Elementary: Sherlock Holmes y el misterio de las relaciones humanas
La serie nos pone en la piel de Sherlock viviendo en la Nueva York actual y resolviendo crímenes como consultor de la policía. El show sigue, así me gusta llamarla, una estructura de serie de caso. Es decir, ese estilo que inauguró (o populirazó al menos) The X Files, de una pareja trabajando codo a codo resolviendo un caso diferente cada semana y desarrollando a los personajes y sus historias en el trasfondo. Otras tiras de este estilo son Bones, Castle, Supernatural o Sleepy Hollow.
Elementary es la adaptación que más cambios ha introducido en la historia de Sherlock ya que cambia la época y el lugar en el que suceden los hechos trasladando al detective de Baker Street a Estados Unidos. Pero el cambio más radical es que el personaje de Watson es interpretado por primera vez por una mujer, Lucy Liu.
La historia de Elementary es muy humana, cargada de emociones, enfocada en la auto superación, el crecimiento personal y los vínculos entre los personajes; así cómo también en mostrar cómo estos se dan y evolucionan. También está muy presente el tema de las adicciones. Los fans de Holmes recordarán que él a menudo utilizaba drogas para evadirse del aburrimiento de la realidad o para que lo ayuden a pensar y concentrarse. Esto está problematizado en la serie y es, de hecho, el puntapié inicial de la acción.
Sherlock es enviado a Nueva York por su padre para alejarlo de su vida en Londres mientras se recupera de su adicción a las drogas. Para esto, él mismo contrata a una acompañante de sobriedad para su hijo que resultará ser Joan Watson. Ella tendrá que acompañarlo a donde sea que vaya como parte del monitoreo de su recuperación. Como resultado acabará ayudándolo a resolver sus casos ya que, como ex cirujana, Joan está altamente capacitada en el campo de la medicina y el cuerpo humano. Es por esto que al seguir a Sherlock durante sus investigaciones, podrá hacer uso de estos conocimientos para ayudarlo. Con el tiempo, Joan comienza a interesarse en el trabajo que hace su cliente mientras que él, por su parte, le reconoce un gran potencial como detective. Entonces, una vez que Sherlock está finalmente rehabilitado, Joan abandona su trabajo para dedicarse de tiempo completo a la profesión de detective bajo las enseñanzas de Sherlock. De esta forma, ella se muda a su casa y comienzan a vivir y trabajar juntos resolviendo crímenes para la policía de Nueva York, además de algunos clientes particulares que aparecerán ocasionalmente.
Es importante recalcar lo bien logrado que están los cambios que la serie introduce a la historia, enriqueciéndola y dándole un giro totalmente nuevo. El personaje de Sherlock hace una gran evolución a lo largo de las temporadas, así como los demás personajes. Desde su problema con las drogas, pasando por sus dificultades para relacionarse, acercarse o incluso querer a las personas en donde Joan jugará un rol muy importante, dado que es quizá la primera persona a la que Sherlock llega a querer; la primera por la que se preocupa y a la que tratará de proteger a toda costa. En esto la serie toca un tema poco común y lo hace de forma brillante y este es el amor. No el amor romántico sino el amor fraternal, el amor platónico, el amor que puede tener una persona por otra sin que haya nada sexual de por medio, algo que rara vez vemos representado en la ficción entre personas de distinto género. Es este uno de los grandes aportes de la serie junto con todo lo relacionado a los vínculos humanos que dejaré en blanco para que los descubran por su cuenta y saquen sus propias conclusiones y apreciaciones.
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