"Con nuestra versión de ‘Teoría King Kong’ quisimos generar puentes desde una teoría travesti y latinoamericana"
Por Carolina Loj | Fotos: Emanuel Abello (queotroseanlonormal producciones)
Por decisión de la autora, el artículo contiene lenguaje inclusivo.
Poeta, actriz, cantante y docente argentina: no alcanzan las palabras para describir la profunda y multifacética obra de Susy Shock. La artista rompe con toda lógica binaria y se burla de cualquier intento de disciplinamiento. Ella es una provocadora y un hecho teatral en sí mismo: su voz es de una resonancia tal que moviliza al más indiferente de los corazones. Ella es cálida y aguerrida: su voz es un abrazo que anima la lucha colectiva. Ella es una chamana y una hoguera: su voz es el fuego sagrado que convoca e ilumina un futuro más amoroso. Es individual y a la vez colectiva. Susy es el antes y después de cualquier persona que se atreva a acercarse a su obra y a leer sus declaraciones.
APU dialogó con la artista que se refirió a la interpretación de Teoría King Kong, obra de Virginie Despentes, que propuso junto a la directora Bárbara Guamán. También sobre sus procesos creativos y su yo literario, así como respondió a los discursos lesbotransbiodiantes que estuvieron circulando en los medios de comunicación hegemónicos durante enero y febrero de este año.
AGENCIA PACO URONDO: Varios de los mails que intercambiamos, antes de concretar la entrevista, no los contestó unx representante sino personas que trabajan con vos codo a codo. Esto no suele ser habitual...
Susy Shock: Yo trabajo con un grupo de personas que conozco hace muchísimos años y nuestra forma de trabajo, que es de carácter colectivo, coincide con la lógica del teatro. Un ejemplo interesante que te puedo citar es Chica King Kong que, aunque sea un unipersonal, la obra depende, absolutamente, en cada acción y pequeño movimiento, de un montón de gente que no se ve, pero que hace al hecho artístico. Aprendí esto desde muy chica, estoy desde los 14 años en el teatro. Es por eso que nunca entendí, y hoy tampoco comprendo, otro modo de trabajo que no sea de forma colectiva en todos los órdenes de la vida. Así que no iba a ser menos mi forma comunicacional, ni con los contratos, ni con los vínculos puntuales, o con instituciones y el Estado, las giras, ni cualquier proyecto. Ser parte de un colectivo para mí es esencial.
APU: Hace poco más de dos semanas, una periodista del Página/12 publicó una nota donde advierte sobre la fragmentación dentro del activismo LGTBIQ+, cuya formación de ghettos desarticula la comunidad y, en consecuencia, da lugar al avance de la derecha de nuestro país. ¿Qué pensás sobre esto?
S.S.: Todas las personas que estamos afuera de un mundo heterosexual, blanco, colonial, conquistador, violento, necesitamos absolutamente de los ghettos. Sólo aquel o aquella que no haya sido perseguida, aquella que no haya sido apartada, aquella que no haya sido disciplinada, aquella que no haya tenido que defenderse de un otro opresor y violento, desconoce la importancia del ghetto. En otras palabras, el ghetto te salva porque es el lugar en el que vos encontrás pares, inclusive encontrás identidad propia, espejo, un plato de comida y un abrazo. En esos ghettos también está nuestra forma de diversión y de resistencia. Yo amo los ghettos porque nos constituyen. Sin los grupos sólo nos queda la violencia del mundo hetero, binario y colonizador.
APU: Teoría King Kong fue hecha anteriormente por dos actrices. En 2020, la interpretó Mercedes Morán y, en 2021, Muriel Santa Ana. ¿Los viste?
S.S.: La verdad que no he visto las otras versiones. Yo creo que mi presencia es la de una persona travesti, una feminidad travesti, algo que no está contemplado en el texto fundante de Teoría King Kong porque este remite solamente a una mirada binaria. El libro me parece inquietante, impresionante, poderoso, pero, a mi entender, incompleto. Entonces, tanto Barby Guamán como directora y yo como actriz, que somos dos personas travestis, le propusimos al texto generar puentes a partir de una teoría travesti y latinoamericana. Le dimos un territorio. Estamos contentas con nuestro trabajo porque lejos de oprimir al texto originario lo volvimos a actualizar. Lo trajimos al presente y, sobre todo, al futuro.
APU: Para llevar Teoría King Kong al teatro hubo que hacer una adaptación y recorte del libro, ¿en base a qué hicieron dicho proceso de selección?
S.S.: En principio, fuimos contratadas cuatro actrices cuya propuesta consistía en que cada una de nosotras eligiera su propia directora. Yo conozco hace muchísimos años a Barby Guamán, trabajamos juntas desde siempre y una forma parte de la vida de la otra. Con ella vivimos muchas cosas intensas, tanto dolorosas como felices. Es por eso que, cuando me hicieron la propuesta para hacer Teoría King Kong, inmediatamente pensé en Barby para que dirigiera la interpretación de una parte del libro que ya me habían asignado previamente. Entonces, lo que nosotras hicimos fue intervenir ese texto con nuestro cuerpo que habla, rechaza, abraza y que también resignifica por el simple y absolutamente hermoso hecho de ser travestis.
