“El día de los drones”: ciencia ficción y periodismo en una novela distópica actual
El día de los drones (Editorial Diotima) es la primera novela del periodista Nicolás Poggi. Oriundo de Los Hornos y egresado de la Universidad Nacional de La Plata, Poggi es jefe de Política en Agencia NA y colaborador en diversos medios, tras su paso por Diarios y Noticias (DyN), A24 y Télam, entre otros. Además, es docente en Tea y Deportea. La novela corta fue elegida, junto a otros proyectos, a través de una convocatoria a fines de 2023 y se encuentra a la venta desde diciembre del año pasado, distribuida por Cúspide.
La obra narra la vida de Menditéz, periodista algo desmotivado al que le asignan cubrir una extraña afección. Desde ese momento, ya en las primeras páginas, nos vemos inmersos junto al protagonista en una serie de sucesos, informaciones e hipótesis en las que la ciencia ficción y el periodismo se entrecruzan conformando una trama con más de algún que otro eco en nuestra actualidad. Una simple cantidad de casos, aparentemente aislados, termina por convertirse en una emergencia -en principio- local difícil de contener.
La novela, que conjuga suspenso y distopía, se inscribe en la tradición del género apocalíptico. El autor describe con precisión las vicisitudes de una golpeada profesión y los cambios de ambiente. Sin embargo, al mismo tiempo nos pone frente a una problemática que nadie puede empezar siquiera a entenderla y mucho menos prevenirla. Nos llueven por doquier alegorías sobre el cuerpo -una de las inquietudes del escritor- que, a su vez, entreven una invitación a reflexionar sobre la incidencia de la tecnología en los distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana.
Menditéz, y nosotros junto a él, se siente expulsado de su monotonía, por lo que decide continuar con la investigación mientras, uno a uno, los órdenes de la gran ciudad se van alterando o “afectando”, incluido el propio protagonista. Concebida mucho antes de algunos de sus ecos actuales, como la pandemia o la inteligencia artificial, “El día de los drones” construye una trama y lenguaje con sendas referencias al cine de ciencia ficción. AGENCIA PACO URONDO dialogó con Nicolás Poggi sobre el proceso creativo de su primera novela y sobre los planes para la próxima.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo surge la idea de escribir una novela?
Nicolás Poggi: La idea siempre había estado dando vueltas. Uno ve y consume tantos libros que en algún momento surge el sueño de hacer uno. Incluso me imaginaba el tamaño, que fuera un libro chico, como algunos de los que había leído en momentos determinados, porque el proyecto de uno largo quedaba para más adelante. Siempre estuve persiguiendo ese deseo. Después vino la historia. Ahí empecé a probar el argumento que tenía. Se lo conté a gente cercana para comprobar si les entusiasmaba o no, si les resultaba por lo menos interesante. No fue determinante pero eso también me dio un empuje.
APU: ¿Cómo fue el proceso creativo a lo largo de los años?
N.P.: Hubo muchos altibajos y diría que tomó más tiempo del necesario para una novela corta. Empecé a tomar las primeras notas hace diez años, cuando trabajaba en el turno noche de una redacción. Estaba solo, acompañado por un editor, y eso me disparó la imaginación. Para ser fiel al libro, no tomé esas primeras notas en apuntes sino en el borrador del mail. Ahí escribí ya el final, que era la imagen más nítida que tenía, y el título. Eso quedó ahí. Después empecé con la escritura, con cierta disciplina. A la vez, juntaba apuntes sobre el tema, los guardaba y los imprimía todos juntos. Para inspirarme también los pegué, eran más que nada recortes de noticias, en el escritorio de mi casa.
El proceso sufrió muchos traspiés porque tuve que detenerlo por falta de tiempo. Hubo un año en que lo paré porque trabajaba en dos lugares a la vez, hacía doble turno. Al año siguiente renuncié a uno para seguir escribiendo. Después vino la pandemia y volvió a frenarse hasta que recobré impulso. Aconsejado por gente más conocedora, hice una clínica de novela con un escritor de La Plata. Es un trabajo más específico sobre el texto, tanto de forma como de fondo, que se hace con algún autor que oficia de mentor o guía. Antes le había pasado el manuscrito a otro escritor platense, Alfredo Benialgo. Él me devolvió notas, muchas de ellas muy pertinentes; dijo que le parecía que estaba bien escrita e incluso me habló de un cuento de Ray Bradbury al que lo había hecho acordar. Eso me gustó y me motivó.
APU: ¿Qué autores u obras diría que influenciaron el proceso?
N.P.: No pensé específicamente en ninguno, al menos no de manera consciente. Sí me daban vueltas Bradbury, Philip Dick, Isaac Asimov, hasta Stanislaw Lem, todos autores de ciencia ficción y de distopías; los estaba leyendo en ese momento. Además, leía muchas novelas de ciencia ficción de clase B, esas que conseguís en las mesas de saldo de calle Corrientes y que ya están descatalogadas. Quería que el texto reflejara un estilo parecido al de la historia que cuenta: breve, sintético, frío, sin demasiadas pinceladas de la prosa. Lo había pensado así y así traté de plasmarlo.
APU: ¿De qué manera vincula la narración con su profesión y el panorama de estos tiempos?
N.P.: Al ser periodista me pareció que ahí iba a tener todo el material necesario para hacer del protagonista un periodista más. Quería contar esta historia fantástica pero atada a un mundo que conozco bien: el de las redacciones. Además, una redacción es como una jungla, con su fauna, sus personajes característicos, su folklore. Estaba todo a disposición para sumar esos elementos al escenario del protagonista, que tiene que investigar un fenómeno extraño que está pasando.
Sobre el panorama de estos tiempos, diría que me superó. Cuando arranqué con las primeras notas todavía no estaba la inteligencia artificial, ni el streaming, por poner dos ejemplos random, ni muchos de estos avances que vemos hoy y que se esperan no ya para el mediano plazo, sino para mañana mismo. Quise llevar eso al extremo y mezclarlo con la carne. Encima, empecé a narrar una distopía y después vino la pandemia. ¡Y yo había escrito que cerraban las escuelas! Al principio me disgustó porque pensé que el libro iba a perder efecto pero, visto desde hoy, es al final como una satisfacción.
APU: ¿Ya está trabajando en una próxima novela?
N.P.: Sí. Igual que con la otra, en un momento empecé a tomar notas para una segunda novela, aún antes de terminarla. También es de género fantástico, y también para este proyecto vengo acumulando mucho material, pero en este caso son más libros de literatura, ensayo e historia que noticias. A diferencia de la primera, quiero que esta novela sea larga, de más de mil páginas, que sea una novela total, que abarque toda la vida del protagonista. Es un proceso de largo aliento que ya empecé, pero que también ya atravesó sus dificultades por los cambios a los que se ve obligado cualquier trabajador. Lo único que espero es que me tome menos tiempo que el anterior.