Dossier Fractura: La mariposa y la Iguana reedita a Inés Manzano
Por La mariposa y la iguana
A Inés Manzano la quisimos editar antes de que saque Si es puñal que me mate, en ese momento recién arrancábamos con la editorial, era muy artesanal todo y ella era bastante reticente a editar. Después se logró concretar la edición en Papeles del Boulevard, una editorial rosarina. Salió medio por la insistencia de los amigos y por Zulema Rotilli, quien fue su amiga y pareja de Aldo Oliva. Se logró editar con la colaboración de todos los amigos que íbamos comprando los ejemplares por adelantado para poder solventarlo. Ese libro se agotó automáticamente y siempre le dijimos a Inés de reeditarlo pero ella estaba muy abocada a mostrar otras voces y no la de ella. Inés era una enorme poeta y una enorme difusora, por eso dejaba relegada su poesía, no porque no le interesara, era una obsesiva de su obra, pero siempre le daba prioridad a otras voces. Cada vez que le decíamos de reeditar Si es puñal, nos tiraba a otra gente o a hacer una antología de interiores y todo fue quedando medio ahí.
Cuando murió Inés hablamos con Ana y con Eva, sus hijas, retomamos la idea de la reedición y también la de editar su poesía completa, aunque Ana nos dijo que al momento de la poesía completa ella querría estar colaborando con todo y todavía no es el momento. Ahora bien, nos dio el visto bueno para la reedición de Si es puñal… ya estuvimos maquetando, reviendo la tapa, presentamos todo y ya está en imprenta. Va a salir en 2019, la idea es presentarlo en marzo o abril y estamos muy felices.
Poemas de “si es puñal que me mate”
Serie de la escuela
Sin tenerla
El ilford satinado no escapa a su congoja
Bruscamente
se ha salido de foco
Ya no sigue aferrado a la maestra
ni a la forma instintiva
en que ella
le cubre la cabeza con las manos
Diciembre
y su pecho es un ahogo de tristeza
Mi padre es ese nene
Huérfano de mi madre
se ha salido de foco
Bruscamente
se arranca el delantal
y se arranca
el aire que respira
Brian
Quisiera devorarme
este pan de los libros
y olvidarme el delantal
arrugado en un pupitre
ya que no tengo
el pan de tu ternura
ni arrugas en la frente
que me indiquen
lo que debo olvidar
Laila
Por favor no me mires
mientras yo me destrozo
la cabeza
o sí
mirame
llevame de la mano
a la terraza
para que yo me tire
aquí están mis hermanas con
las muñecas rotas y las muñecas
rotas
miralas
miralas
ah y no me retes
si me olvido
el cuaderno
en la mochila
todo está en mi memoria
no te aflijas
Alejandro
Mi piel puede quebrarse como la tiza blanca
la merienda se astilla sin llegar a los huesos
la espalda no me alcanza
cuando cargo conmigo y las carpetas
los médicos afirman
que yo no tengo nada
y mi mamá
que ella sabe
lo que más me conviene
pero yo sé
yo que en 3º me canso de leer
yo sé
mi ma má no me a ma
Manual
Debe haber un error
los cardenales no son pájaros
y el cinturón
no sostiene la ropa
sostiene la mano que castiga
Debe haber un error
Escuelita de La higuera
Padrecito
miranos
no tenemos manera
de trepar a los árboles
de arrancar
leche dulce a la higuera
los palotes
apalean la carne
no nos salen las cuentas
sin los dedos
no podemos
atajar la pelota ni las penas
sostener el manubrio las palabras
hasta el puente
de Martín Pescador
se nos cae de la infancia
borramos la desdicha
con los codos
¿Cómo hacemos la ronda?
Cómo haremos
con tus manos ahogadas en el río de tinta derramada
Tus muñones golpean gravemente los sueños
Ay Padrecito al menos
no dejes de mirarnos
no nos dejes
En el asombro
No era aún la estación de la sangre
Nosotros
no debimos saberlo
en el asombro del recreo
pero ellas tomadas de la mano
dibujaban
dolorosos rubíes por sus piernas
un camino de joyas
desprendido
del fruto lastimado
No debimos saberlo en el recreo
Todavía no es la estación de la sangre
y ya estamos perdidas en un bosque
Mamá cómo decirte
que este animal que nos descorazona
es el mismo que enreda
tu corazón a un yugo
cada noche
y que en nosotras un día y otro
día y otro día
horada un desfiladero que nos duele
para ocultar su filo
Aunque no sea la estación de la sangre
él la hace restallar
en las paredes de los muslos
Mamá cómo decirte
tu amor nos amordaza
La trampa está en sus besos
que bajan de la frente
desde el ombligo bajan
y enhebran una hilera
de cristalitos rojos
ahogados en veneno
detrás de su saliva
Mamá un padre
cazador
nos acorrala
y somos
animalitos ciegos
sangrando en el recreo