APU: Cuando entrevisto artistas y les pregunto acerca de sus comienzos, en la mayoría de los casos, me suelen contar que les costó mucho encontrar una voz propia. Sin embargo, en tus obras tempranas se nota una autoconciencia de identidad muy fuerte.
S.S.: Las personas travestis y trans tenemos la identidad y la lucha por la voz propia más intensamente marcada que cualquier otro u otra artista heterocis. Entonces, es inevitable que todo aquello que toquemos, todo aquello que miremos, no esté atravesado por eso. Esto nos hace personas más cerca de la identificación potente, de un anuncio, de una voz propia mucho más al alcance de la mano. Y creo que la heterosexualidad es la que tiene que empezar a dar cuenta que fracasó, que no ha hecho feliz a un montón de personas que fueron obligadas a identificarse como heterosexuales. Esto se nota, inclusive, en lo que están produciendo. En este momento, hay muchas mentes pobres produciendo literatura con un resultado mediocre porque están atravesadas por la heteronorma, siempre contando el mismo cuentito fracasado. Hay que pensar que quizás no tengamos futuro. Tal vez somos las últimas generaciones de este planeta alicaído que estamos contribuyendo al exterminio de los poderosos de siempre. Así que yo creo que tenemos que salir día a día a la calle sintiendo que tenemos que ir por todo. Yo quiero ir por todo. Esto implica una osadía, una creatividad y romper el velo. No hay más tiempo que perder.
APU: ¿Querés contarnos un poco sobre la forma de tu proceso creativo en la escritura?
S.S.: Soy una artista que escribe intensamente. Me alimento mucho de aquello que observo, de lo que leo, de las discusiones y también de las intensidades de una época. Como afirma Mina Bevacqua, soy una artista epocal: yo me considero una artista de la época de la vuelta de la democracia hasta el presente. Mi generación es la del Nunca Más, la cual se caracteriza por el empoderamiento, por el ímpetu de construir pero también de cambiar aquello que le hizo mal. Asimismo, las personas travas y las trans hemos ayudado a lo más intenso de la deconstrucción de este país.
APU: ¿Qué estás leyendo ahora?
S.S.: Mirko Martínez Sazo es uno de mis poetas favoritos. Él está constantemente produciendo y su obra me influye y sobre todo me acompaña en mi proceso creativo cotidiano. Encima, tengo la suerte y el enorme privilegio de tenerlo cerquita.
APU: Es interesante que estés interpretando este texto en un espacio público y de entrada gratuita justamente en este contexto. Todavía estamos empezando el año y ya se pusieron en circulación discursos homolesbotranbiodiantes en los medios masivos de comunicación. Es el caso de las afirmaciones de la psicóloga Alicia Crosa celebradas por Alejandro Fantino, algunos comentarios de Flavio Azzaro y los transfemicidios de Giacobbi y Aldana Lorenz. Estos son solamente algunos hechos ocurridos hasta la fecha en Argentina. ¿Hay algo que te gustaría contestar a este tipo de discursos de odio?
S.S.: Los discursos de odio surgen como respuesta a nuestro empoderamiento. Nosotras tenemos presencia en todos los espacios: estamos en las oficinas públicas, lugares de recreación, escuelas, entre otros. Hoy formamos parte de todas las discusiones, es más, protagonizamos todas las discusiones, que es muy distinto a ser objeto de estudio y de análisis. Asimismo, considero que aún nos falta habitar más lugares, porque nos merecemos estar en absolutamente todos los espacios e inclusive ser muchas más en cantidad en cada uno de esos espacios. Viajamos en colectivo, cargamos y pagamos con la SUBE, compartimos asiento, pagamos monotributo y votamos como cualquier otra persona. Dicho de otro modo, somos parte de las decisiones de un país. Eso genera mucho odio y hay quienes sacan a flote lo que durante un tiempo ocultaron.
APU: ¿Qué te gustaría decirle a alguien que está pasando por un proceso de despertar político?
S.S.: si es que se me permite suponer que pueda invitar a las infancias y a las juventudes a romper con lo establecido e ir para otro lado, le diría que para que se incorpore a la política, debe tener en cuenta que todo fracasó y que hay que empezar de nuevo. El desafío es animarse a soñar algo nuevo. Lo peor que puede hacer una persona joven es aprender la idea fracasada de un otro que ya fracasó. Ojo, yo también fracasé y formo parte de una generación que fracasó y tengo, tenemos, que ir para otro lado. Por eso, hoy no quiero soñar, quiero hacer y que hagamos lo que nos merecemos.