Parque temático: Perón volvió y vuelve a hacer de las suyas

El pop ¿es realista? Y sí, de hecho, diría que es hiperrealista. Es decir, pone en tensión el discurso realista, lo lleva hasta un límite donde la verdad del documento se cruza con la ironía de la imagen en una batalla simbólica que no termina de decidirse. En este sentido, Perón Volvió, el primer “parque temático del peronismo” que se abrió la semana pasada en el espacio El Dorrego, en Palermo, lo interpreto como un gesto pop —uno más de los tantos que viene probando la estética peronista en su búsqueda de una renovación generacional.

Es posible que a un peronista del 45 este discurso testimonial y lúdico le puede generar dudas o rechazo, pero a los que no metimos “las patas en la fuente”, tal vez nos pueda resultar informativo —las imágenes filmadas del bombardeo del 55, por ejemplo, en una sala que se pretende de inmersión (cosa nada fácil de lograr) son tan elocuentes que minimizan cualquier interpretación. Los aviones y el bombardeo te conmueven. Sin llegar a la necrofilia, ves en pantalla gigante a los muertos alineados en la calle. 

Es difícil saber cuál fue el objetivo de esta (a)puesta. Celebrar la vuelta de Perón, sin duda, y la figura del militante, también. Entiendo que se le quiera transmitir al visitante el clima de gesta y euforia que caracterizó y caracteriza al peronismo, recreando las calles de los años 70, con algún colectivo de esa época (al que se puede subir), un “Fitito” hermoso y un par de Falcones —un comentario aparte merece lo que parece ser un “auto peronista”, ya que tiene el escudo justicialista en el capot, una auténtica joya de coleccionista.

Las salas de inmersión tienen alta tecnología, pero no sé si logran lo que buscan solo poniendo a todo volumen el parlante. Lo mismo sucede con las puestas en escena con actores que remedan a las multitudes que concurrieron a la Plaza de Mayo en apoyo incondicional a Perón. Sus ropas de época están muy limpias, el tema es que es ropa de trabajo la que visten. Cuando se recorre la muestra el visitante se encuentra con diferentes momentos en los que la multitud enardecida concurrió a la mítica y eterna Plaza, desde gente que fue allí para alentar a Evita, hasta los que fueron años más tarde con pañuelos blancos a festejar el derrocamiento del “régimen” en 1955. El discurso ahí es casi transparente: ellos pueden hacer cosas que para nosotros son casi inimaginables.

La escena épica del evento es la de Perón en 3D. Como me dijo un amigo, avezado intérprete del discurso peronista, seguramente es el recorte de alguna entrevista que Perón dio en los años 70, montando su cabeza sobre un cuerpo virtual. Allí, como tantas veces, el discurso de Perón es muy pedagógico: su arte era el arte de conducir, confiesa. Conducir no es lo mismo que mandar, nos dice.

En una zona del “parque” hay juegos de kermeses en los que grandes y chicos pueden divertirse. La entrada te habilita para jugar allí. Si querés gastar un mango más, hay puestos de choripán con diferentes tipos de preparación, y algunas comidas que le gustaban al General.

Cuando un visitante un poco interesado sale del “parque temático” tiene ganas de volver a los libros de Perón, para chequear ahí lo que efectivamente pensaba este líder de masas que aún hoy sigue presente (sino rigiendo) los destinos de nuestro país. Se puede visitar hasta el 17 de diciembre.