El periodismo en debate: de Mengolini a Cassina
Por Juan Ciucci
Sucede a veces que las notas superan el marco de expectativas que uno tiene para con su repercusión y alcance. Temas que uno puede considerar menores se vuelven gigantes, y aquello que uno esperaba explote por todos lados, solo le llega a unos pocos. Esta semana dos notas de la AGENCIA PACO URONDO alcanzaron una enorme repercusión: la opinión de Santiago Asorey sobre los dichos de Julia Mengolini, y la entrevista que realizamos junto a Josefina Figueroa a Silvia Martínez Cassina.
Son dos casos puntuales en los que podía esperarse cierta repercusión: Mengolini poniendo en tela de juicio el concepto de periodismo militante en Canal 13; y Cassina denunciando con mucha valentía un apriete de Canal 13 por su acción gremial, en una agencia de noticias que se reivindica como periodismo militante. El mundo del revés, parece. Pero, repetimos, el alcance de estas notas superó por mucho lo esperado.
Quizás lo más interesante a destacar de este revuelo (que podemos constatar en las reproducciones del video, el ingreso a la página o la larga lista de comentarios en facebook) sea la constatación del papel central que ha adquirido el periodismo en estos años. Sigue siendo deudor de la Ley de Medios este interés por el “detrás de escena” de las empresas periodísticas en la Argentina. Cuando se puso en tela de juicio el valor de la opinión vertida por los “profesionales” del periodismo, se abrió una Caja de Pandora que aun conmueve al medio.
Si bien en todas las épocas existieron grandes diarios y periodistas estrella, pocas veces como ahora se discute públicamente el peso de los anunciantes, los aprietes de tal diario al gobierno, o la línea que se construye en contra incluso de los intereses de los trabajadores que deciden no firmar las notas o repudiar un editorial. Este “star system” incluye, claro está, al Martín Fierro de Oro que le dieron a Lanata: el estrellato es periodístico.
Pero estos conflictos por arriba, que se llevan la mayor atención, van de la mano de un creciente trabajo sindical que reposiciona la labor de los trabajadores de prensa. Y que ha permitido un debate, que aún está en ciernes, sobre la responsabilidad política y moral de los periodistas.
El público que consume medios se encuentra un tanto perplejo ante el revés de la trama. Y se posiciona como un debate de la mesa del domingo lo que tal o cual dijo y, en especial, dónde lo dijo. “Pero si Silvestre se la pasó años despotricando desde A dos Voces”, dice uno. “Pero si Lanata antes decía estar en contra del neoliberalismo”, vocifera el otro. Sin dudas, un escenario extraño y novedoso, del que debemos sacar las mejores conclusiones hacia un periodismo comprometido, popular. Y militante, claro.