Cam Beszkin: rock, feminismo y autogestión

Cam Beszkin en cantante y compositora, entrevistada por Agencia Paco Urondo se refirió a “Abducido” (2022) su nuevo material solista, a los proyectos que integra junto a Mariana Bianchini y Mujeres Bacanas, del íntimo y mágico momento a la hora de componer y de cómo fue atravesar la pandemia para una artista sensible y existencial. “Particularmente, la pandemia fue un momento de conexión con la fragilidad, donde hubo personas que quiero mucho que estaban solas y que no podía ver. Y de esta manera fue que me di cuenta lo importante que son los vínculos”, analizó.

Agencia Paco Urondo: Cuando escucho tú música encuentro de todo en cuanto a estilos y texturas. Le das mucha importancia a la experimentación.  

Cam Beszkin: Me gusta curiosear. Eso es lo que más me estimula, motiva y, como bien decís, hace que vaya por distintos lugares con mis canciones. Toqué música country, con los Monkeyness, por ejemplo, y estuvo buenísimo. Por otro lado, me gusta mucho estar en distintos lugares en los proyectos en los cuales me toca participar. Pudiendo cantar, siendo más Front, o tocando el bajo como lo hago junto a Mariana Bianchini, una artista que admiro muchísimo. Por eso, me parece que quienes estamos en el arte necesitamos poder curtir un poco de todo captando las mejores energías, porque es lo que nos alimenta.

APU: ¿Como encarás el proceso de composición, teniendo en cuenta que en casi la totalidad de tu obra sos autora de música y letra?

C.B.: Tengo mi forma predilecta que es donde más me encuentro cómoda y es jugando armónicamente con el bajo o la guitarra. Y cuando hay algo que me llama la atención o me resulta inspirador, me meto en ese viaje buscando profundizarlo y así llegar a componer una canción. Entonces y respondiendo a tu pregunta, primero trabajo las armonías y después voy poniendo la letra que, muchas veces, se construyen de un brainstorming o lluvia de ideas.

APU: ¿Existe un lugar favorito o tenés algún tipo de ritual que favorezca la inspiración?

C.B.: Si bien puede surgir una idea en cualquier parte, necesito materializar la música para que me transporte. Y para eso tengo mi estudio donde están mis instrumentos para poder tocar lo que va apareciendo. Por otro lado, me encanta componer en el sillón, porque da hacia una ventana y eso me inspira. Y como en el departamento que compartimos con mi compañera no tenemos edificios cerca, puedo ver un poco el cielo y contemplarlo, es un viaje hermoso. Y si es de noche y con una copa de vino, mucho mejor. Después, otra cosa que necesito es soledad, porque si bien trabajo con otras personas, sinceramente me es mucho más cómodo al principio hacerlo sola.

APU: A menudo al autor de canciones se le pide que cuente porque escribió tal letra, lo cual atenta contra el espíritu de la poesía ¿Qué pensás al respecto?

C.B: Que, por un lado, se me hace muy difícil cantar algo que no siento muy adentro de una letra. A su vez, cuando me preguntan de qué va tal tema o a qué me referí en determinada estrofa, prefiero no explicar mucho eso. Porque si yo lo revelo, el público no va a permitirse entender lo que necesita o quiere de una canción. Porque estoy convencida que el arte se termina de completar cuando el otro en este caso escucha y toma para si lo que le hace bien.

APU: Teniendo en cuanta el proceso solitario que al comienzo se da en la composición de letra y música ¿Tenés algunas personas a las que les vas mostrando las maquetas de lo que serán tus futuras nuevas canciones?

C.B.: Si, a Carina, mi pareja, cuando estoy contenta con algo que escribí o compuse se lo muestro. Si no, me lo guardo hasta que esté conforme con lo que esté haciendo. Otra persona a la que le voy mostrando mis trabajos al comienzo es a Sergio Álvarez, productor de mi nuevo material y de los dos anteriores. Me gusta mucho trabajar con él porque me tira muy buena onda y seguridad, siempre. Lo que es fundamental para los artistas que, en general, somos gente sensible y que al exponemos tanto con nuestras obras, las críticas nos ponen muchas trabas. Por eso está bueno tener un cómplice musical que tire para arriba. Porque para tirar para abajo ya está uno (risas).

APU: Hablemos de “Abducido”, el simple que estrenaste en 2022. Un power blues que habla de las sociedades hiperconectadas en las que vivimos.

C.B.: “Abducido”, que tiene una tapa hermosa, habla de esta sensación del qué dirán y de cómo al movemos en masa a veces dejamos de ser nosotros mismos. Y como bien decís, estamos abducidos por las redes en esta era, también. Es un tema que me llama mucho la atención y creo nos afecta a todos. Por otro lado, para mí también representa la pregunta de qué es el éxito, la exposición y todo eso.

APU; Paradójicamente la pandemia profundizó mucho mas estos vínculos virtuales, porque en un mundo que quedó encerrado solo las redes nos acercaban un poco. ¿Cómo te pegó toda esa situación de aislamiento que está presente en tu nuevo material?

C.B.: Pensé mucho en ese período, en lo vulnerables que somos. En como, muchas veces, nos creemos invencibles, que el mañana está asegurado y que las cosas son estáticas. Y la pandemia nos demostró que no es así. Por eso, no termino de entender cómo los seres humanos no aprendimos más de lo vivido. Particularmente, fue un momento de conexión con la fragilidad, donde hubo personas que quiero mucho que estaban solas y que no pude ver. Y de esta manera fue que me di cuenta lo importante que son los vínculos y que me parece que rodean este material.

Mujeres Bacanas

APU: Hace poco tiempo me di el gusto de ver en vivo en el Centro Cultural Borges a Bacanas. ¿Cómo se cruzaron en tu camino Valeria Cini y Carolina Flechner?

C.B.: Todo empezó medio de casualidad. Valeria Cini me invitó para hacer juntas una versión del tema “Barco quieto” en un espectáculo que se organizó en el Centro Cultural Kirchner (CCK) por los 30 años de la edición del disco Mujer contra mujer (1992), de Sandra Mihanovich y Celeste Carballo. Entonces, ahí nos dimos cuenta que teníamos mucha onda para trabajar juntas. Hicimos esa presentación e inmediatamente después nos preguntamos porque no empezar a componer, grabar e incorporar más músicos. Y de esta forma se sumó Carolina Flechner en batería. Por eso, Bacanas no fue algo pensado de antemano, se dio así y fue hermoso por lo natural y original.