Relaciones del Trabajo: carta abierta a favor de Postolski como candidato a decano
Por Stella Escobar
Esta es una carta para mis compañeros de ruta con quienes venimos transitando juntos distintas etapas de nuestra querida Carrera de Relaciones del Trabajo, desde la formación de grado, los claustros de Graduados y de Profesores.
Como es de público conocimiento me vuelvo a postular para dirigir la carrera, muchos de ustedes se preguntarán por qué. Ustedes saben que formo parte de este espacio que ayudé a construir desde sus comienzos, que conozco con detalle la carrera y su plantel docente. Nuestro proyecto político académico apuntó desde sus orígenes a articular a nuestros profesores, un grupo heterogéneo,en un espacio de encuentro, de unidad que potencie sus riquezas individuales. Así apostamos a crecer desde un lugar en aquel entonces relegado dentro de la Facultad y en un entorno difícil.
Y lo logramos. Para 2013 nuestra Carrera tenía el 80 % de sus profesores concursados (de 5 a 154), se incrementaron sus rentas y comisiones de enseñanza, se realizaron eventos nacionales e internacionales y se promovieron numerosos proyectos de Investigación y Extensión además de Incorporarnos a la Red de Carreras de Relaciones del Trabajo.
La situación de profesores y auxiliares mejoró, ya que a partir de instalar la discusión de inequidad presupuestaria entre las carreras en el año 2006 logramos que el Consejo Directivo emita una resolución tendiente a elaborar criterios de equidad progresiva, tomando especial atención en la plantel docente de nuestra carrera. De este modo conseguimos rentas para docentes Ad Honorem (que ahora aumentaron nuevamente) y aumentos de dedicaciones docentes (exclusivas y Semi exclusivas). Esto no fue sencillo, para ello nos tuvimos que reunir con el entonces Rector de la Universidad.
Dimos impulso a los concursos para consolidar la situación laboral de los docentes y, cuando la sede de Constitución estuvo en condiciones, logramos el traslado de la Carrera a las nuevas instalaciones con una mejora sensible de las condiciones de cursada y de trabajo docente. Con todo esto, los reclamos estudiantiles en las inscripciones bajaron considerablemente, como los datos estadísticos lo demuestran. Y aun pueden encontrarlo en la web de la carrera, en un breve informe que presentamos al final de mi gestión.
En lo personal, aposté desde el principio por un proyecto colectivo e inclusivo, desde mis primeras tareas de colaboración hasta la gestión desde la Carrera, la Junta, la Secretaría Académica y especialmente como Directora entre 2010 y 2014.
Muchos de ustedes recordarán que, como se dice popularmente, “me puse al hombro” los concursos y designaciones docentes, el reclamo de las rentas que nos correspondían y la organización de los eventos. No fue sencillo, pero los logros ratificaron el camino y consolidaron nuestro espacio y la Carrera. Ustedes recordarán que cada vez que iban a la Dirección me encontraban trabajando inclusive hasta altas horas de la noche. Porque creo que los logros requieren de un esfuerzo concreto y cotidiano y lo sostengo con mi tarea.
Luego, en la gestión de la Facultad como Secretaria de Cultura y Extensión promoví el crecimiento de los cursos de Formación Profesional, donde los graduados y docentes de RT tienen un lugar prioritario; impulsé la creación de Diplomaturas de Pregrado y la articulación para que profesores, docentes, graduados y estudiantes conformen equipos de extensión Ubanex; nos vinculamos con las escuelas del barrio de Constitución para que los alumnos conozcan nuestra Facultad y sus carreras; pusimos en marcha el Consejo Asesor Sindical para conformar con los actores del mundo del trabajo un espacio de reflexión, formación y acción conjunta. Aprobamos la diplomatura en Condiciones y Medio Ambiente, la diplomatura en Estudios Organizacionales y la Diplomatura en Formación Sindical. Considero que de esta manera aportamos al fortalecimiento de Relaciones del Trabajo desde un lugar complementario al de mis compañeros que harían sus mejores esfuerzos desde la Dirección.
A su vez, milité activamente las candidaturas de Mariana Kelsey, primero, y Hernán Sandro, después, cuando nuestro espacio político académico decidió promoverlos como Directores de la Carrera. Confié en ellos para que continuaran el crecimiento y la consolidación de Relaciones del Trabajo, pese a las dificultades que toda tarea de gestión conlleva. La situación actual dista mucho de las expectativas que yo, junto al espacio de profesores y graduados, tenía.
Cuatro años después, la intempestiva, dolorosa y solapada ruptura de los compañeros y compañeras que aún siguen formando parte de la gestión, más no del proyecto político-académico que nos convocara, me ha llevado a tomar esta decisión. Si bien, como muchos de ustedes me lo hicieron notar, las preocupaciones más visibles son la demora en los concursos, la falta de gestión en designaciones docentes, el vacío y la escasa presencia de las autoridades en el espacio físico de la Dirección, las raíces son mucho más profundas. Se trata de una fractura política e institucional y del cambio de perfil de la carrera y de la Facultad que se avizoran.
Lamento que haya compañeras y compañeros que se dedicaran a alentar rencillas internas para fortalecer su proyecto individual y se dejaran seducir por promesas generosas de los actores políticos del Rectorado de nuestra Universidad que históricamente buscaron ingresar a la Carrera y la Facultad. Lamento que varios quieran excusar la falta de gestión al frente de nuestra Carrera manifestando que otros actores no les permitieron avanzar, cuando no presentaron un solo proyecto concreto de gestión para debatir. ¿Qué se busca al invocar falta de respuestas a propuestas que nunca se hicieron? ¿Es una forma de excusar la inoperancia? Tal vez convenga recordar que el ejercicio cotidiano de la Dirección requiere de una presencia continua que no es compatible con otros empleos en el sector privado o público.
Pero además, como mencioné, está en juego el proyecto de la Facultad y esta situación pone en peligro nuestra esencia como Carrera. Y esto ocurre no sólo por la posible inserción, de la mano de quienes fueran nuestros compañeros, sino por el desconocimiento que tienen de nuestro perfil profesional y de la necesidad de priorizar en designaciones y concursos a los docentes que cuentan con una vasta experiencia y trayectoria en nuestra Carrera y por tanto con probadas capacidades para el campo de las Relaciones del Trabajo.
Hemos conversado sobre las necesidades de la Carrera con Glenn Postolski, el actual decano, quien expresa la continuidad de un proyecto político académico para quienes habitamos nuestra Facultad -estudiantes, docentes, investigadores y trabajadores no docentes- al servicio de los intereses populares y de las mayorías. Así, hemos proyectado y trabajado en el marco de una comunidad plural, democrática e integrada. La continuidad de este proyecto permitirá avanzar en las cuestiones planteadas con relación a nuestra Carrera y lograr su fortalecimiento integral.
El contexto político y social actual nos convoca especialmente a trabajar sobre las propuestas para un segundo período de gobierno en nuestra querida Facultad y desde la dirección de nuestra Carrera. Nuestra respuesta a esta etapa del neoliberalismo tiene que partir desde nuestra identidad, que parte del campo de la academia y su articulación política y social, para seguir siendo lo que somos, pero mejores.
Los convoco entonces a fortalecer nuestra unidad frente a los cambios disimulados tras los cantos de sirena que, en realidad, constituyen un franco retroceso para el proyecto que supimos construir a lo largo de tantos años de caminar juntos.
Un fuerte abrazo,
Stella Escobar