Diálogo con Guillermo Moreno: ahorro e inversión en una economía peronista (y bimonetaria)

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    Foto: Igor Wagner
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APU ENTREVISTAS

Diálogo con Guillermo Moreno: ahorro e inversión en una economía peronista (y bimonetaria)

18 Septiembre 2024

¿Qué significa que el modelo económico peronista sea de oferta? y ¿cuál debe ser el motor del desarrollo nacional: el ahorro interno, la inversión extranjera o el endeudamiento? Con esas dos preguntas como base, AGENCIA PACO URONDO volvió a dialogar con el economista y dirigente de Principios y Valores, Guillermo Moreno, para conocer su propuesta económica peronista. 

APU: Guillermo, solés decir que el modelo económico peronista es de oferta, pero lo diferenciás del "ofertismo". ¿Podés explicar esa diferencia?

Guillermo Moreno: Es un debate muy importante en la disciplina económica, que tiene con ver con cuál es la causalidad en la economía. Qué dispara la economía, qué dispara el hecho económico, si es la oferta o es la demanda. Desde nuestro humilde entender lo dispara la demanda, pero la demanda tiene algunos componentes básicos, como es el consumo y también la inversión. La inversión es un componente de demanda. Con la virtud de que terminada la inversión, al ciclo siguiente se incrementa la oferta. Los modelos ofertistas solo van por oferta y lo que hacen es incrementar la producción pensando que hay que aumentar la rentabilidad del capital y suelen despreocuparse de la demanda. Al contrario, a veces perjudican la demanda porque desfavorecen los ingresos populares. Ahora, que vos vayas por inversión te permite ampliar la oferta.  

Pasa que hay dos tipos de economistas, los de producción, los que saben lo que es una factura y un remito, los que estuvieron en escritorios de compañías, los que tomaron decisiones de producción o comercialización en sus empresas. Todo eso te conforma la cabeza. Después están los muchachos que saben de teoría. Melconian qué negocio administró en su vida; Espert qué administró en su vida... Kicillof qué administró... Kulfas, Tetas, Lousteau... todos los que hablan de política economía no tienen experiencia en la producción. En la física esto está resuelto, los físicos se dividen en experimentales y en teóricos. En la física el 95% son experimentales y el 5% son teóricos. El tema es que los que hablan de economía en Argentina solo el 5% somos experimentales. Por ejemplo, ahora te hablan de inflación. Hace mucho tiempo que se terminó, el problema que tenemos es la deflación. Acindar y Techint están bajando los precios. Lo que tenés de inflación es lo que registra el INDEC, que es algo estadístico, porque refleja las tarifas. Hay sectores de la economía que están en deflación, por eso la pérdida de capital. Es el peor momento de la economía cuando se está en deflación. Pero cómo discutís con los muchachos que te hablan del 4% de inflación. La economía real está funcionando con deflación o inflación muy baja y es un problema muy serio, porque destruye patrimonio. Lo que compraste hace 60 días a un precio hoy vale menos. Estudiar economía es una cosa, aplicarla es otra.

APU: Entonces, su propuesta no es ofertista, porque entra por demanda, pero entiende que hay momentos donde hay que trabajar sobre el consumo y otros sobre la inversión. Y cuando la inversión crece, la oferta crece. 

GM: Vos entrás a la economía por la demanda, así lo hace el peronismo. El ofertismo entra por oferta. Cuando entrás por inversión, en el ciclo siguiente sos oferta. Pero no sos ofertista, porque no bajás el poder adquisitivo de los trabajadores. 

APU: Solés insistir en que el modelo de la década ganada se completó hacia 2010/2012, cuando se terminó una lógica basada en el consumo. Según vos, había que pasar a una lógica basada en la inversión. Ese debate, solés recordar, lo perdiste y ganó la postura de Kicillof. Pero voy a otro lado: ¿Qué había que hacer en términos prácticos, de política económica?

