"Se trata de una matriz universitaria que se preocupa por su entorno"
Federico Thea* y Mauro Benente**
El martes 6 de junio en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) se desarrolló el primer encuentro “Hacia una nueva institucionalidad democrática”, en el cual más de veinte Universidades Nacionales e instituciones académicas rubricaron un acta compromiso para iniciar una labor que comience a vislumbrar una nueva institucionalidad para la República Argentina.
Creemos que en este primer encuentro es posible hallar dos interesantes novedades, una que se encuentra como presupuesto, como punto de partida de este compromiso de trabajo, y otra como objetivo, como punto de llegada de éste y otros encuentros, y de otras modalidades de vinculación e interrelación.
Nos parece que el presupuesto, el punto de partida para que desde las Universidades comencemos a pensar en una nueva institucionalidad democrática, fue haber construido nuevas prácticas institucionales en nuestras Universidades. Fue haber dejado atrás un modelo universitario separado, desligado, distinto y distante de su entorno, y que sólo ocasionalmente se vincula con los problemas políticos, económicos, sociales y culturales. Que sólo esporádicamente se extiende hacia el afuera. Más bien, se trata de una matriz universitaria que se preocupa por su entorno a la vez se de nutre de él. Que desde las Universidades estemos pensando en nuevos modelos de institucionalidad democrática, nos parece que es una muestra, una consecuencia, del nuevo formato de institucionalidad universitaria que se desplegó en los últimos años. Una institucionalidad universitaria que, de alguna manera, podríamos definir justamente como más democrática.
Por otra parte, entendemos que el lugar de la novedad de la futura institucionalidad democrática debe tener dos facetas, dos variables, debe estar atravesada por dos interrogantes: ¿Cómo queremos que sea la nueva institucionalidad democrática? ¿Cómo queremos construir esta nueva institucionalidad? Nos parece que las Universidades deben involucrarse en ambas discusiones, pero de modo que la segunda alumbre a la primera: esta nueva institucionalidad democrática la tenemos que construir democráticamente, a través de la participación popular. Hay que pensar una nueva institucionalidad democrática, entendiendo a la democracia como un proceso de democratización de las instituciones democráticas.
Tenemos que pensar en común los contornos de esta institucionalidad que moldeará nuestra vida en común. Esto implica otra novedad para las Universidades: ya no concebidas como usinas exclusivas y excluyentes de conocimiento, como las únicas legitimadas para construir y validar saberes, sino más bien como facilitadoras de una construcción colectiva y común de conocimiento. Las Universidades debemos apelar a lo que Boaventura de Sousa Santos denomina ecología de saberes: no caer en un fascismo epistemológico que suponga que el conocimiento que se produce al interior de Universidad es superior a otros saberes o discursos, sino establecer dispositivos de articulación entre distintos registros de producción de conocimiento.
Que las Universidades apelen a una ecología de saberes, que se constituyan como articuladoras de una construcción y producción democrática de conocimiento es quizás la única garantía para que la nueva institucionalidad sea decididamente democrática.
* Rector de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ).
** Director del Instituto Interdisciplinarios de Estudios Constitucionales de la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ).
En el marco de este compromiso interuniversitario, la UNPAZ desarrolló el proyecto “La Constitución importa: Un asunto en común” https://laconstitucionimporta.unpaz.edu.ar/