Crisis del massismo: el Frente Renovador se quebró en 37 municipios de Buenos Aires
La salida de Felipe Solá, junto a otos diputados importantes, como Facundo Moyano y Daniel Arroyo, impactó sobre la estructura del Frente Renovador, no solo en el Congreso nacional, sino también en muchas legislaturas de Buenos Aires. Por lo menos en 37 localidades el massismo cambió su composición por la fuga de concejales.
Los casos resonantes fueron los de La Matanza, Avellaneda, Berazategui, Quilmes y La Plata, aunque la fuga se extendió por todo el mapa boanerense. En el principal distrito de Buenos Aires, el FR perdió a los ediles Héctor Mantello y Ricardo Valdez, que se pasaron a "Red x Argentina", nuevo espacio de Solá.
"La creación de un nuevo bloque #RedXArgentina junto al compañero y presidente @ChoperValdez en La Matanza nos permite ser más amplios y no quedarnos en la foto de un peronismo para 4 o una colectora de Cambiemos, no tenemos el peronómetro, vamos a buscar la unidad en el distrito", reconoció Mantello. Por el momento, el quiebre no llegó a las cámaras de la legislatura de PBA, aunque hay muchos rumores al respecto.
Con respecto a los municipios, un caso llamativo es el de Tigre, donde gobierna el massismo a través de Julio Zamora, que hasta hace un tiempo podía ser considerado un delfín de Sergio Massa. Sin embargo, esa relación política tampoco pasa por su mejor momento: “Pienso que el kirchnerismo es el sector del peronismo que más votos sacó, sería aberrante decir que no pueden formar parte de un frente opositor”, declaró Zamora tomando distancia de los planteos de su jefe político.
Esa crisis explica, en parte, la idea de muchos massistas sobre autonomizar las elecciones municipales. El objetivo: que el armado del Frente Renovador no se resienta ante la posibilidad de que muchos dirigentes justicialistas prefieran jugar en las listas del peronismo kirchnerista, con muchos más votos para los rubros de presidente o gobernador.
Ese interés del massismo puede confluir con el de Cambiemos: la gobernadora María Eugenia Vidal está preocupada porque su suerte puede quedar atada al mal desempeño de Mauricio Macri, que tiene una imagen negativa de casi el 70% en el Gran Buenos Aires. Vidal también podría querer elecciones desdobladas, para evitar que aparezca la cara de Macri en su boleta. Por supuesto, esa idea no cuenta con el visto bueno de Casa Rosada.