los mismos que más tarde justifican el abuso y la cosificación física y mental con preguntas como “¿y cómo estaba vestida?”.
Otros modelos a seguir. Mujeres de salon
El ranking de “Las 10 mujeres más influyentes de la Argentina en 2015” está encabezado por Juliana Awada. El premio simbólico que le concede la revista TKM remite a su capacidad de acompañamiento durante la campaña electoral de Mauricio Macri. Además es destacada “por su belleza y ‘sobria’ y natural elegancia”. Irónicamente, la Revista Gente le otorgó el título de “La mujer decorativa”, en otra de sus tantas editoriales misóginas. Pero más allá de los cánones de belleza que representa con tanta facilidad, el mayor de los reconocimientos gira en torno a su excelente desempeño como esposa y su transmisión de esperanzas acerca de la estabilidad del matrimonio. Siguió al pie de la letra los manuales que las revistas nos imponen.
Mientras que las revistas en cuestión apuntan por un lado hacia “la libertad de ser quien se es” a través de publicaciones referidas a la ruptura de estereotipos, en el discurso profundo continúan promoviendo estándares de belleza e identidad. ¿A qué mujeres proponen en esa ruptura y qué estereotipos dicen quebrar? Dientes separados, cejas prominentes y otros detalles frívolos suponen según estas revistas la deconstrucción de los parámetros de lo bello y lo estético. Es quizás aún más preocupante si consideramos que las falsas concepciones de libertad que proponen ocultan trasfondos todavía muy conflictivos. Erradicar del imaginario social los estándares de lo bello, el rol ya concebido de los géneros y de la mujer en particular, es una lucha que es y merece ser dada con convicción y deconstrucción de los significados instalados.