Cintia Mansilla: "Vamos en camino de un gobierno de transición para recuperar el Estado"
Fotografía y entrevista: Soledad Allende
La unidad del peronismo, y también del kirchnerismo, es una discusión que cobró una centralidad creciente a partir del lanzamiento de la fórmula Fernández-Fernández. Pero lo cierto es que esta nueva opción antineoliberal va a involucrar a fuerzas políticas que vienen de otras tradiciones de la política, como la izquierda nacional y popular.
Por otra parte, esta opción electoral intentará interpelar movimientos que se vienen consolidando como actores políticos ineludibles de la resistencia al modelo neoliberal: es el caso del feminismo, el indigenismo, los movimientos juveniles y los movimientos de trabajadores.
De todas las analogías, más o menos pertinentes, respecto de éste escenario y el Pacto Social del ‘73, hay una que estuvo ausente y tiene que ver con el rol de la militancia en estas elecciones; y en particular, con el rol de la izquierda nacional y popular en este frente electoral.
En este contexto donde las derechas vienen haciendo uso de una estrategia que tiene que ver, por un lado, con el linchamiento mediático y, por el otro, con el armado de causas para impugnar candidatos de la oposición, el rol de la militancia y sus herramientas parece ser fundamental. Y es sobre estos interrogantes que AGENCIA PACO URONDO TV dialogó con Cintia Mansilla, referente de la Corriente Nuestra Patria.
Agencia Paco Urondo: ¿Qué piensa de la fórmula Fernandez-Fernandez?
Cintia Mansilla: Creo que es la mejor decisión que pudo haber tomado Cristina en función de la amplitud que necesitamos para construir la unidad necesaria. Pero no sólo eso, creo que Alberto Fernández es el mejor candidato electoral porque sintetiza las virtudes que tiene que tener un presidente en el gobierno que va a venir, sobre todo por cómo se encuentra la economía. El vencimiento grande de deuda con el FMI se va a discutir en un marco de muchas tensiones, y Cristina creo que también pensó en eso. Que Alberto Fernández sea el mejor candidato electoral no quiere decir que sea el que va a conducir políticamente al gran marco de organizaciones que estamos conformando el frente patriótico nacional. Alberto Fernández tiene la responsabilidad política de encabezar este proceso y CFK de conducir al gran movimiento nacional y popular del que somos parte como organización política.
APU: Se vienen haciendo analogías respecto de este escenario y el Pacto Social del ‘73, y también sobre la candidatura de CFK y el histórico renunciamiento de Evita, ¿qué piensa de esto?
CM: Nosotres como organización que es parte de esa unidad que se va dando en torno a Unidad Ciudadana, y dentro de este frente patriótico, la verdad es que pensamos que la historia no se repite, pero si hay ciclos que tienen similitudes. Me parece que hoy estamos en un nuevo contexto político, económico y social, no solo en la Argentina, sino en el mundo. Creo que va a hacer falta reconstruir un contrato social así como lo plantea Cristina, que lo desarrolla en profundidad. Este contrato es necesario para poder superar la fragmentación del tejido social, que es lo que va a poder interrumpir el curso de este modelo neoliberal. Pienso que el próximo gobierno va a ser un gobierno de transición, un gobierno atravesado por muchas tensiones. Va a haber discusión en torno a cuáles van a ser los primeros pasos que permitan reacomodar la economía, que es lo más urgente, y que es el principal motivo por el que está sufriendo el pueblo argentino. Porque este proceso neoliberal no sólo hace que haya más pobres en la Argentina, sino que hace que se rompan los lazos sociales, y eso también va a costar reconstruir, ahí entra la idea de contrato social. Lo central es que hay un ataque sistemático y global hacia los estados así como los conocemos. Que son estados que no son ideales, pero que han permitido restituir derechos y lograr nuevas conquistas para los sectores populares. No puedo decir que es lo que va a pasar, pero si creo que vamos en camino de un gobierno de transición para recuperar el Estado.
APU: Este nuevo frente antineoliberal va a involucrar a fuerzas polÍticas que vienen de tradiciones políticas por fuera del peronismo, e incluso por fuera del kirchnerismo. También va a ser un frente que va a intentar interpelar movimientos que se vienen consolidando como el feminismo, las juventudes y les trabajadores ¿Cómo analiza esto?
