Julieta Laso: “‘Cabeza negra' es un disco furioso por la rabia que tienen sus canciones”
Desde Salta y en diálogo con AGENCIA PACO URONDO, Julieta Laso, una de las voces más destacadas del nuevo tango, contó detalles de Cabeza negra, su nuevo disco de estudio que lo presentará el viernes 25 de noviembre, a las 21 h, en ND Teatro, Paraguay 918, CABA (Entradas en venta por Plateanet). Además, hizo referencia a su historia en la Orquesta Típica Fernández Fierro y el fuerte vínculo artístico con su director Yuri Venturín, hoy productor de su nuevo material. De la riqueza de la escena tanguera argentina y de Terminal Norte, documental producido junto a su compañera, la cineasta Lucrecia Martel, entre muchos otros temas.
Agencia Paco Urondo: ¿Te definís como cantante, actriz o ambas cosas?
Julieta Laso: Te diría que ahora soy más cantante que actriz. Aunque confieso que la interpretación actoral es una herramienta que utilizo bastante a la hora de subirme a un escenario, porque el canto en el tango es muy teatral.
APU: Por otra parte, sos una artista muy prolífica. En cuatro años sacaste tres álbumes, y sé que estás trabajando en una próxima placa.
J.L.: Es que con la pandemia me agarró una locura por grabar que hizo que no parara de registrar todas las ideas que iban saliendo. Y como decís, ya estoy trabajando en un futuro disco que va a ser muy distinto de lo que vengo haciendo. Y mucho tiene que ver con la presencia en el nuevo material de El Macha, líder de Chico Trujillo y El Bloque Depresivo, dos bandas chilenas que me vuelven loca. Así que se viene un repertorio muy latinoamericano y nada tanguero aunque para eso todavía falta un poco. Y después si, intentaré parar un poco (risas).
Cabeza negra.
APU: Hablemos de Cabeza negra (2022) un nuevo disco a todas luces político que desde la tapa provoca a esa parte de la sociedad que no acepta la negritud como uno de nuestros orígenes.
J.L.: La idea es darle una respuesta a esa Argentina que se cuenta blanca y que no lo es. Y es como decís, un disco político porque las canciones que lo componen lo son, también. Un álbum trágico que tiene rabia y que va para adelante, además de ser muy audaz por la conformación musical que tiene. Cuatro bandoneones, un contrabajo y una caja norteña en algunos temas. Instrumentos que hacen que sea una formación atípica para el género y que pensamos con Yuri Venturín, productor del disco.
APU: Mencionaste a Yuri Venturín como productor. ¿Cómo fue volver a trabajar con el director de la Orquesta Típica Fernández Fierro de la que fuiste su cantante principal durante algunos años?
J.L.: El reencuentro con Yuri ya lo teníamos programado. Solo nos quedaba saber cuándo y simplemente volver a hacerlo. Nosotros nos queremos mucho y por eso es una alegría muy grande para mí volver a subirme a un escenario con él y estar haciendo música de nuevo. Además siempre nos llevamos muy bien trabajando juntos y personalmente confío mucho en su mirada de productor.
APU: ¿Sentís que la letra de “Pregón”, que compusiste para la canción que le da la bienvenida a Cabeza negra, puede ser la punta de la lanza para volcarte a escribir a futuro?
J.L.: “Pregón” quedó en el disco, sinceramente, por aprobación e insistencia de Yuri Venturín. Personalmente, siento que no me sale bien escribir y por eso es que desde hace un tiempo decidí no obligarme a hacerlo. Es más, no considero que sea imprescindible. Por eso es que siempre estoy intentando acercarme a nuevos compositores para interpretar sus canciones y agrandar mi repertorio.
APU: De la portada de Cabeza negra ¿qué podés decir? Impacta verte en primer plano con ese tocado afro tan imponente.
J.L.: Estando ya en Salta conocí un programa televisivo que se emite por el canal 10 de la provincia que se llama Juego de Reinas. Que se trata de un concurso Drag Queen que, cuando lo vi, me encantó. Tiempo después me hice amiga de su conductora y productora, Místika Reech, quien me hizo el contacto con Katrina Raissa. una de las ganadoras que tuvo el programa. A quien admiraba cómo, con bajo presupuesto, confeccionaba un vestuario increíble. Así que junto con el genio de Alejandro Ross la llamamos y le propusimos hacer el tocado afro que llevo para la tapa de Cabeza negra. Ella aceptó y como vive en la localidad de Palpalá, provincia de Jujuy, viajamos hasta allí a buscarlo. Después, las chicas de Juego de Reinas me ayudaron en la producción con el maquillaje y así quedó esta portada que me gusta mucho y que si te fijas bien, la textura del pelo es similar a la del bandoneón.
