Radiohead: música del futuro próximo

Por Rodrigo Lugones

Luego de borrar todo rastro digital de su presencia en la web, Radiohead se dispuso a mostrarle al mundo el tema que abre el, hasta antes del 8 de Mayo, conocido como “LP9” de la banda (A moonshaped pool): Burn the witch. Mientras un enjambre de cuerdas ataca, a toda velocidad, en Fa sostenido, unas teclas graves, que vibran como el sonido de un moscardón gigante, soportan el esqueleto de la canción y Thom Yorke (¡claro!), hace lo suyo, no podemos evitar pensar lo obvio: volvió Radiohead, la banda que lo redefine todo cada vez que emerge de su misterioso silencio con un nuevo trabajo discográfico.

Con un video dirigido por Chris Hopewell (el mismo de "There There") Radiohead revelaba, unos días antes del lanzamiento oficial, el primer simple de difusión del nuevo y esperado disco. La canción, que había sido descartada de In Rainbows, y figuraba, en medio de miles de recuadros multicolor, en la tapa del oscuro Hail to the thief, fue la elegida paraser la introducción a esta piscina de sonido que tiene la forma plateada de la luna.

Una de las grandes y gratas sorpresas de este nuevo disco, es la participación del cineasta Paul Thomas Anderson en el video del segundo corte de difusión,Daydreaming. Donde se puede ver a un esquelético Thom Yorke abriendo miles de puertas, mientras suena una melodía dramáticamente introspectiva y densa, que sólo necesita algunas pocas teclas de piano, y una gran cantidad de capas que fluyen, por detrás, y van aumentando su intensidad a medida que el tema corre, para conmovernos (golosinas de auricular mediante). Al final las cuerdas se apoderan de todo (una constante que va a envolver todo el disco).

No es la primera vez que Radiohead trabaja con Anderson, conocido por películas como Petróleo Sangriento, que contó con música de Jonny Greenwood, o Inherent Vice, la versión cinematográfica de la novela del enigmático escritor yanqui Thomas Pynchon, en la cual Radiohead participó con la canción inédita Spooksy, una vez más, Greenwood se encargó de la banda sonora.

Una nueva metamorfosis en el sonido de Radiohead

En su cuenta oficial de Twitter, el histórico productor de la banda, Nigel Gordich, contó el difícil y doloroso proceso personal que le tocó atravesar mientras grababan el disco:

“Ya esta! Hacer este disco fue una experiencia muy intensa para mi. Mi padre murió en el proceso… Por tanto, una gran parte de mi alma vive aquí… en el buen sentido. Agradezco eternamente a mis hermanos de Radiohead por todo el amor que pusieron… y su apoyo. Que lo escuchen felizmente."

El trabajo fue arduo e involucró emocionalmente a la banda. Toda transición, al parecer, implica cierta crisis.

Tal vez sea por esto que cuando escuchamos A moonshaped pool, "Theking of limbs" se resignifica. Lo que vamos a encontrar en A moon…, se parece más a canciones como Feral, de su antecesor, que a los hits de The Bends, o a la paranoia freak y alternativa de Ok Computer. Podemos entender un poco más qué sentido tiene, en la carrera de la banda, un álbum con las características de The king of limbs, al que calificamos como un disco de transición, a medida que vamos adentrándonos en el viaje que propone la nueva placa. Radiohead está asumiendo una nueva forma sonora, y en esa lenta mutación, análoga a la que en su momento experimentaron con Kid A, la banda de Oxford encuentra una nueva, y más que moderna, manera de hacer canciones.Es por ese filtro que pasan, hoy, todas las composiciones de su carrera.

El show de Austin City Limitsen 2012 (http://www.dailymotion.com/video/xxs2vf_radiohead-live-on-austin-city-limits_music), donde presentaron The king of limbs y tocaron temas, por entonces, inéditos (algunos de los cuales fueron incluidos en este nuevo trabajo, tal es el caso de “Identikit”), puede considerarse una muestra del Radiohead de la segunda década de los años 2000, que ya asomaba en canciones como "Staircase", la joya que quedó afuera de The king of limbs, inexplicablemente, y que más se parece a lo que sucede en A moon…

La música de Radiohead es extremadamente visual, y a veces uno termina de completar lo que el disco trata de expresar, cuando logra ver a los músicos ejecutando las canciones en vivo, sobre todo en sesiones como From The Basement. Por lo que es muy esperado un capítulo de la serie destinado a esta novedad discográfica. Desconocemos si existirá, así como el presente de la emisión.

Musicalmente el disco puede resumirse así, tres canciones de guitarras acústicas, tres de piano a lo Radiohead, tres oscuras (que nos muestran, inapelablemente, el nuevo Radiohead del que hablamos) y "Burn the witch", el tema que parecería que no pertenece a este disco.

Cuando en el minuto 2:37 de "Identikit" entran los coros de Ed Obrien que susurran, montados en una neblina etérea, la frase: “Broken hearts make it rain”, descubrimos al mejor Radiohead del disco. "Identikit", según mi criterio (criticable, desde luego) es uno de los picos más altos del nuevo álbum. El final con los pequeños fills de guitarra que se repiten infinitamente gracias al delay de la pedalera digital Line 6 Dl4 verde de Thom Yorke, suman un mantra enredado que se transforma en lo que podría ser la música de cualquier película con guión de William Gibson.

Los latigazos líquidos que empiezan a sonar en el minuto 3:25 de "Decks Dark", mientras Yorke murmura y un riff de guitarra repetitivo y eficaz hace un contrapunto notable, al tiempo que las cámaras y repeticiones hacen lo propio, confirman al nuevo Radiohead que busca frases cortas que se sucedan en loops interminables, que aumenta en intensidad para ir adquiriendo nuevas capas de sonido espacial.

No es un disco fácil, es denso, complejo, oscuro y muchas veces parece tornarse monótono, pero es cuestión de descubrir el trabajo con las capas que están llevando adelanta para entender cómo Radiohead puede hacer música de edición repitiendo cada sonido, hasta el más infimo detalle, exactamente igual en vivo. Detrás de cada máquina, en Radiohead, hay un ser humano dominándola.

Bienvenidas sean este puñado de canciones que vienen del futuro próximo.

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