CM: El nuevo frente tiene mucho que ver con la unidad del peronismo en todas sus vertientes,y con cómo el kirchnerismo se acopla. Pero también hay otros sectores que se van sumando y esto tiene que ver con la contradicción principal, que sigue siendo la de aquel balotaje del 2015: un gobierno de derecha o la defensa de la Patria. En ese sentido me parece que hubo una reflexión en muchas organizaciones, sobre todo en las que venimos de la resistencia y de la izquierda, que algunas venimos también del peronismo pero quizás no tenemos la misma perspectiva. Me parece que ese es un lindo desafío, y que habla de lo necesaria que es la unidad. Por eso las organizaciones que venimos de otra tradición política estamos integrando este frente, y discutiendo con sectores de la política que no hubiéramos pensado antes. Habla del momento histórico y habla también del avance de las nuevas derechas en Argentina y en nuestra región continental.
Justamente esto que decís acerca de la interpelación, acerca de poder llegar a espacios que, como planteé anteriormente, no venimos de ser parte de los anteriores gobiernos kirchneristas, aunque sí transitamos ese periodo apoyando las medidas populares y la reivindicación de soberanía como política del estado, es fundamental.
Somos un sector político que piensa cotidianamente esa interpelación porque somos parte de esos colectivos sociales. Nos entendemos dentro de una corriente histórica que siempre fue disruptiva ante las tendencias tradicionales de una forma liberal de ver la política. Tenemos nuestra raíz anclada a los sectores más excluidos de la población, con la preocupación puesta en la organización y el fortalecimiento de herramientas como la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, aunque no es el único sector del cual surgimos. Nos parece importante la disputa de ideas en la universidad y cómo llegamos a la clase media para ofrecer organización, por eso el fortalecimiento de herramientas que brinden organización sectorial, más allá de la corriente política, nos parecen fundamentales. Como lo son por ejemplo el Movimiento Estudiantil Liberación y la Corriente de Trabajadores 19 de Diciembre. A lo que voy con este recorrido es que somos parte de la historia de resistencia de este pueblo, pero somos también nuevas generaciones que se ponen en un papel protagonista para transformarlo todo. Creemos en debates transversales como la necesidad de cambiar los parámetros de consumo y cómo hacemos una sociedad más igualitaria, más justa. Y este último punto es imposible llevarlo a cabo si no hacemos carne en clave feminista esas transformaciones. Creo que el movimiento de mujeres nos interpela, o con él nos autointerpelamos en líneas generales, pero también tiene sus disputas y tensiones. Estamos en la tarea como campo popular de la construcción de un feminismo popular que pueda ser integral a la hora de pensarlo como base para la organización política. Por esto es que ante la pregunta creo que sí, somos capaces de interpelar a estos movimientos porque somos parte de ellos.
APU: En este contexto donde las derechas vienen haciendo uso de una estrategia que tiene que ver, por un lado, con el linchamiento mediático pero, por otro, el armado de causas a candidatos ¿Cuál es el rol de la militancia?
CM: A nivel regional, América Latina viene atravesada por el avance de la derecha. Desde los medios masivos de comunicación se vienen construyendo verdades absolutas que se van diluyendo: en Argentina dentro de un marco de causas inventadas y de shows mediáticos, que es una forma de persecución política de la oposición. Ahí es donde juega la militancia, desarmando estos argumentos y llevando la discusión a la población, al llano.
Creo además que como pasó en el balotaje, donde ganó Mauricio Macri, habrá una campaña muy apropiada por la gente, desde el pie. Hay un matiz que es lo no organizado, lo no orgánico, que está mirando lo que pasa en la Argentina. Que al ver la situación social y padecerla en carne propia, se pone de pie para frenar a este gobierno, y se plantea una opción electoral. Creo que habrá un desafío en cómo la militancia organizada pueda modificar sus prácticas para fortalecer esto y darle mayor profundidad. Hay que construir las alianzas necesarias para poder ganar, construir las capacidades electorales para ello y en este sentido la militancia ocupa un rol fundamental.