GM: Había que bajar un poco el consumo y elevar la tasa de ahorro. La política típica son los planes de vivienda, donde los trabajadores cambian consumo por ahorro y se compran su casa. Ese es solo un ejemplo. El ingreso no cambia, cambia el sesgo del consumo al ahorro y la inversión. Un asado menos y una pared más, por decirlo de un modo sencillo. Y encima le aumentás el patrimonio al trabajador. Ahí los sindicatos tienen un rol clave para organizar esos planes de vivienda. El financiamiento tiene que ser de la economía, no del Estado. Pero estos chicos terminan planteando que los planes de vivienda los tiene que hacer el Estado. En el fondo son marxistas, estatalistas, no peronistas. Yo lo discutí con Kicillof. No es que estamos cerca, estamos lejísimo. O las viviendas las hace el sector privado o las hace el Estado. Hay planes de vivienda que puede hacer el Estado cuando las tiene que regalar pero es otra cosa.     

Ese debate se dio y Cristina eligió la posición de Kicillof. Que era seguir el consumo pero por vía del endeudamiento. Es el modelo socialdemócrata, austríaco, típico. Es el que beneficia al sector rentístico-especulativo. Por eso Kicillof salió a amigarse con los mercados, por eso arregló con el Club de Paris y reconoció una deuda de 9 mil millones de dólares, arregló con Repsol y después quiso hacerlo con los fondos buitre. Ese debate empezó en 2010, pasa que Néstor Kirchner no permitió el endeudamiento. Eso empezó con Boudou. 

APU: ¿Ese debate interno se dio con Kirchner vivo?

GM: Como debate, sí. Los límites del modelo se empiezan a ver mucho antes, hacia 2005. Por eso recreamos la Secretaría de Comercio porque se veían los problemas. 

APU: En esto del modelo completado hacia 2011/2012. ¿También había que aumentar la capacidad exportadora, para superar la restricción externa?

GM: Para eso hay que expandir la frontera de producción. Pero no solo había que expandirlo, en realidad había que mantener la producción. Se nos caía por la revolución energética norteamericana. Por eso teníamos que hacer un salto de productividad. Ese es el objetivo del segundo congreso de la productividad y el bienestar social que llevamos adelante (nota de edición: Moreno contó varias veces que luego de esa reunión Cristina pidió no seguir con esa estrategia). 

APU: En ese sentido: ¿para vos los incrementos salariales deben ir atados a productividad de la economía?

GM: De ninguna manera. Eso lo alcanzás en una distribución justa del ingreso que tiene que ser 60/40 a favor de los trabajadores. Esa es la discusión que tenemos con los economistas que vienen del troskismo, que te decían que mentíamos con la inflación, porque los salarios subían por arriba de la inflación. Eso pasaba porque mejoraba la distribución del ingreso. Si los salarios no le ganan a la inflación, están siempre igual. Terminan siendo gorilas, todos estos economistas troskos y progresistas terminan siendo gorilas (risas). 

APU: El segundo tema sobre el que te quería preguntar tiene que ver con el combustible necesario para el desarrollo. Usted dice que ese combustibe es endogámico, debe salir del propio ahorro de la economía argentina. ¿Entiendo bien?

GM: Esa es la discusión con los desarrollistas. 

APU: Porque el desarrollismo acepta el endeudamiento y las inversiones extranjeras como combustible del desarrollo. Endeudamiento ya dijiste que no. ¿Inversiones extranjeras?

GM: Lo que yo digo es que la tasa de ahorro interno alcanza para un proceso de crecimiento intenso. Eso no quiere decir que no pueda haber nichos de mercados donde la inversión extranjera sea bienvenida. El peronismo hizo los acuerdos petroleros con la California (en el segundo gobierno de Juan Perón), que luego anularon los radicales. Somos una economía inserta en el mundo, sobre todo en Occidente. 

APU: Alguna vez escuché que dijo que no le interesa pensar en el concepto de "burguesía nacional", porque los capitales no se saben de donde provienen. ¿Es así?

GM: Yo pongo el hincapié en la figura jurídica, no en el accionista. Las empresas multinacionales no existen jurídicamente, esto lo tuve que explicar en una reunión de gabinete, y un ministro me dijo que era obvio lo que decía. Si era obvio para que lo repetís, le dije. Las empresas multinacionales no existen porque no existe una Inspección General del Mundo que habilite a las empresas multinacionales. Las empresas trabajan en un territorio determinado. ¿Cuando se habla de burguesía nacional de qué se habla? ¿Del capital? Yo que sé si Arcor se vendió a un jecque árabe en Bahamas. No lo sabe nadie. Cuando viene Coca Cola, la que invierte en Argentina es la empresa Coca Cola - Argentina. Es una empresa argentina como cualquier otra. 

