Saturación policial en Ramallo: “Es hermoso lo que estamos haciendo juntos”
Por Fernando Latrille
En el acto de apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de Ramallo el 1 de abril de 2016 el intendente Mauro Poletti habló de la policía local algo que ya había anticipado en conferencia de prensa el 11 de febrero al expresar: “vamos a poder contar con la Policía Local en el Partido de Ramallo”, para luego agradecer al gobierno provincial por haber aceptado la moción ya que el proyecto se encuentra destinado a municipios con más de 70.000 habitantes y se hizo una excepción para Ramallo. A fines de ese año, luego de 9 meses de formación, 130 efectivos de la policía local comenzaron a prestar sus servicios en Ramallo.
El Intendente refirió también en su discurso en el Concejo a “la adquisición de 10 perros para que cuando nuestros estudiantes egresen de la policía local van a tener una división canes”, y explicó que su función sería “el rastrillaje y la detección de estupefacientes para trabajar en prevención y para que los espacios públicos vuelvan a ser para las familias y no para ir a drogarse. Nosotros no estamos dispuestos a mirar para otro lado cuando pasamos por la plaza”, concluyó acompañado de aplausos (escuchar su discurso).
La inflación de las palabras del Intendente eran inversamente proporcionales a los hechos: no había ninguna toma de espacio público, plaza, que debía ser recuperada por el Estado para las familias ni tampoco registro alguno de jóvenes que se apropiaran de esas plazas para consumir drogas, aunque el Intendente proponía para el tratamiento de las supuestas adicciones lanzarles los perros.
Por suerte no fue intentando recuperar las plazas para las familias como proponía el Intendente ante el Concejo cuando se activo el arma del policía local Rodrigo Sanchez el 3 de abril de 2017 que estuvo internado en el hospital José María Gomendio de Ramallo un día por la herida que se provocó con el disparo por accidente que se causó estando en su domicilio con su uniforme para en minutos ir al trabajo cuando quiso mostrar una foto que tenía en el celular a un familiar introduciendo su mano en su búsqueda activó el arma con la que se disparó.
“La saturación policial permite a las autoridades mostrarse activas en el tema seguridad porque lo que se muestra es el despliegue policial, nunca la disminución de delitos y a veces incidir algo sobre el llamado ‘sentimiento de inseguridad’ o inseguridad subjetiva, pero no sobre la cantidad de delitos”, explicaba Manuel Tufró, coordinador del equipo de Seguridad Democrática y Violencia Institucional del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) consultado por quien escribe.
Algo de eso se puede verificar en las estadísticas de Ramallo. Más allá de que el Intendente habló “del mapa del delito”, de que la fuerza de seguridad local “implicaba 60% del proyecto de seguridad”, no existió en ningún momento una orientación clara de la fuerza creada por pura decisión política y sin datos que indicaran la importancia de su creación.
En las Investigaciones Penales Preparatorias (IPP) se registraron 182 en el año 2015 por causas de hurtos en el partido de Ramallo contra 224 en 2016 y 247 en 2017. La estadística es baja y la presencia de la policía local lejos estuvo en disminuir ese delito. Tomando los datos que arrojan las IPP registradas en el distrito de Ramallo por robo agravado (con uso de arma de fuego) solamente 14 hechos fueron los denunciados en 2015 y 17 en 2016, y 13 fueron los registradas en 2017. Los hechos denunciados indican que la tasa es baja y que permanece estable en los últimos tres años. En cuanto a robos en 2015 se iniciaron 133 IPP contra 111 en 2016 y un ascenso de 142 para el 2017, reflejando nuevamente que la tasa es baja y que la creación de la policía local lejos está de disuadir o contribuir a su disminución.
Las muertes en accidentes de tránsito son una preocupación y hacen a la seguridad, esa seguridad que no se encuentra en las rutas debido a su estado. De eso saben quienes se conformaron en asamblea luego de que la ruta 51- que recorre de norte a sur la provincia de Buenos Aires y que nace en la ciudad de Ramallo- registre muertes fatales, 50 según lo contabilizado por sus integrantes en el período 2008 al 2013. Tres muertes más de 2014 hasta la fecha más cinco que analizan porque a pesar de los diferentes factores el estado de la ruta complicó de manera vital esas situaciones.
“Hoy les decía a los vecinos de la Asamblea 51 me alegra estar acá con las máquinas trabajando porque fueron tantos años que nos dijeron que iban a pasar cosas que después no pasaron que ahora sólo quiero ir cuando están las máquinas trabajando, cuando la gente ya ve que empezamos y que es en serio”, expresó la Gobernadora María Eugenia Vidal cuando estuvo en Ramallo en mayo de 2017 a la vera de la ruta 51 vestida con un sencillo poncho blanco y desparramando, antes de tomar la palabra, gestos amables para todos los que se encontraban presentes demostrando ser una verdadera hada buena.
“Esta obra en la que estamos hoy acá es una obra que va a llevar un año y medio para completar todos los tramos, pero este tramo lo vamos hacer en un año”, aseguró y enumeró: “incluye la banquina; incluye la señalización; incluye la repavimentación; incluye lo que durante muchos años muchos vecinos reclamaron y le va a dar seguridad, tranquilidad y paz a todos los que están en las ciudades que esta ruta transita”, actuó con gesto compungido y mano al pecho.
Uno de los voceros de la Asamblea de la ruta 51 es Eduardo Izaurralde quien estuvo el 16 de mayo y le solicitó a la Gobernadora que se cumpliera el mandato otorgado por una bicameral bonaerense de ser veedores de las obras de repavimentación de la ruta 51, poder ser órgano de contralor de la ejecución de obra a lo que recuerda que Vidal respondió que “su gobierno es de puertas abiertas y suma a los vecinos que nunca bajaron los brazos en sus luchas”. Quedó la promesa de incorporarlos a la obra algo que “desgraciadamente no se cumplió en nada esa promesa”, expresó Izaurralde.
“Las obras comenzaron en tiempo y forma pero luego muchas se fueron retrasando”, responde Izaurralde ante la pregunta si se cumplió con los trabajos de repavimentación en diez secciones de la ruta 51 tal como prometió ese día Vidal en Ramallo. “En la zona cercana a la ruta nacional número 9 tuvieron el inconveniente de plantear una obra con una base de suelo que luego tuvieron que modificar ante las constantes crecidas de las napas”. Cuenta también que “a lo largo de toda la ruta observamos inexistentes controles viales de peso o de seguimiento de las obras”.
La seguridad es mucho más que contar con personal uniformados en las calles aunque parece que eso es lo más efectivo para la política porque como dice Tufró “la respuesta política es más policías porque es una respuesta relativamente fácil que permite mostrar gestión y ‘resultados’ rápidamente, el resultado es la cantidad de policías, no la disminución del delito”, en eso anda el Intendente de Ramallo, en eso también anda María Eugenia Vidal que prometió y no cumplió a quienes se manifiestan desde hace años en asamblea por la ruta 51.