Claudia Piñeiro: “Estamos en desigualdad con otros trabajadores”
Por Araceli Lacore
Se realizó una reunión de escritores independientes que redactaron cuatro puntos básicos para tratarse a futuro. La autora de Las viudas de los jueves dialogó con Fractura, suplemento literario de APU, sobre las demandas del sector.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo surgió la idea de la reunión y la convocatoria?
Claudia Piñeiro: La idea surgió de varios escritores amigos. Cada tanto algún político que está como candidato para las próximas elecciones nos hace preguntas acerca de qué es lo que esperamos o necesitamos, o pensamos qué nos hace falta, entonces nos pareció que ninguno en forma individual podría arrogarse qué piensan o qué quieren los escritores, pero si nos juntábamos y tratábamos de llegar a algunos puntos de acuerdo, podíamos tener un documento que nos agrupara a muchos de nosotros. Entonces hicimos este primer documento con cuatro puntos básicos como para abrir un canal de diálogo y a partir de ahí empezar a bajar a cuestiones más detalladas.
APU: Uno de los ejes de la carta es la creación del INLA (Instituto Nacional del Libro)
CP: Uno de los ejes es la ley del INLA porque es una manera de resumir muchos puntos que tienen que ver con la industria y con los déficits que tiene en cuanto a cuestiones federales. ¿Cómo podría hacer entonces el Estado para que la gente que vive en Jujuy, por ejemplo, tenga la misma posibilidad de recibir libros que nosotros acá? Digo Jujuy como podría decir cualquier otra ciudad o provincia alejada de la Capital, donde los gastos de flete son altísimos y distintas consideraciones, siempre pensando en los diferentes eslabones en la cadena de valor de un libro desde que sale del autor hasta que llega al lector. Entonces resume unos cuantos puntos que podíamos agrupar y considerar esa ley en la que estamos trabajando, apoyando y haciendo sugerencias.
APU: ¿Cuál consideras que es el rol del Estado para fomentar la literatura?
CP: El rol del sistema educativo es fundamental. Si un niño nace en una casa en donde no necesariamente los padres son lectores ni les interesa la lectura, entonces el Estado tiene que fomentar ese ejercicio para tener mejores ciudadanos, más capacitados, con mayor pensamiento crítico. Obviamente la base está en la educación, incluso si un alumno sale de la escuela primaria sin poder leer de corrido, difícilmente va a disfrutar alguna lectura. Las operaciones de lectoescritura a veces ya salen fallidas desde la primaria porque se ingresa a la secundaria con grandes dificultades. Entonces, ¿qué novela le puede atraer, o qué texto o qué poema, o qué cuento si lee con mucha dificultad?
APU: ¿Por qué considerás que los proyectos de ley respecto a las condiciones tributarias y previsionales de los escritores no avanzan?
CP: Con respecto a la situación previsional e impositiva del escritor lo dejamos en el cuarto punto, porque ante una situación de crisis como la que hay en este momento con un 50 por ciento de niños de hasta 14 años en la pobreza, siempre parecen temas menores. Lo quisimos enunciar porque son lugares en los cuales estamos en desigualdad, nuestro sistema de trabajo hace que tengamos peores condiciones que cualquier trabajador. Hay sectores que también están con muchos problemas, sin embargo sus legislaciones son mejores que las nuestras. Creo que no hay ningún trabajador en este momento que tenga ciertos problemas por no tener obra social, o tener que pagar aunque no tenga ingreso todos los meses para su jubilación, como nos pasa a los escritores. En un país con los problemas que tenemos hoy, quizá no es urgente, pero necesitamos enunciarlo y que se trabaje.
APU: ¿Que expectativas tenés al respecto?
CP: Creo que hasta ahora no se tomó en cuenta porque no nos hemos constituido como un sector de presión y de voz. Cuando otros sectores reclaman finalmente consiguen algo. A nosotros nos cuesta más, pero en eso estamos.