Los 11 de la Comisaría Tercera de Quilmes: el conurbano sobreencarcelado
Por Silvio Sarti*
Esta semana la fuga de 11 detenidos por delitos graves y sin condena firme de la comisaría Quilmes Tercera se convirtió en noticia nacional. El hecho pone de relieve una serie de cuestiones naturalizadas en los destacamentos de la provincia y especialmente en el conurbano bonaerense a las que, por eso mismo, no se les presta atención suficiente.
La Tercera de Quilmes se encuentra entre las 3 primeras comisarías de la Provincia con mayor recambio de comisarios por irregularidades manifiestas. También se encuentra entre las 16 comisarías sobre las que recae una cautelar de la Corte Interamericana de Derechos Humanos con prohibición de alojar detenidos.
Lo ocurrido esta semana no es un hecho aislado en la realidad de la actividad policial y judicial en la Provincia de Buenos Aires, la fuga de los detenidos se produce en un contexto donde la orientación de la política criminal está basada en el sobre-encarcelamiento y la saturación policial.
Según el informe del año 2018 de la Comisión Provincial de la Memoria, el poder ejecutivo provincial admite que "el 88% de las jefaturas departamentales cuenta con más personas que camastros disponibles para dormir. El centro de operaciones policiales reporta que hay 4129 personas alojadas en dependencias policiales de la Provincia y un cupo para 1007 camastros, una sobrepoblación de 310%.”
Durante la gestión del Ministro Cristian Ritondo, se produjeron 65 muertes de encarcelados en comisarías, (24 en el 2018, 23 en el 2017 y 18 en el 2016). El numero de decesos viene en aumento año a año.
Entre las principales causas de muertes están ahorcamiento, incendio, deficiencias en la atención médica y agresiones físicas.
Es preciso resaltar que la formación y capacitación policial no está destinada al cuidado de personas detenidas, los funcionarios policiales carecen de capacitación en esta materia que en el ámbito provincial es competencia de Servicio Penitenciario Provincial.
Hace falta construir nuevas Alcaldías en la provincia de buenos aires, particularmente en el Departamento Judicial Quilmes, para descomprimir la situación de extrema gravedad y hacinamiento que se viven en las comisarías, además de agilizar los tiempos de la justicia para evitar que personas detenidas se encuentren alojadas en dependencias policiales por un período prolongado de tiempo.
Por lo tanto, resulta necesario pensar nuevas estrategias de prevención social del delito y la violencia que busque reconstruir ciudadanía en aquellos sectores que más padecen la ausencia total del estado. La falta de respuesta concreta por parte del Estado a situaciones de extrema vulnerabilidad social solo tensionan más a una sociedad que ante lo crecientes hechos de violencia, consumo problemáticos, conflictos interpersonales, únicamente brinda la cara del Estado vinculado a la policía.
Como sostiene Didier Fassin “para los habitantes de los barrios populares, su experiencia con la policía a menudo conforma su vida social, la normaliza, la determina, e incluso a veces le pone fin de manera simbólica, a través de la prisión, o, literalmente, con la muerte"
*integrante de Tres Banderas Quilmes