Succession: ¿qué estarías dispuesto a sacrificar por el poder?
Por Manuela Bares Peralta
“Sé que leíste muchos libros acerca de administración de empresas, pero a veces es una competencia de quién la tiene más grande”, le dice Logan Roy a su hijo Kendall en el primer capítulo de Succession. Esa frase se va a convertir en el leitmotiv de la trama y sus personajes, una pelea cuerpo a cuerpo para convertirse en los herederos del negocio familiar.
Logan Roy no sólo es el jerarca de la familia, sino que es el encargado de mantenerla indefectiblemente unida a cualquier costo. El árbol genealógico de los Roy es un mapa de dependencia donde el que logra someter al resto no sólo se convierte en la cabeza del clan, sino en el dueño del imperio familiar. Waystar Royco es uno de los grupos de medios audiovisuales y de entretenimiento más importantes del país y es el engranaje que va a poner en marcha toda la trama.
HBO logró sobreponerse al final de Game of Thrones y los ochos años de interminables enfrentamientos por el Trono de Hierro y, una de las razones, fue el estreno de Succession. Ganadora del Emmy y del Golden Globe a Mejor drama, la serie se prepara para volver con una tercera temporada. Con una trama que no se desinfla, sino todo lo contrario: la batalla familiar se fortalece capítulo a capítulo y construye los cimientos sobre los que se van a desarrollar los próximos conflictos; una partida de ajedrez donde lo que se debate con cada movimiento es el costo del sacrificio, y a quién le va a tocar hacerlo por la subsistencia de la familia.
La segunda temporada es mejor que la primera y eso habla mucho de la serie: una trama que no se agota, sino que apenas está germinándose. Siobhan, Connor, Roman y Kendall desafían y ponen en tensión el liderazgo de Logan, su padre; pero el liderazgo se gana en base a sacrificios, es parte del karma. Ahora la pregunta no es a quién le va a tocar heredar el imperio, sino qué personaje está dispuesto a hacer el mayor sacrificio para conseguirlo.