APU: Muchas veces sucede que, un poco por la complejidad y las diversas capas y texturas que tienen los discos al grabarse, se presenta un desafío a la hora de llevarlos al vivo para intentar que suene lo más parecido posible al original ¿Pensaste en esto o no te preocupa demasiado?
J.L.: Es un gran desafío que el disco pueda sonar en vivo tal cual fue grabado. Por eso nos preocupamos mucho en todo lo concerniente al sonido en directo. Y acá dejame agradecer especialmente a Walter Chacón, quien fue una parte muy importante de la producción de Cabeza negra. De todos modos, creemos que nos estamos acercando bastante al audio original, porque tenemos la fortuna de que Walter siempre nos acompañe para operarnos cada vez que hacemos un concierto.
“Es el primer disco en que el sonido del norte empieza a aparecer claramente. Algo que también fue una propuesta de Yuri y que, cuando escuché esa combinación de cajas y bandoneones, me gustó muchísimo”.
La vida en Salta.
APU: Hace un tiempo decidiste hacer una fuerte apuesta personal y te mudaste a Salta ¿En cuánto sentís que la atmósfera y los sonidos de esta provincia ubicada al norte del país se colaron en este nuevo trabajo discográfico?
J.L.: Es el primer disco en que el sonido del norte empieza a aparecer claramente. Algo que también fue una propuesta de Yuri y que, cuando escuché esa combinación de cajas y bandoneones, me gustó muchísimo. Además, es la primera vez que hago una vidala. Entonces sí, hay mucho folclore en este nuevo trabajo. Por eso es que siento que la experiencia de vivir en Salta me está transformando totalmente, y si bien ya pasaron dos años desde que me radiqué, siento que todavía estoy en medio de ese cambio. Así que fue una gran decisión y me pone muy feliz estar allí, porque es un lugar que amo y en donde existe una diversidad cultural enorme y muy rica a la vez.
APU: Junto con tu pareja, la cineasta Lucrecia Martel, hiciste un documental llamado Terminal norte ¿Contanos algo acerca de ese proyecto que muestra las tertulias que realizan?
J.L: El docu fue hecho cuando la pandemia estaba terminando. Por eso, lo hicimos con un pequeño equipo de producción, que era lo que estaba permitido en aquel momento. Con respecto a las tertulias que organizamos con Lucrecia, tanto en Buenos Aires como en Salta, son un espacio de encuentro con amigos para cantar y hacer música que es lo que más nos gusta hacer. Por eso, en Terminal norte, quisimos mostrar todo lo mágico que sucede en esas reuniones con estos artistas que quiero y admiro tanto.
APU: Sos parte de una joven y nueva generación de tangueros que, en muchos casos, tienen un fuerte vínculo con el rock, también ¿Qué nos podes contar de esta avanzada que existe de tantos talentosos artistas?
J.L.: Hace rato que se viene desarrollando un tango nuevo con propuestas muy interesantes y un montón de formaciones, cantantes y compositores. De hecho, en mi nuevo disco hay muchas canciones que pertenecen a estos artistas como Alejandro Guyot, Alfredo Tape Rubin, Edgardo González y Lele Angeli, de los cuales me nutro. Es muy rico lo que está pasando en la escena tanguera, así que les convido a que se acerquen para poder disfrutarlo. Números excelentes como son los propuestas de El Cuartelo La Púa, con Victoria Di Raimondo, la Orquesta Típica Fernández Fierro, La Chicana, Gisela Magri, Hernán “Cucuza” Castiello y Walter “Chino” Laborde, entre muchos más
APU: Hablando de la Orquesta Típica Fernández Fierro, donde llegaste a ser la voz principal. Y al ser tan linda la historia que te unió, imagino cuanto te debe haber costado abandonar sus filas.
J.L.: Fue una muy linda historia, totalmente. Desde que ingresé a la Fernández Fierro cuando yo vivía en una especie de conventillo de un ambiente y de vecina la tenía a Carolina, la novia de Yuri Venturín. Quienes una vez estando juntos me escucharon cantar en el pequeño patio que tenía mi casa y me llamaron para formar parte de un show en Australia, el cual fue un desafío enorme para mí. Fueron cuatro años de mucho crecimiento profesional viajando y tocando por todos lados. Por eso tener que irme para encarar mi carrera solista fue una decisión muy difícil de tomar y lo sentí de igual manera como cuando te separás de un gran amor.