El peronismo al rescate, por Sergio Urribarri
Por Sergio Urribarri
Me preguntaba si en este 17 de Octubre, Día de la Lealtad, en el que se recuerda el evento popular más grande, conmovedor y revolucionario de la historia de la política en América Latina en el siglo XX como lo fue el rescate de su presidio del General Juan Domingo Perón por parte de millones de trabajadores y desposeídos que se volcaron a las calles para cambiar para siempre el destino de la Argentina, si no ha llegado la hora de “rescatar” y revalorizar elementos esenciales que en síntesis con otros que, en línea con aquéllos, nos hagan recuperar la vanguardia política y social en la Argentina.
Rescatar el ansia por las grandes mayorías, la vocación por la unión nacional, por la generación de trabajo decente de la mano con la fabulosa ampliación del presupuesto educativo, de la tremenda cobertura social, del incentivo a la ciencia y la tecnología, la ampliación de derechos civiles, entre otras decenas de logros de nuestros tres últimos gobiernos.
Es que ya no bastan las invocaciones a nuestros amados Eva y Juan Domingo. No nos alcanza con la liturgia, ni con la “vocación social” de nuestra militancia y nuestro estilo de gobierno. Así, este 17 de octubre es una buena oportunidad para reflexionar sobre lo que hay que rescatar del peronismo –no ya a Perón de la cañonera de la dictadura militar.
Y lo que hay que rescatar es la nueva agenda peronista. Es decir, la asunción de esos grandes temas nacionales que nos identifiquen inequívocamente ante la sociedad y ante el mundo como un partido popular y moderno, capaz de proyectar un país y a las personas que viven en él.
Esa agenda es lo que dará sentido a la organización y por lo tanto a la unidad. La agenda es poner los más altos sueños peronistas en un papel y traccionarlos inteligentemente para hacerlos realidad y sostenerlos en el tiempo para que miles, millones de personas de cada lugar del país vuelvan a tener la esperanza de la movilidad social ascendente. Y trabajar desde los gobiernos para hacer que esa esperanza se convierta en “la realidad efectiva”.
El peronismo tiene una enorme riqueza cultural, tenemos los mejores pensadores, técnicos, buenos dirigentes, fuerza electoral, territorialidad, identificación social, por lo tanto pienso que debemos hacer un esfuerzo por –en este 17- también rescatar una SÍNTESIS que, además de ser un elemento neutralizador de diferencias, será el resumen de lo que hemos aprendido en estás décadas para poder seguir presentándonos ante el pueblo argentino como una alternativa capaz de llevar a la nación y a cada argentino adelante.
Perón preso en la cañonera, seguro imaginó un país y también lo imaginó cuando selló la unidad nacional en la diversidad con Balbín. Pues bien, hay que imaginarse cuál es ese país peronista hoy, e ir tras él de manera inteligente con todos nuestros enormes logros y nuestros fracasos, sintetizados en un pensamiento y una propuesta que llenen el vacío existencial que, de lo contrario, nos invadirá inexorablemente detrás de las fachadas neoliberales y la política light.
Un enorme abrazo peronista a todos los compañeros de la provincia y de todo el país.