APU: Entonces, vos ponés el acento en el origen del fondo que se usa para la inversión. Preferís que provenga del ahorro nacional y no del ahorro extranjero. ¿Es así?

GM: El capital que viene es ingreso extranjero menos consumo extranjero, que se convirtió en ahorro. Y se gasta en Argentina. En realidad lo que es extranjero es el ahorro, la inversión es local. Los muchachos que invierten en Argentina es porque ahorraron afuera. Estamos haciendo un curso de economía en esta entrevista (risas). Por eso digo, con el ahorro doméstico alcanza. No estoy en contra del ahorro extranjero que viene como inversión a la Argentina, pero no me voy a endeudar. El problema que tenés cuando la tasa de ahorro no te alcanza es que el diseño de la política económica es ir a buscar ahorro externo. Esa es la discusión que tuve con Kicillof y con Boudou. 

APU: El otro día hablaba con un economista (Enrique Aschieri) que me decía algo sobre el desarrollismo, sobre el gobierno de Frondizi. Sostenía que en ese gobierno los trabajadores aumentaron tanto el consumo, que eso le permitió a la economía nacional dar un salto cualitativo, al tener que proveer de nuevos bienes y servicios a esos trabajadores. 

GM: Sí, pero el problema que tuvimos ahí es que se amplió la restricción externa porque en algún momento tenés que mandar utilidades y dividendos. Si quieren venir, que vengan, pero razonablemente. Por eso, tenemos que tener un ahorro doméstico que me genere los incentivos para que la inversión se genere adentro de la economía. Pero no somos negados a la inversión extranjera. Pero esto se debatía en los 60: cuidado muchachos, que si me traen dólares para el consumo interno y las utilidades son en dólares estamos en problemas. Facturan en pesos y se van en dólares, es un problema. 

APU: Al respecto, vos coincidís con Cristina en torno a que Argentina tiene una economía bimonetaria. Y vinculás a esa situación la necesidad de tener superavit fiscal. 

GM: Superavit fiscal primario y equilibro comercial. Eso fue la década ganada. 

APU: ¿Por qué vinculás la cuestión fiscal con la economía bimonetaria?

GM: Para que vos tengas ordenada la economía bimonetaria, vos necesitás que las tasas de inflación e interés local se alineen con la internacional. Porque necesitás que la tasa de interés real, que es la que va a pagar el empresario, sea similar a la internacional. Por qué creamos la Secretaria de Comercio, porque se empieza a disparar la inflación y la economía bimonetaria se empieza a perturbar porque la tasa de interés es distinta en pesos o en dólares. Cuando la tasa de interés en pesos o en dólares es similar, vos entrás en una curva de indiferencia entre estar en pesos o en dólares. Así se construyó la década ganada. Es muy importante. Y no podemos sobre-ofertar el mercado de dólares porque se me cae el tipo de cambio. Eso es lo que hizo Macri con un socialdemócrata como Prat-Gay. No hay diferencia entre Prat-Gay y Kicillof. 

APU: En Brasil, la economía se maneja en reales, nadie piensa en dólares. ¿Algo para copiar?

GM: Brasil es otra historia. En Argentina tenés un ahorro en dólares de 400 mil millones de dólares. Eso empezó en los 60, ya está. Qué vas a hacer con esa plata, prenderla fuego. Ese es el error de Marco del Pont, que Cristina avaló. Una vez que vos pasaste el estadio desagradable de la formación de activos externos, los tenés que utilizar. Milei está haciendo eso pero de la peor manera, en el consumo. El gobierno peronista debe usarlos para inversión. Por eso hablo de 20 centrales nucleares, cambiar todos los puertos, etc. ¿Con qué dólares? Con ese ahorro, para eso hay que generar los incentivos necesarios. Lo peor es usarlo para el consumo, pero estos socialdemócratas son austríacos. En esta conversación me parece que quedó muy clara la diferencia entre la propuesta del peronismo y la socialdemocracia. Por eso, Kicillof tomó una decisión irresponsable e innecesaria como la devaluación (de 2014), en concomitancia con Capitanich, un muchacho que empezó con Cavallo.