"En diez años hemos aprendido que no hay otro camino más que la lucha"
Por Agencia FARCO - Radio Encuentro de Viedma
A 10 años del asesinato del joven Atahualpa Martínez Vinaya, el pasado viernes se marchó por las calles de Viedma, desde la escuela de Ata hasta el edificio del Poder Judicial de Río Negro. El 15 de junio de 2008, el joven de 19 años, que cursaba el último año del secundario, salió a bailar y a la mañana siguiente lo encontraron en un descampado con un tiro en la espalda.
"El 15 de junio cuando lo matan a Ata no esperábamos tener este camino de diez años por delante. Pensábamos que todo se resolvía al otro día, a la semana o el mes siguiente”, dijo a Radio Encuentro, Laura Vinaya, prima del joven. “En diez años hemos aprendido que no hay otro camino más que la lucha, el reclamo social en la calle, que el Poder Judicial no nos sirve tal como está funcionando hoy para que los pobres y los mas desamparados puedan tener justicia alguna vez”, completó.
El crimen de Atahualpa continúa impune. Más que impune, un crimen del que no se sabe prácticamente nada: con quién o quiénes salió del boliche, en que lo llevaron, quién le disparó, por qué. Una impunidad escandalosa y meticulosamente diseñada. La policía manipuló la escena del crimen. Y los fiscales, la de turno y el subrogante, y el juez de instrucción no allanaron el boliche, ni siguieron las líneas investigativas que implicaban a ciertos peces gordos del narconegocio local.
En medio de estos 10 años, en el año 2014, se llegó a un juicio que la familia de Atahualpa califica como una “farsa” que terminó con los tres imputados absueltos por falta pruebas y porque ni siquiera se había podido demostrar el móvil del crimen. Por eso la familia, sobre todo su mamá Julieta Vinaya, comenzaron un largo camino para que se juzgue a los funcionarios judiciales responsables de la impunidad.
Recién el lunes 18 de junio, el Consejo de la Magistratura resolvió continuar con el proceso de sumario a los funcionarios Carlos Reussi, Daniela Zágari y Ricardo Falca. Salvo Falca, que se jubiló, los demás siguen en el Poder Judicial de Río Negro y ascendieron en sus cargos.
“Le vamos a mostrar una vez mas al poder judicial y a los políticos que ‘los sin nadie’ estamos acá, que nos empezamos a visibilizar, que tenemos derechos, y que vamos a gritar bien fuerte que queremos la verdad y que ellos nos tienen que contestar”, expresó Julieta Vinaya, mamá del joven.