Denuncian Violación a los Derechos Humanos en la ONU por el uso de agrotóxicos en la Argentina
Por Vanesa Rosales de la Quintana*
La ONG europea CETIM denunció en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU la violación a los derechos humanos debido a que se triplicaron los casos de enfermedades crónicas como el cáncer, en regiones de la Argentina fumigadas con glifosato y otros agrotóxicos. La situación sanitaria actual es crítica. El organismo, exige que se declare la emergencia sanitaria y que se adopten medidas inmediatas al respecto. Un relator especial de la ONU visitará el país por el derecho a la salud.
La Argentina vulnera sus propias leyes de protección y defensa de derechos humanos. Se incumple la ley general de ambiente, la ley de residuos peligrosos, el artículo 41° de la Constitución y el Pacto Internacional de derechos económicos sociales y culturales, ratificado por nuestro país. Todas son transgredidas por la agroindustria.
El negocio de los agrotóxicos y los organismos modificados genéticamente de las empresas transnacionales de semillas ha logrado terminar de instalarse en el país en gran parte por el sistema de patentes.
Las patentes son un indicador de la actividad innovadora en ciencia y tecnología de un país. El 96% de los registros e inversiones de patentes son de las economías más desarrolladas del mundo (EEUU, Europa, Japón, Canadá, China y Corea). Apenas un 0.5% de las patentes provienen de Latinoamérica. Las empresas registran las patentes en los países que van a instalar monopolios, siendo la función de las patentes proteger la industria que van a monopolizar.
Los tres pilares del modelo Agro Industrial basados en organismos modificados genéticamente, semillas transgénicas y agrotóxicos son la mayor ejemplificación del caso de las patentes.
Argentina tiene un modelo de desarrollo tecnológico basado en patentar el resultado de investigaciones de científicos argentinos destinadas a proyectos agro-tecnológicos, siendo el de los transgénicos el de mayor ganancia para las empresas transnacionales. Este sistema de patentes beneficia a las transnacionales e impide que la industria local se desarrolle. Sin embargo, la máxima problemática derivada es la nocividad a la salud y el ambiente.
Las estrategias de engaño de las empresas transnacionales de semillas a los gobiernos latinoamericanos y a la opinión pública -para lograr instalarse en los países y aumentar sus ganancias por medio de la propiedad intelectual-, comienzan a conocerse. En California el juez federal Vince Chhabria se encuentra actualmente investigando a Monsanto por el pago de 250 mil dólares a científicos para que oculten las consecuencias del herbicida glifosato y defiendan el agrotóxico.
El desafío real es el de conseguir un verdadero crecimiento con inclusión social proveniente de una economía sustentable con el medio ambiente y la salud. Como lo planteo el médico y científico de la Universidad de Buenos Aires, Andrés Carrasco "Ciencia para quién y para qué. ¿Ciencia para Monsanto, para transgénicos y agroquímicos en todo el país? ¿Ciencia para Barrick Gold y perforar toda la Cordillera? ¿Ciencia para fracking y Chevron?"
* Médica Universidad de Buenos Aires. Especialista en Medicina Familiar. Auditora Médica.