12 Monkeys: los buenos finales son posibles

12 Monkeys es una serie estadounidense de ciencia ficción creada por ​Terry Matalas y Travis Fickett​ que se emitió por el canal ​SyFy desde 2015 ​hasta ​julio de este año. La misma cuenta con un total de 4 temporadas de 12 capítulos cada una y nos sitúa en un futuro post apocalíptico donde la gran mayoría de la población fue exterminada por un virus. 

La historia comienza en un post apocalíptico año ​2043 en el que el 93% de la población mundial ​murió a causa de un virus que colpasó a la sociedad y al mundo como lo conocemos. Un grupo de científicos sobrevivientes de la plaga captura a nuestro protagonista James Cole en las inmediaciones de su base subterránea junto a su amigo José Ramse y los recluta. Ellos creen saber cómo detener la plaga antes de que ocurra en el año 2017. Estos científicos son lo último que queda de lo que alguna vez fue el “Proyecto Splinter” donde trabajaban para lograr el viaje en el tiempo, antes de que el mundo fuera destruido. Desafortunadamente el proyecto no llega a concretarse antes de que la sociedad colapse y los sobrevivientes del mismo han tratado de terminarlo durante todos estos años. Lo van a lograr con la llegada de nuestro protagonista a la base, quien será el primero en ser enviado con éxito a través del tiempo en una misión para detener la plaga antes de que ésta ocurra y, así, salvar a la humanidad. De esta manera nuestros “héroes” se van a embarcar en una aventura para detener a la plaga y descifrar los misterios alrededor de este virus que acaba con la humanidad.

La trama se va complejizando y profundizando a medida que se van sucediendo las temporadas. Esto suponía grandes peligros para la serie. Escribir una historia plagada de intrigas y misterios requiere ya de por sí de un gran talento a la hora de hacer el guión. Si a eso se le suma el componente del viaje en el tiempo tenemos entre manos un proyecto que pondría en apuros hasta al guionista más experimentado. En estos casos es importante planear cada paso que den los personajes y cómo resolver cada problema, cada misterio que se presenta para no llegar después al final y encontrarse con que no saben cómo cerrar el laberinto improvisado que armaron.

Es este el gran problema de la producción en masa de las series: los finales. Es un problema que desemboca en finales malos, forzados y sobre todo flojos, donde los guionistas fuerzan todo para que encaje y cierran cinco años de tramas en un capítulo, o lo intentan.

El caso más recordado de esto es el de la serie Lost, donde se dedicaron a crear misterio tras misterio sin llegar jamás a resolver ninguno. Este no es el caso de 12 Monkeys, todo lo contrario. El final de esta serie es uno de los mejores finales de los últimos tiempos, da cátedra de cómo cerrar una serie. Todas las ramificaciones que crean, todos esos misterios alrededor de la serie y sus personajes, todo cierra perfectamente al final. Para haber logrado esto se tuvo que haber empezado sabiendo hacia dónde se iba; para que la trama nos fuera llevando a ese lugar a través de cada capítulo. Una vez en ese lugar vemos cómo todo se resuelve de forma magistral y entendemos cómo un gran final hace grande a una serie, así como un final malo puede hundirla.